Poema

1.1K 113 9
                                    

- Oh, Hola Midoriya. -

Y el tiempo de frenó.

Entre ambos, sintieron como las aves dejaban de cantar, como el viento dejó de respirar y el cielo se congeló sobre ellos. Todos expectantes de lo que sucedería.

Sintieron como el otro se volvió el centro del mundo, y también del suyo.

- Hola... Jiro. -

Respondió tomando otra bocanada de aire para pensar bien sus palabras.

- Cuánto tiempo llevamos ya? -

Preguntó cambiando su vista del peliverde y posarla nuevamente en el cielo encima de ellos.

- Tiempo de que? -

- Tiempo desde que te dí la primera carta. Bobo. -

Sin hacerse esperar, el color carmín los rodeó a ambos.

- Jiro... yo-

El peliverde quiso hablar. Pronunciar sus tan queridas palabras para dar a entender lo que sintió en este tiempo.

Pero fue interrumpido por la chica de sus sueños.

- Midoriya. Desde el primer día de clases, haz llamado mí atención. No sé que fue realmente... tus ojos esmeraldas. Tu pelo increíblemente verde. Tus pecas que te hacen ver adorable. No sé que fue, pero desde que entré a está academia. Conquistaste mi cabeza lentamente. Tus actitudes tan nerviosas y tímidas no te detenían de hacer locuras heroicas por todos lados. Rompiéndote los huesos siempre que era necesario mientras salvaras a alguien que no era ni un conocido. Eres increíble. -

Apoyándose en la barandilla con fuerza en sus manos, no tenía planeado mirarlo a los ojos diciendo todo esto.

El pecoso tan solo tenía la mirada expectante sobre ella.

- Y yo pensé que era admiración. A fin de cuentas, eras un héroe en toda la palabra. Pero el tiempo pasó, y pasó, y pasó... y me di cuenta de que por más que conociera más gente, seguías ahí. No éramos ni amigos, pero siempre estabas presente, y me habías sonreír como una boba. Para cuando me di cuenta. Ya tenías mí corazón en tu mano. Y recién pude aceptar estos sentimientos ya un año después de entrar acá. -

Izuku escuchaba todo con devoción. Era la uno de esos momentos que no querés que paren.

- Y aquí estoy. Donde me planteé escribirte una carta por primera vez. Y quién diría que meses después. Estaría confesandome? -

Porfin, lo volteó a ver a la cara, siendo observada con ojos cristalinos de incredulidad y emoción. Sintiendo como toda su confianza que obtuvo tras prepararse se había ido tras ver su cara tan linda a sus ojos. Pero no había vuelta atrás, tenía que terminarlo.

- mí corazón esta encerrado en una jaula, y la única llave que la puede abrir la tienes tu. -

Ofreció su mano hacia su dirección.

𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔 𝑫𝒆 𝑹𝒐𝒄𝒌 [Izuku x Jirou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora