La Chica Muda ~ Ashton Irwin

5.

Ashton Irwin estaba sentado en una de las sillas de la sala de espera, con su rostro perfecto ahora invadido por una expresión perdida, vacía. El estado de mi madre ahora pasó a segundo plano, mis pies clavados al suelo mientras lo veía solo y serio. Di un paso al frente, ignorando el pedido de mis datos personales de la recepcionista, pero me detuve cuando vi a una chica rubia acercarse a él y sentarse a su lado. La misma chica tomó la mano de Ashton y besó el dorso de la misma. Ashton le sonrió, levantando esa mirada perdida por primera vez, sus brazos rodeando la fina cintura de la chica. Por un momento creí escuchar el sonido de mi corazón romperse, al tiempo que me daba cuenta de lo poco que sabía de Ashton. De que, era muy probable, esa chica rubia era su novia. Me había engañado a mi misma. Me había hecho creer que podría llegar a ser feliz algún día. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Debo haberlo estado mirando por mucho tiempo, porque Ashton levantó su mirada y posó todo el dorado de sus ojos en mí. Caminé hacia atrás y corrí hacia donde se habían llevado a mi madre. Alcancé el pasillo de la sala donde ella estaría, pero cuando quise entrar, un hombre que estaba fuera me detuvo.

—No tan rápido, pequeña —habló con voz grave —. Hasta aquí puedes pasar.

Tragué saliva.—Pero mi madre...

—Tendrás que esperar.

Suspiré, entre lágrimas, y me senté con las demás personas frente a la sala.

—Maldición —sorbí por la nariz, siendo un completo desastre en lágrimas.

—Emma —escuché la voz de Ashton.

Ni siquiera lo miré.Oh no.

—Ashton, ¿qué...

De inmediato los brazos de Ashton me rodearon, grandes y fuertes.

—Sh... todo estará bien.

La mano de Ashton acarició mi pelo, de manera reconfortante. Cerré los ojos, sintiéndome protegida en sus brazos. ¿Realmente esto estaba pasando? Quería estar así para siempre, en los brazos de él, segura y feliz. Recordé las palabras de mi madre, cuán duras habían golpeado mi corazón, y volví a llorar. Ashton no dejó de acariciarme en ningún momento, hasta que mi llanto cesó y simplemente nos quedamos así. Era mágico. Ningún chico me había abrazado antes, excepto Calum. Pero ahora era diferente. Mi corazón latía tan fuerte, tenía miedo de que fuera muy obvio. Simplemente no podía, no podía disimular frente a este chico.

—¿Mejor? —se alejó para mirarme.

Asentí.

Él secó mis lágrimas suavemente, como si tuviera miedo de romperme —. ¿Qué pasó?

Tragué saliva. No quería hacerlo, no quería contarle a Ashton algo tan vergonzoso como el trabajo de mi madre.

—Mamá se lastimó en la cocina —mentí —. Un corte bastante grave.

Ashton me miró, no muy convencido. No fui capaz de mirarlo a los ojos, aunque de todos modos fuimos interrumpidos.La misma chica rubia que él había abrazado hace unos momentos, se estaba dirigiendo hacia nosotros.

—Ashton —la rubia detuvo su paso cuando me vio allí, aún en los brazos del aludido —. Hola. —me saludó.

Le sonreí ligeramente, secando los rastros de lágrimas al tiempo que me separaba de Ashton.

—¿Quién es ella? —le preguntó.

—Emma Pryor—respondí, y de repente me encontré sorprendida de escuchar mi propia voz. Al recordar cómo Ashton la estaba abrazando hace un rato hizo que tomara coraje.