4 | El placer.

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Habían pasado tres días desde que Zyon y yo nos besamos, en este tiempo no nos volvimos a tocar ya que estuvimos muy ocupados en otros asuntos. Él se había tomado el tiempo de hacerme recorrer el castillo y pasar algo de tiempo de calidad conmigo, me mostró la enorme biblioteca del lugar, las bellísimas terrazas, los cuartos de reliquias y el salón de bailes. A la hora del almuerzo nos sentamos juntos a comer, me hacía reír más que nadie con sus chistes y caras graciosas.

Cuando terminamos de comer nos quedamos un rato hablando en la mesa hasta que de repente su mano se deslizó por abajo de la mesa apretando mi muslo, levanté la mirada y me estaba comiendo con la mirada. Su tacto hizo que me estremezca, me levante de mi silla y me senté arriba de él (me conseguí una silla mejor) apretó mi trasero con sus grandes manos y me beso con deseo, como si lo hubiera estado esperando todo este tiempo.

-Zyon, besame sin control. -Dije mientras me mordía el labio inferior y se posaba en mi cintura.

-Quiero dejarte sin caminar, Marco. -Cuando lo dice hace que tire la cabeza hacia atrás para que sus besos se extiendan por mi cuello. -Quiero hacerte mío y partirte en dos.

-Mi rey...-Digo entre gemidos y aprovecha para dejarme chupones en mi cuello.-Parteme en dos con tu enorme polla, hazme lo que quieras, soy tuyo.

Entonces me levanta mientras enrollo mis piernas en su cintura y me llevó a su habitación, mientras me apoyaba en las paredes sin despegar sus labios de los míos.

-No sabes cuanto deseo verte tragarte toda mi polla y que la chupes como si fuera un chupete, Marco

En eso entramos a su habitación y me tira en su cama gigante, estiro mi brazos y me quita mi camiseta para luego sacar su lengua y chupar mis pezones. Arqueo mi espalda del placer y tomó su cabello mientras jadeo su nombre.

Una vez que mis pezones se endurecieron de la excitación, di vuelta a Zyon y quede arriba de él, empeze a dar besos por su pecho velludo mientras iba bajando más hasta llegar a su miembro. Le saqué su pantalón mostrándome sus fornidas piernas dejando ver su gran cuerpo, era un dios en todo sentido, en eso salió disparada su polla a punto de explotar de la elección, era muchísimo más grande que mi cabeza, era muy venosa y gruesa.

Metí la punta en mi boca y casi me atraganto, no iba a entrarme ni la mitad. Él gruñia mientras pasaba mi delicada lengua por su punta ya un poco mojada mientras que me ayudaba con mis manos para subir y bajar.

-Diablos, Bebé. -Dijo con una voz ronca mientras sentía como palpitaba dentro de mi boca. -Lo haces tan bien, joder.

Me tomo del pelo con sus manos y me la metió hasta la garganta, cuando subí con mi boca llene de saliva la polla. En eso baje un poco la cabeza y lamí desde abajo hacia arriba mientras Zyon y yo nos mirábamos fijamente. Subí y estampe mis labios con los suyos, me arranco mi jean y me tomo del culo para luego susurrarme.

-Como me encanta este culo. -En eso me dio vuelta y me dejo devuelta en su gorda polla, entonces sentí como su lengua se deslizaba en mi interior y grite en un gemido.

-AHH, ZYON! -Grite de placer al sentir lo humedo adentrándose en mi agujero.

Mientras metía su lengua en mi agujero tome con mis manos su miembro y me lo lleve a la boca para chuparlo, cuando deslizaba podía sentir lo venosa que era.
Moví mi lengua por todo su falo sacándole duros gemidos masculinos, su caliente semen empezó a correrse en mi boca inyectandolo en todo mi gusto, de ninguna forma humanamente posible podría meter todo en mi boca, era demasiado grande, más grande que toda aquella que haya visto en Internet.

-Quieres que te folle? -Me dijo al oído y soltando una fuerte nalgada en mi trasero.

Guarde silencio sintiendo su polla rozando mi entrada palpitante.

-Si! Follame hasta desmayarme, mi rey. -Dije sin pensarlo dos veces, de verdad lo quería.

-Así me gusta. -Habló alineando su polla en mí entrada, escupió dos veces en ella y me lleno por completo de su miembro sin mucha delicadeza, solo había metido la punta y me sentía tan completo.

Sabía que dolería la primera vez pero no pensé que tanto, el dolor era enorme y el placer me hacía morder las sábanas, el rechinar de la cama era algo preocupante. Me estaba tan duro que sentía como si fuera a correrme en toda la cama sin tocarme.

Zyon empezó a penetrar cada vez más mi interior, El sonido de su piel chocando con la mía me ponía los ojos en blanco, el sudor de mi frente se caía en las sábanas y me ayudaba a adaptarme al calor que aún se sentía tan presente, duplicado por el sexo, avivado como llamas con el jodido buen trabajo que me estaba haciendo allá atrás.

-Gime más fuerte para mí, bebé. -Me ordenó deteniendo mis latidos.

-No... N-no puedo -Dije titubeando a su orden, pensaba que los sirvientes podrían escucharnos

-¿A no? -dijo y de inmediato me levanto el torso juntando su pecho con mi espalda y metiéndome su pene hasta el fondo y sin control, gemí demasiado fuerte electrificado por su embestida-. Dime que no y te voy a castigar otra vez.

-OH DIOS ZYON, ESTAS TAN PROFUNDO, HAZME TUYO! -Gritaba de placer, mientras sacaba mi lengua y ponía mis ojos en blanco.

Te gusta jugar conmigo precioso, eres tan fácil de follar -dijo taladrando mi entrada y mordiéndome el cuello alzando mí mentón y juntando mi nuca con su hombro-. Dime que te gusta que te dé.

-Me gusta que me folles -solté ebrio del placer -dame más, amor.

-¿Así? -me preguntó golpeando mi próstata tan fuerte que deliré, un placer tan fuerte que no parecía real.

-Más adentro -le pedí restregando mi trasero en sus caderas. Con rapidez me golpeó la piel con sus penetraciones cada vez más veloces y despiadadas, tanto que en lugar de sentir el dolor me sentía hecho polvo del enorme éxtasis que mi cuerpo estaba alcanzando, ese enorme pene era más que solo apariencia, él sabe cómo moverse y llenarme de su semen por todo el recto.

-No dejes de gemir -me ordenó con severidad en su voz-. O enserio vas a hacer enojar a papi.

Estaba gritando del placer hasta que su mano me apretó mi cuerpo contra el colchón.

-Voy a llenarte de toda mi leche, tan calentita como te gusta. -Dijo Zyon mientras gruñia del placer.

-Si, papi! Llename de tu leche hasta dejarme bien preñado.

Entonces sentí como soltó su último gemido y una cantidad inexplicable de semen caliente lleno mi interior, creí que me iba a salir por todas partes. Saco su polla de mi interior y tiro mucho más semen por toda mi espalda.

Me junto con su pecho lleno de vello y me beso delicadamente mientras acariciaba este.

-No siento las piernas, me dejaste sin caminar. -Dije y nos comenzamos a reír mientras nos besabamos.

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NO BUENO SE PRENDIO ESTA MIERDA, se puso todo muy caliente

que les pareció el cap de hoy?? los leo♡

pd: todos los capítulos que sigan van a ser así de sexo duro...

The Devil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora