Cuando la historia de amor de Charles Leclerc y Carlos Sainz había llegado a su final, Charles no supo cómo continuar.
Meses después de finalizar su relación, Charles aún extraña la presencia del español en su vida, a pesar de que habían pasado tant...
Todos los días de mi vida en el que respiro y crezco, en esos días en los que vivo y siento, estoy aún más de acuerdo conmigo mismo en que me arrepiento de ti todo el tiempo.
Las ideas que dejaste en mí invaden mi mente cada día, lastiman mi alma hasta volverla alguna otra porquería sin causa y sin rumbo en la vida. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos en persona, desde la última vez que ciegamente intenté hacer que volvieras conmigo creyendo que el problema era yo una vez más cuando esto era todo lo contrario, y créeme, entre más pasa el tiempo más quiero olvidarme de ti.
Pero la herida no cierra, tu presencia sigue aún en mi mente. No sigo enamorado de ti aún porque no sería capaz de tener ese nivel de estupidez como para seguir queriéndote al final del día.
Las noches se vuelven eternas, el insomnio respalda el cansancio que tú mismo agotaste, y de querer haber muerto hace más de tres años incluso para evitar haberte conocido sería posible, por qué conocerte ha sido el peor error de mi vida.
Interactuar contigo es la tortura más dolorosa que le puedes otorgar a un individuo.
Pienso en ti como el monstruo oculto en mi clóset cuando yo era pequeño, que ahora que ya he crecido entiendo que ese monstruo logró haber convivido conmigo, que el monstruo logró su cometido. Pero tú no eres ese monstruo de mi infancia ni el de mis recuerdos más temibles, eres el diablo que aceptó jugar conmigo, el demonio que se adentró en lo más profundo de mi para romper aquello que habías convertido aún más frágil.
¿Y que puedo decir de ti? Eres libre, Carlos. Te has desechado de mi como nadie lo haría de ti.
Estaría seguro y te apostaría mi vida a qué tú eres feliz, que tú estás viviendo lo que quieres ser. Tu no tienes problemas, tu no eres inseguro, tu no tienes la nube sobre tu cabeza que te invade de ideas... Por qué no, una persona que juega con otra no sufre, no siente, no recibe nada, ni si quiera el mínimo karma.
En cambio yo, que caí en tus retorcidos juegos he pagado el peor karma de mi vida, incluso en el momento que decidí estar contigo para mí fue el mayor karma instantáneo reconocido en la vida.
Mientras tu eres feliz yo sufro, mientras tú vives la vida yo deseo morir.
Cada chico que pasa contigo lo hieres hasta romperlo y mandarlo al infierno tal y como lo hiciste con ese chico que de no haber hablado yo jamás sabría de la clase de demonio que podrías llegar a ser.
La idea de la persona perfecta se desvaneció de mi incluso antes de haber reconocido que no eras el príncipe que yo esperaba. Al contrario, eras el dragón temible que me tenía custodiado en el castillo intentando encontrando alguna otra forma de humillarme, de maltratarme, de terminar de matarme.
Mientras te escribo esto empiezo a escuchar los fuegos artificiales de año nuevo, estoy oculto en mi habitación. Por eso los recuerdos me invaden, por qué está vez el dolor y el miedo no vienen de una habitación ni de un closet en la esquina del cuarto, no, vienen de allá afuera, vienen de hombres disfrazados de ensueño cuando por dentro son demonios que buscan herir y destruir a seres frágiles y rotos.
Realmente no se si estoy ebrio, eso no lo creo, por qué de estarlo las palabras que hubiera escrito no serían comparadas a lo que he escrito hasta ahora, por qué de recordar todo el daño que me lograste hacer durante muchos años hubiera preferido quitarme la vida que volver a sentir algo.
Solo te pido tu ayuda... Ayudame a olvidarme de ti, ayudame a sanar, ayudame a ser el mismo que era antes de ti.
Devuélveme lo que yo te di, devuélveme mi yo pasado. Ya no quiero sufrir más por ti, ya no quiero llorar más por ti.
Quisiera poder ser feliz una vez más y poder ser yo de nuevo, pero no lo puedo, no mientras tú sigas por ahí viviendo como si yo no estuviera existiendo.
Esto que te digo viene desde mi corazón, pero esto que te voy a decir no viene de ahí, viene directamente desde aquel chico que te otorgó su corazón y tú solo lo lastimaste: Me arrepiento de ti todo el tiempo y lo haré hasta mi último minuto de vida, por ti la claridad ya no puede ver mi mente una vez más.
Me has vuelto el monstruo del que toda mi infancia temí, me has vuelto alguien que jamás quise ser. Y todo por qué alguna vez te amé, por qué alguna vez fuiste mi prioridad y por qué alguna vez te otorgué lo que con nadie más experimenté.
Todos los días de mi vida desearé golpearte con algo que más te duela, con algo que te destruya como a mí me destruiste todas esas veces. Con algo que te haga sufrir tal y como yo estoy sufriendo.
Te odio Carlos, te odio, te odio te odio.
Te odio desde lo más profundo de mi corazón.
Te odio por crear en mi algo que nunca quise ser.
Te odio por aparecer en mi vida y dejarme caer.
Te odio por aparecer.
Te odio.
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Holaa! Nunca había creado estos mensajes en los capítulos que he subido de Epílogo pero esto es más que nada para agradecerles a las personas que se han atrevido a leer está historia que ahora que ya han pasado meses puedo decir que viene desde lo más profundo de mi corazón
De verdad muchas gracias por tomarse el tiempo de leer esto, y si les ha gustado se los agradezco de todo corazón !!
