La Chica Muda ~ Ashton Irwin

3.

Cuando salimos del instituto, finalizando nuestro horario extra en el periódico, todos estaban muy sorprendidos con Ashton.

—¿Cómo hizo para saber lo que cada uno quería exactamente? —dijo Tania mienteas bajaba las escalerillas del instituto.

El sol se estaba escondiendo en el horizonte, iluminando el jardín con rayos anaranjados.

—No lo sé —Joselyn intervino —. Pero no saben hace cuanto tiempo estoy esperando para poder publicar artículos de moda. Estoy ultra-mega-hiper emocionada.

—Por favor —Michael parecia irritado —. Chicos, ¿tan rápido olvidaron a Todd?

Josh puso los ojos en blanco.

—No podemos estar toda una vida lamentándonos el que Todd se haya ido. Y debemos aceptar que... bueno, Ashton parece mucho más competente para este puesto.

Michael y Calum fulminaron a Josh con la mirada.

—Oh vamos chicos —Joselyn dijo —. Ustedes lo que están es celosos, porque Ashton es inteligente y atractivo.

Ellos la fulminaron aún más con la mirada.

Por un momento, sentí celos. No sólo porque Joselyn había dicho que Ashton era atractivo, sino por su soltura al decirlo. Ojalá yo pudiera decir algo así sin sonrojarme y tartamudear.

—¿Celosos?—dijo Calum.

—¿Nosotros?—añadió Michael.

Serieron teatralmente entre ellos, demasiado forzados. Puse los ojos en blanco.Los chicos continuaron su discusión, mientras que yo llevaba mi atención hacia otro lado. Al mirar hacia un costado, encontré aun chico, a más de cincuenta metros de mí, escondido detrás de un árbol. Pero eso no era lo que me despertaba curiosidad, sino no que sostenía una cámara. ¿A quién le está tomando fotos? Pensé.Miré hacia la izquierda, buscando lo que estaba fotografiando,encontrándome con un grupo de las típicas chicas "cool"del instituto. Tal vez... ¿le gustaba alguna de ellas?

—Hey, Emma —escuché la voz de mi mejor amigo —. ¿Vienes?

Miré unos segundos más al chico de cabello rubio. Asentí lentamente,acercándome a Calum con leves trotes.

***

Al llegar a casa, enseguida subí a mi habitación, gracias a que tenía un montón de tarea que hacer. Sin embargo, no podía dejar de pensaren ese par de ojos dorado—verdoso que tanto me intimidaban. El lugar donde Ashton hoy había tocado de repente hormigueó acelerando mi pulso, desde mi abdomen hasta debilitar mis piernas. Nunca me había pasado algo así. Con sólo hablar con él, el simple hecho de verlo, me hacía sentir nerviosa e inquieta. No sabría si podría aguantar mucho tiempo sin que se diera cuenta, si es que ya no se había percatado de mi intranquilidad en su presencia. La probabilidad de que también sintiera lo mismo era prácticamente nula. ¿Por qué sentiría algo por alguien tan tímida? Alguien que ni siquiera podía amarse a sí misma no tenía derecho de amar a alguien. Suspiré, recostándome en mi cama. Me estaba deprimiendo.Desearía tener el derecho de amar a alguien como él. Tan inteligente, tan confiado en sí mismo, tan inteligente. Tan él.

Escuché la puerta principal ser cerrada estrepitosamente. Una voz de masculina, la cual jamás había escuchado, provino de la entrada. Mi corazón se aceleró. ¿Un ladrón? Enseguida descarté la idea. Un ladrón no tenía las llaves de casa.Bajé corriendo las escaleras,pero al llegar casi al final, me detuve en seco.