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afterglow - Taylor Swift
Narrador 29 de agosto, 2023
Pablo se quedó viendo al felino sin saber que decir. Facundo notó eso, así que decidió hablar primero.
— Me dijiste que siempre quisiste un gato, pero nunca pudiste tener uno, así que aquí llegó Bigotes a tu vida.— alzó al gatito para que Pablo lo pueda tomar.
— ¿Bigotes? — preguntó con una pequeña sonrisa que se había formado en su rostro. Que hijo de puta, pensó. Le había dado en su punto más débil, los animales. No podía estar enojado así, no podía evitar sonreír ante la presencia del felino.
— Venía con ese nombre, pero lo podes cambiar si queres.— aclaró Facundo.
— ¿Napoleón?— consultó Pablo.
— Napoleón será.— aceptó Facundo.
— Igual — hizo una pausa. —, no creas que con esto te perdono y está todo bien, yo sigo enojado con vos.— Dejó claro el pelinegro.
— Por eso vine, quería hablar.— respondió Facundo. — ¿me dejas pasar? — preguntó. Pablo negó.
— Vas a tener que esperar, Napoleón necesita alimentarse y acá no tengo comida para él.— comentó el pelinegro.
— Te acompaño si quieres.— propuso Facundo. Aunque Pablo sabía que no era la mejor idea, aceptó de todos modos.
Al llegar al lugar, originalmente solo iba a comprar comida para Napoleón, pero terminó adquiriendo un collar, una cama, juguetes y más. También llamó a una veterinaria para programar una cita para las vacunas necesarias. Ya en el departamento de Pablo, ambos estaban ordenando y guardando las cosas que habían comprado para Napoleón.
— ¿Que? — preguntó Pablo al notar que Facundo lo estaba mirando.
— Un poco consentido Napoleón.— soltó Facundo.
— Él se merece todo.— afirmó Pablo con una sonrisa.
A pesar de la tensión entre Facundo y Pablo, continuaron organizando las cosas para Napoleón. Facundo sabía que necesitaba abordar la situación y disculparse sinceramente por sus palabras. Justo cuando iba a hacerlo, el timbre sonó, interrumpiendo su conversación. Pablo, extrañado, abrió la puerta.
— ¿Mamá? — se sorprendió al verla detrás de la puerta. — ¿Qué haces acá? ¿pasó algo? — preguntó preocupado.
— Vine a buscar mi celular, lo dejé en tu auto.— explicó ella.
Pablo asintió y la dejó entrar mientras buscaba el celular.
— ¿No me vas a presentar a tu amigo? — Escuchó desde su habitación, ya que habían dejado a Napoleón en su cama debido a la alergia de su madre. Pablo se dirigió hacia donde estaban Facundo y su mamá para presentarlos.
