A mí me gustan mayores
De esos que llaman señores
De los que te abren la puerta
Y te mandan flores 🎶"¿Por qué lo contrataste?" Sergio le preguntó a su esposo, con el ceño fruncido mientras miraba por la ventana de la habitación al joven que limpiaba la piscina.
"¿Eh?" Preguntó Christian, distraído mientras revisaba sus maletas por última vez, asegurándose de tener todo lo que necesita para su viaje de negocios. "Necesitábamos a alguien que nos ayudara, el es joven y necesita trabajo. Además, pensé que sería algo bonito de ver para los dos. ¿Empaqué mi computadora?"
"Debería usar más ropa, se quemará con el sol" dijo Sergio cruzándose de brazos, el niño llevaba el short más pequeño que Sergio había visto jamás, bien apretados que abrazaban su trasero, y él seguía inclinándose para llegar al centro de la piscina con el skimmer de red, era una interesante distracción y Sergio no pudo evitar pensar que Christian tenía motivos ocultos al contratarlo. ¿Se estaba haciendo demasiado mayor para Christian? Sólo tenía 28 años, pero el chico (Max, se llamaba Max, se recordó Sergio) parecía tener 19 años como máximo. ¿Quizás Christian quería un chico más joven? El ceño de Sergio se hizo aun más profundo.
"Ve a decírselo tú mismo, pero personalmente yo disfruto la vista, supuse que tú también lo harías" dijo Christian, con su teléfono sonando en su bolsillo. "Ese es mi auto, necesito irme", dijo, inclinándose para darle un beso a Sergio. Parecía completamente ajeno a la angustia de Sergio, como siempre. "Pórtate bien mientras estoy fuera, volveré en una semana"
"Sí, que tengas un buen viaje" dijo Sergio en voz baja, mirando la espalda de Christian mientras salía por la puerta con sus cosas. Cuando se volteó hacia la ventana, el niño todavía estaba inclinado, como si se estuviera exhibiendo, estirando ese cuerpo toneado y en forma, mirando por encima del hombro, como si quisiera asegurarse de que alguien estuviera mirándolo, probablemente Christian ya se lo había cogido, pensó Sergio con el ceño fruncido.
No era como si Sergio tuviera el amor del siglo con Christian, pero su relación era mutuamente beneficiosa: Sergio obtenía seguridad financiera y Christian conseguía un chico joven para mantener en su cama, era algo así como un sugar baby. Sergio ya había aprendido a tolerar al viejo con el paso de los años... pero tal vez Christian se estaba aburriendo y quería un modelo más joven.
Sergio tuvo que admitir que el chico era precioso, demasiado hermoso, especialmente cuando se paseaba por la casa en esos shorts diminutos, ningún hombre podía resistirse a alguien con ese aspecto y Sergio sabía que su marido era especialmente malo a la hora de ceder a la tentación pero Sergio había trabajado demasiado y aguantado demasiado como para perder la estabilidad que tenía, una vez que Christian muriera, su fortuna pertenecería a Sergio y entonces finalmente podría vivir su vida y tener su propio y hermoso hijo, este alto europeo no iba a arruinar sus planes.
Pero Sergio nunca había sido del tipo que confrontaba a nadie por nada y no podía encontrar el valor para acechar por ahí. Suspirando profundamente, caminó hacia la cama y se dejó caer sobre el suave colchón, ni siquiera se había dado cuenta de que se había quedado dormido hasta que sintió una mano suave que lo sacudía.
"¿Señor Perez?" dijo el niño y los ojos de Sergio se abrieron de par en par, ligeramente sorprendido, Max estaba en su habitación todavía vestido con sus diminutos shorts cortitos que no dejaban nada a la imaginación y Sergio sintió que sus ojos se deslizaban hacia ese esbelto torso esculpido antes de detenerse.
"¿Qué estás haciendo?" Sergio le preguntó al niño, obligándose a sentarse. Sergio nunca hablaba realmente con el personal y prefería dejárselo a Christian, no recordaba la última vez que le había dicho algo más que un cortés 'buenos días' a Max.
"Limpié la piscina, señor", dijo el niño en un español entrecortado, sonriendo alegremente a Sergio.
"Sí, ya vi", dijo Sergio, todavía con el ceño fruncido. La sonrisa del chico vaciló un poco. "¿Por qué estás en mi habitación?"
El chico inclinó la cabeza confundido ante el tono desagradable de Sergio. "El señor Horner me dijo que limpiara la piscina y luego le preparara la cena, hice enchiladas por que pensé que extrañaría la comida de su país, seguí una receta de YouTube pero sabe muy rico. ¿Tiene hambre, señor?"
Se le hizo un gesto realmente lindo y enchiladas sonaban muy bien en estos momentos pero no quería ceder tan rápido.
"En realidad no" dijo Sergio, con los ojos recorriendo el cuerpo del chico. "¿Puedo preguntarte algo?"
"Por supuesto, señor."
Sergio miró al niño; era aún más hermoso de cerca y Sergio de repente se sintió inseguro. ¿Alguien culparía a Christian por dejarle por Max? Especialmente el tipo de personas con las que Christian se rodeaba: probablemente lo felicitarían por "cambiar". "Tú y mi esposo... ¿están -?" Se interrumpió, agitando una mano en el aire mientras buscaba las palabras adecuadas.
Max ladeó la cabeza, luciendo confundido. "¿Sí? ¿Le hice algo malo al señor Horner?" preguntó, sintiendo claramente la infelicidad del mayor. Sergio suspiró, no podía hablar de las intenciones de su marido, pero dudaba que el chico tuviera algún plan maestro para ocupar su lugar en la vida de Christian.
"No, no, Max. ¿Te gusta este trabajo? Quiero decir, ¿mi marido es amable contigo?" preguntó. Sergio pensó que tenía más posibilidades de descubrir lo que Christian estaba haciendo si intentaba una táctica diferente.
"Sí, señor, muy amable." Dijo Max, mirando hacia la colcha, parecía tímido pero había algo más en su rostro que Sergio no pudo identificar y Sergio arqueó una ceja.
"¿Demasiado amable?" -Preguntó, agachando la cabeza para intentar encontrar la mirada de Max. Estaba mirando fijamente las mantas, tirando distraídamente de un hilo suelto. "Max, responde la pregunta. ¿Mi marido ha sido demasiado... amigable contigo?"
"No, no, señor Perez, es sólo que el..." Max se calló, mirando sus pies. "Me mira mucho... Siento sus ojos sobre mí cuando limpio la piscina pero yo no quiero que mire, lo juro", dijo rápidamente Max, levantando la cabeza para encontrarse con la mirada de Sergio.
Parecía bastante agradable, pero Sergio podía sentir que había algo calculador en el chico, como si supiera lo hermoso que era y estuviera dispuesto a usar su buena apariencia para conseguir lo que quería, es sólo que Sergio no podía entender exactamente qué era lo que buscaba Max, no parecía estar muy interesado en Christian, si su mirada vagamente disgustada cuando Sergio insinuó que habían estado durmiendo juntos era algo a tener en cuenta.
Sergio suspiró de nuevo. Quizás estaba siendo injusto. "Está bien Max. No me sorprende que te mire cuando estás vestido de esa manera, ponte más ropa a partir de ahora, ¿de acuerdo?" dijo, y Max volvió a mirar hacia abajo, mordiéndose el labio inferior tímidamente.
"Pero... el señor Horner me dice que me vista así" admitió en voz baja, mirando a Sergio a través de sus pestañas y Sergio podría jurar que parecía casi coqueto. "Necesito el trabajo, así que hago lo que él dice, por favor no se enoje conmigo señor Perez".
Sergio suspiró profundamente, el niño parecía dulce y serio, Sergio no quería castigarlo por el mal comportamiento de su marido. "¿Ha tratado de tocarte o te ha pedido que le hagas algún... algún favor sexual?"
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Primer capítulo woohoo 🎉
Va a ser una historia súper corta pero espero les guste!!
ESTÁS LEYENDO
Sweet Sugar Babies
Fiksi PenggemarChristian es el Sugar Daddy de Sergio pero Max quiere que Sergio sea su Sugar Daddy.