¿Será él o yo? | 𝗙𝗿𝗲𝗱 𝘆 𝗚𝗲𝗼𝗿𝗴𝗲 𝗪𝗲𝗮𝘀𝗹𝗲𝘆

Capítulo 1: ¿Quién es quien?

—Les presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes
Oscuras —dice animadamente Dumbledore, ante el silencio de la sala—:el profesor Moody.

Lo normal es que los nuevos profesores son recibidos con saludos y aplausos, pero nadie aplaude esta vez, ni entre los profesores ni entre los alumnos, a excepción de Hagrid y Dumbledore. El sonido de las palmadas de ambos resuena tan tristemente en medio del silencio que enseguida dejan de aplaudir. Todos los demás parecen demasiado impresionados por la extraña apariencia de Moody para hacer algo más que mirarlo.

—¿Moody?—le susurra Harry a Ron— ¿Ojo loco Moody? ¿Al que tu padre ha ido a ayudar esta mañana?

Los tres miramos a Harry.

—Debe de ser él —dice Ron, con voz asustada.

—¿Qué le ha ocurrido?—pregunta Hermione en voz muy baja—¿Qué le pasó en la cara?

—No lo sé —contesta Ron, observando a Moody con fascinación.

Haciendo caso omiso de la jarra de zumo de calabaza que tiene delante, vuelve a buscar en su capa de viaje, saca una petaca y echa un largo trago de su contenido. Al levantar el brazo para beber, la capa se alza unos centímetros del suelo, Harry lo ve, por debajo de la mesa, parte de una pata de palo que termina en una garra.

Dumbledore vuelve a aclararse la garganta.

—Como iba diciendo —continua, sonriendo a la multitud de estudiantes
que tiene delante, todos los cuales siguen con la mirada fija en Ojoloco
Moody—, tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento que
tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebraba
desde hacía más de un siglo. Es un gran placer para mí informaros de que
este curso tendrá lugar en Hogwarts el Torneo de los tres magos.

¿Torneo de los tres magos?

—¡Se está quedando con nosotros!—dice un chico pelirrojo en voz alta.
Repentinamente se quiebra la tensión que se ha apoderado del Gran
Comedor desde la entrada de Moody.

Casi todo el mundo se ríe, y
Dumbledore también, como apreciando la intervención del pelirrojo.

Lo miro atentamente y me parece ser uno de los chicos más lindos del lugar. Deja de ver a los demás chicos y se detiene al notar que lo estoy observando.

Su sonrisa casi lasciva me deja atontada que esquivo la mirada y vuelvo la vista a la mesa de los profesores.

Entrecierro mis ojos y una sonrisa se me forma en mi rostro, miro mis manos y siento mis mejillas arder.

—No me estoy quedando con nadie, señor Weasley —exclama—,aunque, hablando de quedarse con la gente, este verano me han contado un chiste buenísimo sobre un trol, una bruja y un leprechaun que entran en un bar...

¿Weasley? Entonces ese es su apellido.

La profesora McGonagall se aclara ruidosamente la garganta.

—Eh... bueno, quizá no sea éste el momento más apropiado... No, es
verdad —dice Dumbledore—.¿Dónde estaba? ¡Ah, sí, el Torneo de los tres
magos! Bien, algunos de todos aquí seguramente no saben qué es el Torneo de los tres magos, así que espero que los que lo saben me perdonen por dar
una breve explicación mientras piensan en otra cosa.
»El Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años,
y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de
magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang.
Para representar a cada una de estas escuelas se elegía un campeón, y los
tres campeones participaban en tres pruebas mágicas. Las escuelas se
turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se
consideraba un medio excelente de establecer lazos entre jóvenes magos y
brujas de diferentes nacionalidades... hasta que el número de muertes
creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.