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Lyanne suspiró mientras miraba hacia el horizonte viendo nada más que bosques alrededor de su hogar sin dejar de lado la planicie del norte donde solo se veía niebla dejando a la imaginación lo que podía ser encontrado tras toda esa capa de nube l...

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Lyanne suspiró mientras miraba hacia el horizonte viendo nada más que bosques alrededor de su hogar sin dejar de lado la planicie del norte donde solo se veía niebla dejando a la imaginación lo que podía ser encontrado tras toda esa capa de nube lo cual no tendría tiempo de averiguar cuando fuera enviada a Highgarden para ser la futura Lady Tyrell algo que no le agradaba para nada.

La joven Lyanne Stark tenía el mismo espíritu indomable que su difunta tía Lyanna lo cual se había convertido en un dolor de cabeza para su madre Catelyn y un recuerdo agridulce para su padre Eddard Stark el Lord de Winterfell el cual había nombrado a su primera hija en honor a su difunta y adorada hermana convirtiendo a la pequeña Lyanne en la niña de los ojos de Ned incluso cuando debía reprenderla él se dedicaba a abrazarla y decirle que todo estaba bien incluso cuando no lo estaba, él muchas veces se había negado a comprometer a su dulce niña con cualquier Lord que su esposa había sugerido por miedo de que se la quitaran de su lado y que la pudieran lastimar de una forma que él no podía proteger así que con diez y seis onomásticos la joven chica no había encontrado esposo, no hasta que su madre la comprometió con Loras Tyrell hace tres lunas atrás.

Lyanne sabía que su destino era casarse con alguien para crear alianzas poderosas y tener Dominio de su lado era algo positivo para el Norte más aún cuando ellos administraban la mayoría de las cosechas y su amado hogar era muy frío para que algunas cosechas sobrevivieran por lo tanto la joven Stark había aceptado ser la moneda de cambio si eso significaba que su gente estaría a salvo y nutrida las siguientes décadas aunque eso era igual a estar en una cama pariendo herederos que serían de su esposo, no de ella.

—aquí estás—dijo Robb haciendo sonreír a su melliza—te estuve buscando por todos lados

—lo sé, me estaba escondiendo—dijo Lyanne dándose vuelta para mirar a su hermano mayor—no quiero estar con la Septa mucho menos con Sansa, ya entró a la edad que es insufrible

Robb se rio haciendo sonreír a su hermana melliza ambos jóvenes Stark habían venido juntos al mundo creando un lazo que jamás se había roto y la menor dudaba que se rompiera en algún momento ya que su destino era tenerse como un apoyo que no encontraban en otras personas para Lyanne era claro que ambos habían venido juntos y su destino también era irse juntos por que ella estaba segura que sin Robb a su lado no podría sobrevivir por que él era su vida.

—recuerdo cuando estabas en su edad, me cortaste el cabello cuando te rompí una muñeca—dijo Robb haciendo reír a Lyanne

—en mi defensa fue un regalo del tío Brynden el único que tenía de él—dijo obvia Lyanne mientras bajaban por las escaleras de la Torre rota—y él nunca quiso volver a Winterfell para traerme otra

—recuerdo que lloraste por semanas hasta que padre te regaló otra muñeca—dijo Robb y Lyanne sonrió asintiendo—no puedo creer que en un par de lunas te iras

—yo tampoco lo creo, por mi me quedaría en este castillo toda mi vida—dijo Lyanne enganchando su brazo con el de su hermano—me quedaría cerca de tu apestoso trasero toda la vida si se me permitiera

SKYFALL || Jaime Lannister Donde viven las historias. Descúbrelo ahora