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Después de tener un rato más de momentos íntimos, ambos chicos decidieron arreglarse para recibir al padre del rizado.

Quizás Louis estaba un poco nervioso, no conocía muy bien al padre del rizado ni nada por el estilo, eso le intimidaba en cierta parte. Harry trató de tranquilizarlo, pero él también estaba nervioso por ver a su padre.

Ellos nunca fueron muy unidos, desde que tenía memoria hasta los doce años, Harry recordaba que su padre se la pasaba trabajando todo el día así que no tenía tiempo de jugar o preguntarle como había sido su día. Las cosas no mejoraron cuando en el ojiverde cumplió los trece años, recordaba que al día siguiente de su fiesta, su padre estaba empacando sus maletas para irse de la casa. La relación de sus padres había terminado, por la falta de atención y tiempo por parte de ambos, pero aún así decidieron que eso no iba a afectar la convivencia con su hijo.

Harry recordaba que pocas veces veía a su padre, una vez al año para las festividades del día del padre, rara vez lo veía en navidad o año nuevo, solo había estado ahí para mandarle dinero cada mes para los gastos que tenía, aún así, Harry nunca perdió ese aprecio que le tenía a su padre.

Cuando el ojiverde decidió independizarse, todos creyeron que se mudaría a un lugar cercano a donde vivía su padre, para pasar más tiempo con él, para sorpresa de todos fue a vivir a un lugar desconocido lejos de su madre y su padre, para poder experimentar sólo, al parecer no le había ido tan mal.

—¿Crees que tu padre me asesine si se entera que te hice un omega?—preguntó el ojiazul, mirando al menor con cierto temor—Tu madre se veía inocente y buena persona.

Harry rodó los ojos con diversión, mirando al castaño—Tranquilo, él es buena persona también. —asintió—Piensa lo mismo que con mi mamá, tampoco la conocías pero igualmente le hablaste normal.

—Es diferente. —dijo Louis—Él es el hombre que te sacó de su pilin.

—¡Louis!—se quejó el rizado, haciendo una mueca de asco—No seas asqueroso, no le digas así, respeta a mi padre por favor. —murmuró.

El alfa rió bajo, terminando de peinar su cabello castaño mientras se veía en el espejo—Me gusta molestarte con cosas así, te pones todo rojo.

—Es diferente. —respondió Harry, poniéndose frente al castaño para mirarse en el espejo—Una cosa es que hables del tuyo o del mío, otra es que hables de mi papá, iugh.

—¿Hablar sobre qué?—preguntó el castaño, con una ceja alzada mientras veía el reflejo de su omega en el espejo.

Harry bajó la mirada hacia el reflejo de sus pulseras en el espejo, pues la mirada del ojiazul lo intimidaba demasiado—Tú sabes de que hablo.

—No sé de qué hablas, quizás podrías decirlo con palabras claras. —murmuró el castaño, con voz baja en el oído del menor, causándole escalofríos en todo el cuerpo—Hace poco estabas muy vulgar, omega, y ahora te da pena decir esa parte del cuerpo.

El ojiverde estaba por responder, hasta que se escuchó el timbre por todo el departamento, anunciando la llegada de le visita.

Louis se separó al instante del menor, su lobo removiendose inquieto por conocer a su suegro y también por alejarse de su omega, gruñendo suavemente en su interior de manera posesiva.

—Debe ser mi padre. —dijo el ojiverde, terminando de arreglar su cabello una vez más—Voy a abrir, quédate tranquilo ¿Si? Él no es mala persona, solo te va a ver feo al principio pero luego toma confianza.

El ojiazul hizo una mueca, tragó saliva y suspiró—Me va a matar. —murmuró el ojiazul, caminando detrás del rizado.

Harry rodó los ojos con disimulo antes de abrir la puerta, conteniendo la respiración al hacerlo.

—Hijo. —dijo Desmond, quien veía a su hijo con una sonrisa enorme—Te ves muy bien, me alegra verte. —siguió hablando, tomando al rizado en sus brazos para envolverlo en un cálido abrazo.

—Hola papá. —murmuró, carraspeando incómodo—A mi también me alegra verte, hace mucho tiempo que no nos vemos.

El tono de voz de Harry se escuchaba como un reclamo, su niño interior aún sentido por todo lo sucedido años atrás.

—Lo sé, he tenido unos días muy ocupados. —respondió Desmond palmeando el hombro de su hijo—Aún así, veo que tu madre te supo cuidar.

Harry frunció levemente su nariz—Sí, mi madre supo cuidarme siempre.

—Pero bueno, dejemos de hablar de ella y cuéntame sobre ti. —el mayor cambió la conversación, entrando al departamento de su hijo junto con sus maletas.

—Primero quiero presentarte a alguien. —dijo el rizado, tomando una de las maletas en sus manos.

—¿A quién?

—A él. —murmuró el ojiverde, alzando la mirada hacia el castaño que estaba sentado en unos de los sillones—Él es Louis, es... mi novio. —murmuró.

Desmond abrió la boca sorprendido, mirando hacia el rizado—Okay... eso no me lo esperaba.

Harry tragó grueso, mirando a su padre—¿Estás molesto?—murmuró.

—Claro que no, Harry. —sonrió levemente—Está bien, aparte se ve que es lindo—rió bajo.

El ojiazul alcanzó a escuchar, sonrojandose al instante—Hey. —saludó con una leve sonrisa—Me llamo Louis, un gusto.

—Mucho gusto, soy Desmond. —respondió el padre del rizado, extendiendo su mano hacia el castaño.

Ambos hombres estrecharon sus manos, comenzando a conversar entre ellos.

Harry estaba realmente impresionado pero a la vez feliz por la interacción entre su padre y alfa, al menos eso había salido bien.

Secret Alpha || larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora