(Escuchen- Ed Sheeran, Photograph)
Me sentó en la meseta. Se acercó hacia mi juntando nuestros labios… Mis dedos se enredaron en su cabello de una manera deseando tanto este momento desde la mañana.
Sus manos tibias empezaban a deslizarse por mis piernas entrando debajo del vestido que traía puesto. Sentía como se iba alzando dejando libres mis piernas, sus manos apretaron con fuerza mi trasero, soltando una ligera nalgada en cada una, mordió mi labio inferior con algo de fuerza.
Se apartó mirándome fijamente, una de sus manos la subió a mi cuello recorriendo hacia mi nuca volviendo a juntar mis labios con los de él.
Jalé un poco más su cabello, esta vez no quería que se apartara de mí, quería disfrutarlo, se apartó sintiendo como pasaba su lengua alrededor de mis labios, mi lengua estaba acariciando la de él, succionó suavemente mis labios donde hasta nuestros dientes chocaban por la desesperación de la intensidad el beso.
Su mano terminó de levantar mi vestido abrió más mis piernas, percibiendo como sus dedos estaban deslizándose por mis piernas apartando la tanga.
Renata: Aaahhh…
Solté un jadeo, que lo atrapó con sus labios, sus dedos se deslizaban dentro de mi vagina moviéndolos con suavidad pero ejerciendo un poco de presión hacia adentro, sus dedos estaban recorriendo toda mi vagina humedeciéndola más con su delicioso movimiento que tenía.
Mi cadera hacía pequeños movimientos al ritmo de sus dedos.
Soltó mi lengua apartándose. Entreabrió sus labios mientras me miraba fijamente.
Bastian: Estaba esperando que llegara la noche.
Mordí mi labio inferior asintiendo con la cabeza. Mis manos sin pensarlo fueron levantando el vestido, lo aparté de mi cuerpo dejándolo hacia un lado, desabroché el sujetador dejando mis pechos expuestos frente a él.
Bastian: mmmm, (pasando su lengua sobre sus labios) Que hermosos pechos se manda mi mujer.
Los tomé entre mis manos dándoles pequeños rebotes.
Renata: Ya los tengo caídos.
Bastian: Los veo más firmes que nunca, así te lleguen a las rodillas son solo míos. Soy el dueño de todo este cuerpecito que se manda mi mujer.
Renata: Aaaahhh…
Metió con más fuerza sus dedos.
Bastian: Eres mía ¿Verdad?
Renata: Eres el único dueño de mi cuerpo.
Apartó sus dedos de mi parte, los acercó a mis labios humedeciéndolos con mi liquido, tomé la mano de Bastian pasando mi lengua por alrededor de sus dedos, mi mirada estaba tan fija en él, que empezaba a esbozar una pequeña sonrisa, bajaba uno por uno sus dedos dejando el de en medio, lo empecé a meter hacia mi boca.
Bastian: Joder Renata, mira nada más como ya me tienes.
Sin apartar mi mirada, bajé mi otra mano libre mientras le daba moviendo a su mano con mi boca entrando y sacándolo, llevé mi mano a su miembro, que estaba demasiado duro de lo excitado que ya estaba. Metí mi mano tomándolo…
Cerró sus ojos inhalando un buen de aire, empezaba a masajeárselo, apretaba con fuerza mientras los iba masturbando con su dedo en mi boca…
Sus pequeños gruñidos de placer estaban llenando todo el baño.
Bastian: Ayyy, mi amor, te juro que te voy a dejar sin poder caminar.
Mordí un poco su dedo cuando abrió los dedos al sentir un poco de rudeza de mi parte.
