CAPÍTULO 11

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Ella es mi hermana mayor, tiene veintiséis pero parece de quince porqué está anemica. En otra situación ella pudo haber sido una gran abogada, pero pasó un inconveniente que la alejó de su carrera y del camino del bien, a ese inconveniente le llamaremos: Kaori. Gracias a Kaori, ahora mi hermana se droga, bebe alcohol en exceso y probablemente llegó a prostituirse. Pero no toda la culpa es de Kaori, también es de mi hermana por haberse dejado manipular de esa forma.

La sigo de cerca para no perderme en el estudio de tatuajes completamente oscuro. Subimos unas estrechas escaleras que estan detrás de una cortina color vino para subir a la parte de arriba; su casa. Del lado izquierdo está la cocina y del lado derecho la sala que sirve de comedor y un pasillo a oscuras que da a las tres habitaciones. Y aquí es donde vive mi queridísima hermana junto con su novia Kaori.

──¿A qué se debe tu visita? ──se acerca a la cocina y destapa una olla de mala muerte.

──Necesito hablar con Kaori

Kaori conoce a medio Japón, ella me puede ayudar mucho en este momento. Kaori es una chica chiflada que tiene contactos por todo el país gracias a su familia. Ella me ama cómo su hermanita, y estoy segura que no se negara a ayudarme.

──¿Quién me busca? ¿Acaso es mi preciosa ____?

La voz de Kaori es juguetona. Miro a mi hermana, tiene su mirada perdida. La recorro con la mirada, desde su cabello con un chongo mal hecho que se le ve bien hasta sus pies descalzos llenos de curitas y vendas, recordando cada detalle de ella, porqué no sé cuándo la volveré a ver, al paso que va no le veo una visita a futuro, pero trataré de sacarla de aquí a ella y a Kaori; otra vez. Luego veo a Kaori aparecer, saliendo de la oscuridad del pasillo, usa una blusa blanca de tirantes y unos shorts grises. Sus ojeras son más grandes que mis tetas, y eso que yo las tengo enormes.

Al igual que mi hermana, ella está tatuada hasta el alma. Le sonrío, ella corre hacia mí y me abraza, me besa y susurra cosas inaudibles en el proceso. Yo le aceptó el abrazo, y veo cómo mi hermana lleva los tres tazones a la mesita que está en el centro de la sala, uno en cada mano y otro en la cabeza. A mi hermana le queda perfectamente la canción "Criminal" de Britney Spears, mi hermana era una chica evangélica que iba a la iglesia todos los domingos, y que hablaba mucho, y sí de Cristo. Kaori, una chica que no cree en cosas invisibles y que hace de todo menos ir a misa, estaban destinadas a enamorarse. Y hacen bonita pareja, si quitamos que Kaori se droga y tiene problemas de ira todo está perfecto. He tratado de sacarlas adelante, que sean personas "civilizadas" y de "bien" pero no sé dejan, siempre vuelven a lo mismo, supongo que así son felices.

Las tres nos sentamos alrededor de la mesa redonda, Kaori le agradece a mi hermana e intenta darle un beso en la mejilla pero mi hermana se aparta. Me quedo confundida.

──¿Para que me buscabas? ──la voz de Kaori cambia, ve a mi hermana entre dolida y molesta. Mi hermana la ignora y come en silencio.

──Necesito que me ayudes a localizar a alguien, ¿Conoces a Ichiro e Ikki? ──enredo varios fideos en los palillos y los llevo a mi boca.

──Conozco a todo el mundo ──sonríe maliciosa, lleva a su boca el ramen.

──Dime en dónde están entonces

──Podria decírtelo, ¿A cambio de qué?

──No lo sé ¿Qué quieres? ──suelto. Desvió la mirada.

Kaori se lo piensa. Me preguntó que querrá a cambio, no tienen problemas económicos, el dinero puedo descartarlo.

──Qué me digas el porqué estás relacionada con los Haitani

Nuestra [Haitani x t/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora