VIII

129 40 1
                                    

- Esto es enfermizo.

Las palabras de Nanami no podían estar mas de acuerdo con el pensamiento de todos. Sin embargo, a pesar de saber lo morboso de su extraña relación, Satoru había desarrollado otro pensamiento más intrusivo: instinto asesino. Deseaba con todas sus fuerzas poder acabar con la vida de Esou y su deforme hermano.

- Por mucho que no me guste decirlo -dijo Masamichi-, esto no prueba la inocencia de Yuuji.

- ¿Qué dijiste? -preguntó Gojo de manera baja, tratando de calmar más sus instintos primitivos.

- Yuuji escapo por su propia voluntad y hasta ahora no ha aparecido. Las muertes continúan y Esou esta en la cárcel.

- El temor que mostraba el niño en el vídeo es muy probable que haya desarrollado TEPT. Hace que su miedo lo domine, con eso Esou y Kechizu tienen mayor probabilidad de dominarlo -explicó Shoko.

- ¿Pero si no se trata de eso? -pregunto Suguru-. Que tal si Yuuji realmente ha escapado y estaba encantado de ver a Esou tras las rejas. Visito a Satoru para asegurarse de que no salga como lo hizo hace tres años atrás.

- ¿Entonces por qué no nos hablo de Kechizu, el segundo hermano? -preguntó Nanami.

- Temor de ser atrapado por él -dijo Shoko-. Por los vídeos se puede asegurar que al que más temía Yuuji era a Esou.

Gojo estuvo a punto de poner se pie para ir directamente a la celda de Esou y dispararle entre medio de sus asquerosos ojos, pero alguien entro a la sala interrumpiéndolo.

- Detective Gojo -mencionó-, alguien lo busca.

- ¿Quién? -pregunto Suguru.

- Un chico llamado Fushiguro Megumi.

- ¿Lo conoces? -Gojo negó.

- Dice que quiere hablar sobre Itadori Yuuji -explico el policía.

Los cinco se pusieron de pie para avanzar hacia el ascensor e ir a la entrada de la comisaria y que tan grande fue su sorpresa al ver al mismo hombre con el que Yuuji ceno la noche que lo siguió junto a Suguru.

El pelinegro se asusto al ver a tantas personas viéndolo descaradamente.

- ¿Todos son Gojo Satoru? -pregunto de manera molesta.

- Yo lo soy -dijo aclarando su mente-. Y tu eres su cita.

Megumi frunció el ceño para luego sonreír.

- Soy su mejor amigo no su cita.

- Saliste con él la otra noche -casi reprochó.

- A comer... como mejores amigos.

- Él dijo que fue una cita.

Megumi iba a explicar la situación, pero un hombre mas corpulento que Gojo dio un paso hacia él.

- Capitán Masamichi Yaga -se presentó-. Tengo entendido que vienes a hablar de Itadori Yuuji.

- ¿Hablar? Más bien a preguntar.

- ¿Qué quieres saber? -pregunto Suguru.

- Yuuji no contesta mis llamas. Estoy preocupado.

- Tampoco contesta mis llamadas -dijo Gojo-. ¿Tienes alguna idea de donde pueda estar?

Megumi dudo.

- ¿Creen que él es el cómplice?

- Es mejor hablar de esto en una sala -comentó Nanami guiándolo a otro lugar.

Shoko se excusó con trabajo dejando solo a los detectives en la sala junto a Megumi.

- Bien -comenzó Masamichi-. ¿Qué tienes que decirnos de Yuuji?

- Es inocente.

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque me conto de principio a fin lo que sucedió hace tres años.

- ¿Tres años? -repitió Suguru-. ¿En la operación de Gakuganji que salió terriblemente mal?

- Esa misma, en realidad no se quien la dirigió, pero él estaba ahí -miró a Gojo.

- Fue la primera vez que pelee con Esou, pero... ¿cómo lo sabes?

- Yuuji también... él te vio y me lo conto. En ese tiempo Yuuji y yo solo éramos conocidos en un trabajo de medio tiempo, a pesar de llevar dos meses juntos nunca congeniamos mucho, bueno, no hasta que llego muy malherido -hizo una mueca al recordarlo-. Mi padre lo ayudo y le dio asilo por unas noches hasta que desapareció por dos semanas.

- ¿Qué sucedió?

- Al parecer a Esou no le gusto que no llegara a dormir así que lo encerró. De hecho, estaba encerrado cuando sus compañeros llegaron para atraparlo, Yuuji vio la oportunidad para escapar y vio a un detective haciéndole frente al hombre que lo atemorizaba hasta la muerte.

Gojo no dijo nada.

- Quedo asombrado por tu valentía y eso hizo lo hizo valiente, por muy raro que suene. Yuuji escapo de ellos gracias a ti, Gojo -sonrió-. Mi padre y yo le buscamos un nuevo lugar a nuestro nombre, encontró trabajo y fue feliz estos tres años escondido de la sociedad por temor a ser encontrado hasta que tú, de nuevo, lo atrapaste. Quiso asegurarse que esta vez no saliera por falta de pruebas y asistió a tu fiesta.

- ¿Él te dijo que hacia cuando ellos asesinaban? -pregunto Nanami.

- Nada. Se escondía colocándose unos enormes audífonos para no escuchar.

Masamichi suspiro.

- El juez lo tomara como cómplice por no decir nada.

- Si es que desarrollo TEPT es muy probable que lo encierren en un manicomio -dijo Nanami.

- Ustedes no entienden -bramó Megumi-. No saben lo que es vivir rodeados de dos psicópatas que desde pequeños te golpean hasta que quedaras desmayado o casi muerto, esperando que el siguiente día fuera el último. Yuuji jamás perdió la esperanza de que algún día ellos desaparecieran, es más, quién creen que fue el que dejo aquella pista que encontraron. ¿acaso creen que fue un milagro? ¡Esou no comete errores!

- ¿Fue Yuuji? -dijo Gojo casi sin voz.

Megumi asintió con los ojos enrojecidos.

- Después de lo que ha vivido, Yuuji se conforma con el cariño más mínimo que recibe de las personas. No se molesta cuando lo traicionan o rompen su corazón, solo se limita a sonreír sabiendo que algún día Esou o Kechizu lo atraparan.

- Oye -murmuró Gojo con una pequeña sonrisa, acariciando su cabello-, yo no dejare que eso pase. Pero primero me tienes que decir donde encontrar a Yuuji.

- Yuuji no es su cómplice -insistió.

- Lo sé. Y te creo.

- Debes creerlo, niño -dijo Suguru-. Satoru es el único que jamás creyó que Yuuji fuera el malo.

Satoru apretó la mandíbula. Las palabras de su amigo no eran totalmente ciertas, si dudó de él y al hacerlo se sintió como una escoria que no tenia derecho a vivir. Además de traicionarlo rompiendo el pacto que habían hecho durmiendo con una mujer sin antes avisarle.

Era un hijo de puta de lo peor. 

DULCE - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora