𝘼𝙢𝙞𝙨𝙩𝙖d 𝙙𝙚 𝙈𝙖𝙧𝙖𝙫𝙞𝙡𝙡𝙖『 (𝘽𝙉𝙃𝘼) (𝙈𝙖𝙧𝙫𝙚𝙡 𝙘𝙤́𝙢𝙞𝙘𝙨) 』

Capítulo 4: Fuego Contra Fuego

El aire se inundaba de gritos de pánico mientras la multitud huía en desesperación, intentando escapar del desastre inminente que se cernía sobre ellos.

Las calles se convertían en un laberinto de escombros y cenizas, arrastradas por las ráfagas de viento, formando una densa neblina que asfixiaba a quienes se aventuraban a respirarla.

Pronto, los angustiados llamados de padres desesperados resonaron en la avenida destrozada, con gritos desgarradores que pronunciaban los nombres de sus hijos perdidos entre el caos.

Los rostros enmarcados por el miedo revelaban la magnitud de la amenaza que enfrentaban. Algunos buscaban refugio en los edificios cercanos; se acurrucaban debajo de las mesas y se aferraban a cualquier objeto como si fuera su única salvación.

Mientras tanto.

Kamala se encontraba arrodillada sobre el suelo árido y polvoriento, su cuerpo exhausto se tambaleaba bajo el peso del cansancio. Cada músculo de su cuerpo temblaba en agonía mientras sus manos, casi incapaces de sostenerse, se aferraban a un pequeño montículo de tierra qué se deslizaba entre sus dedos.

Con la mirada gacha, sentía el peso abrumador aplastando su espíritu. Los gritos desgarradores de la gente la envolvían y nublaban su juicio, embriagándola en un torbellino de caos emocional.

Cada alarido era como una daga que se clavaba en su pecho, recordándole su incompetencia para detener el inminente desastre que se avecinaba.

¿Cómo podría considerarse a sí misma una heroína cuando ni siquiera podía proteger a aquellos a quienes había jurado defender?.

Rendida y agotada, Kamala alzó lentamente la mirada, resignada a enfrentar su destino. El resplandor infernal de las llamas se reflejaban en sus ojos marrones, transformando su iris en un torbellino de tonos dorados y rojizos.

El calor abrasador comenzaba a hacer estragos en su entorno, quemando algunos mechones de su cabello y tiñendo su piel de un tono anaranjado a medida que la llamarada se aproximaba hacia ella.

Sin embargo, a lo lejos; unos pasos empezaron a resonar en medio de todo de la oscuridad. De entre la humareda negra una figura surgia a toda velocidad; sin vacilar un segundo, se abalanzó sobre ella y la envolvió entre sus brazos, para luego salir disparado contra una enorme roca a la que impacto con su espalda.

La llamarada había fallado y dio a parar contra un edificio cercano, al que redujo a ceniza luego de un breve resplandor.

El ruido ensordecedor de las llamas rugientes se entremezclaban con la risa burlona de ambas entidades. Él chico de pelo verde se aferró a Kamala con fuerza, y la atrajo contra su pecho en todo momento, resistiendo la onda expansiva que produjo la estructura al derrumbarse por completo.

Segundos-

Minutos-

Pasaron para que la castaña pudiera abrir los ojos, solo para observar con sorpresa a cierto adolescente, de pie y de espaldas frente a sus ojos.

Extendiendo ambos brazos hacia los lados, Izuku miró fijamente a las dos entidades que yacían de pie sobre una alta superficie a varios metros de distancia.

"desgraciadas bestias del infierno... ¡Tendrán que pasar sobre mi cadáver antes de volver a tocar a Ms. Marvel!". Bocifero con los dientes apretados. Cubriendo con su sombra a la heroína lastimada tras de él.

Ambos demonios ya podían sentir el sabor de la sangre entrando por sus orificios nasales, solo tenían que asesinar al chico que solo retraso lo inevitable.

"mierda". Él logró agacharse justo a tiempo, antes de que una cuchilla atravesara su cráneo.

El ruido de las risas no hacían más que aumentar, al parecer su nueva presa poseía unos buenos reflejos.