𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔 𝑫𝒆 𝑹𝒐𝒄𝒌 [Izuku x Jirou]

Intento... ¿Exitoso?

Izuku por más que estuviera intentando relacionarse con la chica de sus últimos sueños (fracasando en el intento).

Nunca se había dado por vencido, en ningún momento, y ella tampoco lo hacía por su lado ciertamente romántico.

El era el tipo de persona que daba mil vueltas, y ella una chica tan directa. Parecía que los roles se habían invertido por arte de magia.

Aún que para el pecoso, esa magia tuviera nombre y apellido.

Ninguno se rendía por su lado, ella seguía escribiendo esas cartas con tanta pasión como si fuera la primera. Y el cada vez sentía que se acercaba más a su objetivo de tener, al menos, un encuentro que los lleve a ser amigos.

Y como muestra de esas intenciones de amistad. El pecoso hoy había comprado algo. Que aún siendo pequeño, tal vez le alegraría.

Hace poco, en una conversación de la pelimorada con su amiga apodada "Yaomomo" el había escuchado "sin querer" que la chica de los Jacks había perdido su última pua de bajo que le quedaba. Así que, ¿Que mejor idea de darle eso que le falta a la muchacha?

[Intento 28]

El peliverde ingresó a su salón con tranquilidad, pero si lo mirabas bien. Notabas que el estaba extremadamente nervioso, pero por algún ser superior, el podía disimularlo bastante bien.

Lentamente se acercó al asiento de la chica de pelo corto, la cual, estaba distraída con su teléfono hasta que entró en completo pánico y fingió demencia sobre todas las cosas que estaba haciendo para prestarle atención al muchacho que tenía enfrente.

- Ho- em Hey- Digo UH! Eemm... Que onda... Midoriya... -

intentó verse lo más casual, aún con un rubor en su cara y sudor recorriendo por todo su cuerpo, se había tensado demasiado solo con la presencia de aquel chico.

Eso solo le sacó una risa al pecoso, se le hizo extremadamente tierno el como la chica de tan fuerte carácter, estaba hecha una bolsa de nervios, era más parecido a él que a ella misma.

- Hola jiro! -

Al peliverde se le había hecho ya repetitivo decir esa frase.

- vine por qué te traje un regalo... -

Murmuró el chico, con un leve rubor en su cara, y apartando su mirada de la muchacha, quien simplemente quedó en shock.

Su piel se puso pálida y un humo de máquina empezó a salir de sus orejas peculiares, como si fuera un robot haciendo cortocircuito.

El sucesor del símbolo de la paz tan solo pudo, tras ver esa reacción, dejar su pequeño regalo sobre la mesa enfrente de la pelimorada, quien no tenía ningún tipo de signo de vida.

La chica después de un minuto de estar en un trance en otro universo, observó lo que el pecoso le había dejado en su lugar, y al notarlo, tan solo pudo volver la sangre a su cara y entrar en completo pánico, recibiendo una taquicardia.

Izuku le había dejado una pua de color morada con un paquete de chicles sandía.

Ella al ver la pua, no pudo evitar emocionarse, pero al notar el paquete de chicles, tan solo pudo pensar en la carta que le había hecho el peliverde hace tiempo.

- Oh... Dios... -

Fueron las últimas palabras de una Kyoka antes de caer rendida de espaldas al suelo.

Ese día, cuando la consciencia al volver al cuerpo de la rockera. Ya se encontraba en enfermería.

La chica al despertarse, se tomó la cabeza por el dolor que tenía esta.

Lo siguiente que hizo, fue ver a su lado, y pudo ver a su querida Yaomomo leyendo algo con sus robustas piernas cruzadas sentada.

- buen día. -

Le dijo con una mirada burlona.

- me desmayé... no? -

- efectivamente. -

- maldición... -

La pelipurpura solo pudo darse un golpe con la palma abierta en su propia cara, y dejo la mano tapándola.

Estuvo ahí un rato, hasta que recordó algo.

"El... me dejó los mismos chicles...

¿¡¿¡¿¡ACASO YA SE DIÓ CUENTA?!?!?!"

Y volvió a caer en coma en la cama, asustando a una burlona Yaoyorozu que no se esperaba ver esa reacción