La biblioteca

319 39 27
                                    

Dante Bellerose 

—Ya deja de insistir, Dante—espetó mi mejor amigo con frustración. 

Sé que puedo ser bastante insistente en algunas ocasiones y que mis acciones muchas veces se ven reflejadas por mi necesidad del chisme, pero después de haber escuchado lo que Angelo dijo en clase no podía quedarme así nada más sin hacer o decir nada. 

—¿Esperas que no te pregunte nada cuando hace poco dijiste que estabas enamorado? se supone que soy tu mejor amigo, ¿por qué no me dijiste nada? 

—Considera que estamos a mano—respondió simplemente.

¿Estamos a mano? tardé en contarle acerca de Jonathan, lo acepto, pero al final sí le dije lo que había sucedido y hasta se ofreció a ayudarme. Me crucé de brazos frente a él, mi mirada hablaba por sí sola, pero él tampoco cedía. Era como si fuera una guerra de miradas.  

—Es algo delicado para mí, Dan—cedió a los pocos segundos. 

—Pero siempre te he demostrado que puedes confiar en mí. 

—Y lo hago. Solo no confío en mí—explicó en voz baja. 

Lo miré con una notable confusión sin entender del todo a lo que se refería, pero no pude ni abrir la boca para preguntarle porque simplemente se fue dando un portazo que me hizo dar un pequeño salto, dejándome solo en el aula vacía. Angelo es mi mejor amigo, pero incluso para mí es difícil comprenderlo y saber qué es lo que sucede en su cabeza. Quise pensar a fondo del porqué de su comportamiento, quería ayudarlo, sin embargo, el sonido de una notificación en mi celular me hizo salir de mi cabeza y concentrarme de nuevo en la realidad; era Coraline. 

Llevábamos poco tiempo hablando, pero creo que hemos avanzado un poco más de lo que esperaba en la investigación sobre Salem. Mis dedos comenzaron a teclear su nombre de contacto para poderla llamar, había algunas cosas que debía decirme y probablemente por llamada sería más sencillo ya que estábamos a una distancia considerable el uno del otro como para poder vernos cara a cara. Esperé unos instantes a que respondiera el teléfono y cuando lo hizo solo pude aclarar un poco mi garganta. 

—Así qué... cuéntame que fue lo que encontraste—le dije mientras me sentaba en la esquina del escritorio. 

—Bueno, descubrí una biblioteca antigua que sigue abierta, tienen libros antiguos y clásicos, creo que podríamos encontrar algo bueno ahí acerca de lo que estamos buscando, ¿qué opinas?

—¿Qué opino? pásame la dirección ya mismo—respondí emocionado.

No importa que tan corto o grande sea el paso; mientras me acerque a Jonathan yo sé que vale la pena. Estaba realmente feliz y un cosquilleo recorría mi cuerpo y se detenía en mi corazón haciendo que se acelerara.

—Es la biblioteca Lullaby justo al centro del pueblo de Valzckar —comentó. 

Mis ojos se abrieron ligeramente al escucharla, estaba justo en donde yo vivo. Nunca había escuchado acerca de esa biblioteca y teniendo en cuenta que Valzckar es un pueblo pequeño me resultaba realmente extraño, sin embargo, no dije nada, solamente presté atención a los detalles que me daba Coraline acerca de la ubicación exacta. 

—¿Vas a ir a esa biblioteca? —pregunté con mi mano temblando ligeramente. 

Coraline se quedó callada unos momentos, podía escuchar el sonido de sus dedos teclear contra un ordenador, como si estuviera buscando algo. Mi mente estaba divagando, quería encontrar las respuestas a todas mis preguntas de una vez y si resultaba que todas las respuestas se encontraban justo frente a mí me sentiría realmente inútil, sobre todo considerando que Coraline encontró esa biblioteca antes que yo, y por sus redes sociales sabía que vivía varios kilómetros alejada de mí. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 08, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aunque la muerte nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora