Divino [EN PAUSA]

Capítulo 1

Diciembre de 2033.

Árboles y árboles se pasean a su alrededor, dejándolos atrás con cada paso que da; no obstante, no puede correr como normalmente lo hace. El sentimiento en sus piernas como si le pesaran una tonelada y el sonido de las pisadas retumbantes de la bestia detrás de sí. Corre internándose en el bosque, sin un rumbo fijo por el cual guiarse. El crujido de las ramas y hojas pasando bajo sus pies se escucha mil veces más fuerte, como si fuera todo lo que se escuchara en el eco del bosque, además de su propia respiración y la de la bestia tras él.

No es tan rápido como él suele ser, pero la bestia no logra alcanzarlo a pesar de ello, acrecentando su desesperación y provocando lágrimas en sus ojos. Corre sin saber por cuánto tiempo, hasta que finalmente rebasa a la criatura por un par de metros, vislumbrando a lo lejos la silueta de una persona dándole la espalda. Cuando Renjun llega a donde él, le toca un hombro, causando que éste se dé la vuelta. Escucha las pisadas cada vez más cerca antes de escuchar a Hansol pronunciar, «Despierta».

Renjun abre los ojos al momento, sintiendo como su cuerpo se sobresalta por la abrupta acción. Cierra los ojos con un suspiro de alivio, percibiendo a lo lejos el ruido de los pájaros cantando y más de cerca las respiraciones de Jaemin y Jeno. Se talla un ojo con cierta pereza, bostezando por el sentimiento de cansancio que aún persiste en él. Vuelve a abrir los ojos, meditando su sueño.

Hace muchos años había tenido ese mismo sueño, aunque claro, el principio había sido diferente, pero Jeno detrás de él estaba allí y eso parecía ser lo más importante (al menos por el momento). Los sentimientos de pánico y ansiedad aún latían en su corazón, aunque la confusión era la que más destacaba. Además, Hansol estaba allí…

En su momento nunca se preguntó por qué el mayor había aparecido de aquella forma en su sueño, pero ahora lo entendía. Quizá aquella vez tampoco era Hansol, quizá era su espíritu el que deseaba advertirle algo. ¿Pero qué? ¿Y por qué ahora? Se queja un poco, cubriéndose el rostro con ambas manos. Era demasiado temprano para pensar en algo tan complicado; además, el tener que ver a Hansol de nuevo y sin aviso le había removido muchos sentimientos del pasado.

Incluso con su tumba estando a algunos metros de la casa, el hecho de ver su rostro se sentía completamente diferente, sumándole a ello que había sido en uno de sus sueños premonitorios. Y claro, también por el hecho de que lo extrañaba. Todos lo extrañaban muchísimo. Sobre todo, Jaemin, aunque éste jamás mencionaba palabra alguna del mayor. Se gira para poder verlo, notando que Jaemin sigue dormido. Se acerca para darle un abrazo y le da un beso en la mejilla, acariciando sus cabellos.

Se da la vuelta para hacer lo mismo con Jeno, quien se remueve un poco en cuanto le planta el beso y, tras percibir bien su olor, finalmente abre los ojos. Su mirada se pasea por el techo de la cama antes de mirar a Renjun. Éste le sonríe, aceptando el beso que Jeno le da en los labios. Al separarse, Jeno se dirige a olfatear su cuello como cada mañana. ―Estás ansioso ―murmura Jeno, tratando de no despertar a Jaemin.

Renjun sonríe ante sus palabras, un poco divertido al pasar por alto el hecho de que alguno se daría cuenta al despertar. ―Tuve un sueño extraño ―es todo lo que dice. Ni siquiera sabe qué sentir ni cómo asimilarlo, así que esperaría un poco para decirle al par.

Jeno no dice nada por un momento. ―¿Fue un sueño premonitorio? ―inquiere, y Renjun asiente, sin querer negarlo.

―Sí, pero no quiero hablar de eso. Cuando esté más tranquilo se los cuento ―promete, y Jeno asiente de vuelta, alzando una mano para desnudar el hombro de Renjun. El menor se deja, sabiendo que deseaba ver la marca hecha el día de ayer.

Todavía estaban las marcas de sus dientes «colmillos» grabados en su piel, la cual se hallaba limpia tras Jeno haberla lamido para curarla. Al par le encantaba revisarle las mordidas y verlas aún visibles, así que Renjun tendía a no usar la regeneración por dos o tres días.