—Cellbit, entiende, por favor, él no quiere verte.—
—Jaiden, eres tú quien no entiende ¡Debo verlo!—
—Y él no quiere ¿Por qué no comprendes?—
Escuchaba con claridad a Cellbit y a Jaiden discutir, pero no hacía ni el más mínimo intento por moverme. No sabía si había pasado una o quizás fueron dos horas desde que todo sucedió, pero ya me encontraba acostado con el cuerpo dormido de Bobby en mis brazos, mientras me acurrucaba más cerca de él, deseando que Cellbit entienda y se fuera.
Sabía que no era fácil para mi hermana el estar enfrentando a un alfa, aunque ambos sabíamos que Cellbit era inofensivo, relativamente hablando, la voz de Jaiden iba apagándose más y más, aunque aún la oía, tan terca como ella lo era, no dejaba que Cellbit ingrese a la casa, o eso me podía imaginar.
—Es algo de pareja, Roier es mi omega, quiero-…—
—No es tu omega.— Lo interrumpió ella. —No lo has mordido y lo de ser novios es una estupidez. No es tu omega, no te pertenece así que no es algo de parejas, puedo meterme y decirte que no quiero que le hagas más daño a mi hermano. ¡Vete!—
—Jaiden, solo… Por favor, solo hablaré con él.—
—No, Cellbit, no quiere, respeta su decisión ¿Y eso que decías de que los alfa y los omega son iguales? Él no quiere verte, déjalo tranquilo.—
—Lo sé, lo sé, realmente lo sé… Solo… Mierda.— Maldijo. —Dile… Dile que lo amo ¿Si? Por favor, dile que es mi vida y que me conteste el celular o algo. Que no llore más por mí, no solo porque no lo valgo, sino porque nada es como él cree, mi bebé no debería estar llorando ahora. ¡Demonios!— Escuché un sonido de golpe y después un silencio total.
Me iba a levantar para saber qué había sucedido cuando la puerta de mi habitación se abrió y Jaiden entró. Soltando un largo suspiro, relajó su cuerpo de un modo tan exagerado que de no ser por lo roto que me sentía para ese punto, seguro me habría reído de ella.
—Dice que te ama.— Me dijo, acercándose para sentarse a mi lado en la cama, pasando sus dedos por mis cabellos, acariciando mis raíces. —Y que no debes llorar por nadie, ni siquiera por él.—
—Lo sé, lo oí.—
—Sí, yo igual.— Ella sonrió. —Es la primera vez que veo a un alfa así, estoy algo… Sorprendida.—
—Él es así… Siempre me dice cosas como esa.—
—Exacto, a ti.— Jaiden se encogió de hombros. —Es un alfa al que se le aguaron los ojos mientras le hablaba de un omega que ni ha mordido a otra omega. Lo siento si tú estás acostumbrado… Yo no.—
—¿Lloró?—
—Casi. Golpeó su mano contra el marco de la puerta.—
—¿Y él está bien?—
—No lo sé ¿Y si le preguntas?— Ella acarició mi mejilla, mostrándome una pequeña sonrisa. —¿Estás seguro que no quieres escucharlo? Puede que tenga razón y nada sea como crees que es.—
—Jaiden, ella se estaba desnudando mientras él se bañaba ¿Es en serio? Y no es una omega cualquiera… Es ella, la única chica por la que sintió algo alguna vez, desnudándose para él, ¿Crees que no lo harían? Cellbit no esperaba que yo fuera a su departamento porque antes nunca he ido solo, es solo eso… Él… Bueno, eso.—
—Para ser como dices, él realmente parece muy seguro de sus palabras.—
—No sé qué quiere.— Suspiré, observando a mi pequeño dormir. —Seguro solo desea quedar bien, me ha contado muchas cosas y teme que yo lo diga en los medios o algo por el estilo.—
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The perfect omega [GUAPODUO]
Lãng mạnCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Roier tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad, ¿Qué alfa querría encargarse de cor...