Donde Jimin es un esclavo luchando por su vida y Min es un príncipe a punto de coronarse.
¿Las palabras duelen más que los golpes?
¿Los golpes duelen más que el odio?
¿El odio duele más que el amor?
Yoonmin
°°Yoongi top x Jimin Bottom°°
Parejas s...
-Hyung- Jimin ingreso a la habitación del príncipe viendo como este estaba en su escritorio anotando alguna cosas. El miedo lo estaba consumiendo, su vestido se había roto y estaba sucio, no podía imaginar lo enojado que estaría su hyung al verlo, pero necesitaba decirle lo que paso.
-Ahora no Minnie, estoy revisando cosas para... para el reino vecino y necesito terminar esto para mañana- dijo sin verlo
-Es que, hay algo que...- Jimin dio unos pasos más, cerrando la puerta detrás de sí.
-Minnie en serio, estoy muy ocupado, lo que necesites dile a Nana-
-Puedo esperarlo Hyung- dijo rozando la cama con su mano, el valor que tenía se estaba yendo y necesitaba decirlo
- Solo déjame terminar - su voz salió con un poco de molestia esta vez.
Las horas pasaban y el príncipe se veía cada vez más tenso, Jimin se mantenía en silencio, sentado en la cama, cada cierto tiempo cambiaba lentamente de posición en silencio para no distraer a su Hyung.
-Jimin, traeme un té por favor- pidió el príncipe -Jimin- insistió, molesto al no recibir respuesta volteo, viendo que estaba profundamente dormido acurrucado en la cama dándole la espalda.
Se acercó viendo como el vestido que le había regalado estaba totalmente roto y sucio. Rápidamente el enojo inundo su ser, pensando que Jimin habia sido descuidado y lo había roto jugando en el jardín, ese vestido no era barato y había sido muy difícil de conseguir.
Sin embargo, al inspeccionar más de cerca pudo ver sus ojos inchados, lágrimas secas rodando hasta el cardenal que se habia pintado de leves colores morados y ahora ardonaban su rostro, acarició con sumo cuidado su piel, intentando con cada caricia borrar aquellos colores de su piel.
-Minnie...-
-Hyung... - la voz de Jimin salió rasposa y un poco ronca por la reciente siesta
La habitación se mantuvo en silencio, los ojos de Jimin se dirigieron hacia su vestido y fue entonces cuando recordó todo, las lágrimas y el miedo se hicieron presentes.
-El vestido... no lo pude cuidar..- dijo el joven entre hipidos.
Sus manos se pasaron una en la mejilla levemente morada y la otra en la cintura del contrario. Jimin rápidamente rodeo el cuello del principe tratando de calmar sus lágrimas con el calor y el confort del cuerpo contrario.
-¿Qué te pasó en la mejilla Minnie? - Separó un poco al contrario, tomando sus manos, viendo también unos pequeños raspones en estas
-Es... la...- la voz de Jimin era casi un susurro
-Tranquilo cariño, tomate tu tiempo- un pequeño beso fue dejado en la comisura de sus labios, el rubor se extendió por su rostro, las manos del príncipe acariciaban las contrarias con parsimonia
Las lágrimas habían dejado de salir, el silencio permanecía, el príncipe no iba a obligar a decir algo a Jimin, sabía que se lo diría, solamente tendría que esperar a que el contrario estuviera listo, la sangre le hervía de saber que alguien se había atrevido a tocarlo.
Se supone que el lo protegía.
Los minutos pasaron y el príncipe se subió a la cama junto con Jimin, envolviendolo con sus brazos y arrullandolo.
-Jimin- el nombrado hizo un sonido de afirmacion para que supiera que lo escuchara- en una semana yo...- el príncipe se vio interrumpido por el golpe seco de la puerta.
-QUE SE SUPONE QUE ES ESTO MIN YOONGI-
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