Capítulo 4: Vínculos Inquebrantables

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La brisa nocturna soplaba con un tinte fresco, haciendo que los árboles danzaran al compás de su melodía. Las calles, usualmente bulliciosas, parecían haber caído en un profundo silencio. Edgar caminaba por esas calles, su mente inmersa en un torbellino de pensamientos. Cada paso que daba era un eco de sus recuerdos con Colette, del encuentro con Bibi, y del misterioso Fang.

Al llegar a su departamento, notó una nota pegada en la puerta: "Nos vemos mañana. -B". Edgar frunció el ceño, sorprendido. ¿Bibi quería verlo? ¿Por qué?

Al entrar, se desplomó en el sofá, sus ojos observando el techo mientras su mente procesaba el día. Su encuentro con Bibi había sido incómodo, y las palabras que intercambiaron todavía resonaban en su mente. Sabía que tenía que hablar con ella, resolver lo que quedaba pendiente, pero no sabía cómo.

Después de una ducha rápida, se preparó algo de comer. Mientras picaba unos vegetales, su mente divagaba. Recordó a Colette y la complicada relación que habían construido. A pesar de que había intentado olvidarla, su presencia todavía se sentía fuertemente en su vida. ¿Por qué no podía simplemente pasar página?

De repente, su teléfono sonó, sacándolo de sus pensamientos. Era un mensaje de Fang: "Oye, sé que no nos conocemos mucho, pero escuché sobre tu encuentro con Bibi. Si necesitas hablar o desahogarte, aquí estoy".

Edgar se quedó mirando el mensaje, sorprendido. A pesar de que apenas conocía a Fang, este ofrecimiento de amistad le daba esperanza. Tal vez, después de todo, no estaba tan solo en este mundo complicado.

Al día siguiente, Edgar decidió encontrarse con Fang. Se reunieron en un café local, y lo que comenzó como una charla casual se convirtió en una profunda conversación sobre la vida, los desafíos y las relaciones. Fang compartió su historia, cómo había enfrentado situaciones similares en el pasado y cómo había aprendido a superarlas. Edgar se sintió agradecido por esta nueva amistad, y ambos prometieron estar allí el uno para el otro.

Esa noche, Edgar se acostó en su cama, reflexionando sobre el giro que había tomado su vida. A pesar de las heridas del pasado, comenzaba a ver una luz al final del túnel. Con nuevos amigos a su lado y viejos asuntos pendientes que resolver, Edgar estaba listo para enfrentar lo que viniera.

.......

Después de su encuentro con Fang, Edgar no podía evitar sentir que las cosas estaban empezando a cambiar para él. Sin embargo, su vida en Brawl Town siempre había sido impredecible. La ciudad, por la noche, era un hervidero de oportunidades y peligros en cada esquina.

Al siguiente día, despertó con una sensación de ligereza que no había sentido en mucho tiempo. La mañana se desplegó con un cielo claro, y las melodías de las aves resonaban con esperanza. Sintiendo que la vida le estaba dando una nueva oportunidad, Edgar decidió explorar la ciudad durante el día, en lugar de la tranquilidad de la noche.

Mientras caminaba, su mente divagaba en recuerdos y reflexiones. Recordaba a su madre, su sonrisa, sus consejos. La vida no había sido amable con él, pero las enseñanzas de su madre siempre estaban con él.

Perdido en sus pensamientos, fue sacado de su ensoñación por un alboroto a la distancia. Los gritos y risas maliciosas de un grupo de bandidos llamaron su atención. A medida que se acercaba, identificó una figura familiar en el centro del caos: Bibi.

Estaba rodeada. Su bate de béisbol yacía en el suelo, lejos de su alcance. Uno de los bandidos, con un siniestro tatuaje de serpiente en el brazo, intentaba agarrar su mano mientras otro la sujetaba por detrás. Bibi intentó liberarse con valentía, lanzando patadas y golpes a sus agresores, pero eran demasiados.

Sin pensarlo dos veces, Edgar corrió hacia el grupo. Su bufanda ondeaba detrás de él, sus ojos llenos de determinación. Con movimientos rápidos y precisos, pateó al bandido que sujetaba a Bibi y recuperó el bate, pasándoselo a ella.

Juntos, enfrentaron a los bandidos. Cada golpe, cada patada, era una danza de fuerza y habilidad. Edgar utilizó sus habilidades de combate aprendidas en las calles, mientras Bibi, con su bate en mano, lanzaba golpes con una precisión devastadora. Uno por uno, los bandidos cayeron, dejando a Edgar y Bibi jadeando pero triunfantes.

El líder del grupo, el del tatuaje de serpiente, miró a Edgar con odio en sus ojos. "Esto no ha terminado", gruñó, antes de retirarse con sus compinches.

Bibi y Edgar intercambiaron miradas. Había una mezcla de alivio y preocupación en sus ojos. "Gracias", susurró Bibi. "Siempre estaré allí para ayudarte", respondió Edgar, recordando su promesa anterior.

Aunque había tensión entre ellos debido a sus sentimientos no correspondidos, en ese momento, ambos se dieron cuenta de que su amistad era más fuerte que cualquier adversidad. Unidos por la batalla y su complicado pasado, ambos sabían que siempre podrían confiar el uno en el otro, sin importar las circunstancias.

Mientras se alejaban del lugar, Edgar no podía evitar pensar en el camino que le esperaba. La vida en Brawl Town era impredecible, pero con amigos como Bibi a su lado, se sentía listo para enfrentar cualquier desafío.

 La vida en Brawl Town era impredecible, pero con amigos como Bibi a su lado, se sentía listo para enfrentar cualquier desafío

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Nadie como tú - Brawl StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora