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peace - Taylor Swift
Narrador 25 de Septiembre, 2023
En la suave luz matutina, los besos de Facundo en la espalda de Pablo eran como susurros de amor, cada uno cargado con la promesa de un nuevo día juntos. Cada "te amo" se deslizaba entre las caricias, pintando el aire con la dulzura de su conexión. Pablo respondía con una sonrisa que expresaba más que las palabras, una mezcla de gratitud y ternura. En ese rincón íntimo, el mundo se reducía a ellos dos, un lugar donde solo existía el amor compartido.
Sin embargo, la rutina llamó a la puerta, interrumpiendo su idílica mañana. Pablo recordó la cita veterinaria de Napoleón, y Facundo, con una sonrisa cómplice, se ofreció a acompañarlo, bromeando sobre la responsabilidad de ser un padre gatuno.
Mientras se encontraban en la sala de espera, la complicidad floreció con risas suaves y miradas cómplices. Facundo tomó la mano de Pablo, expresando lo que estaba en su corazón.
— ¿Alguna vez imaginaste que estaríamos aquí, cuidando de nuestro hijo juntos? — Pablo, con una risa tierna, respondió.
— Nunca lo imaginé, pero no puedo pensar en un lugar donde preferiría estar.
Finalmente, superaron con éxito el trámite veterinario de Napoleón. Se dirigieron al departamento de Pablo a dejar al felino en compañía de Santiago, su hermano, quién saludó y despidió rápidamente a Facundo y Pablo cuando se encaminaron hacia el entrenamiento, compartiendo juntos el trayecto.
Al llegar, mientras se dirigían al vestuario, fueron recibidos por la efusividad de Esequiel, quien los abordó con una sonrisa que parecía extenderse de oreja a oreja. Esequiel no pudo contener su alegría al felicitar a Pablo con un abrazo afectuoso, dejando a ambos ligeramente desconcertados.
— ¡Te lo mereces! —exclamó Esequiel, mientras abrazaba a Pablo con entusiasmo.
Pablo, confundido, miraba a Facundo en busca de alguna explicación. Facundo, igualmente perplejo, compartía la incertidumbre de su pareja. Ante la confusión de Pablo, Esequiel se dio cuenta de que aún no habían visto la noticia.
— Uh, a ver bancame un toque.— dijo Esequiel mientras buscaba algo en su celular. — ¡Acá está!
Mientras Facundo y Pablo intercambiaban miradas intrigadas, Esequiel finalmente encontró lo que buscaba y les mostró la pantalla de su teléfono. En ella, brillaba la lista de convocados para la selección sub-23, y el nombre de Pablo destacaba entre ellos.
— ¡Mira! — exclamó sonriente.
Pablo, tras procesar la sorpresa, quedó en estado de shock y luego una expresión de alegría iluminó su rostro. Facundo, mirándolo con orgullo, lo abrazó con fuerza.
