CAP. 3

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Desde que su padre le había dicho eso, la atención de ellos se centraba exclusivamente en Jisung, su malestar incrementaba con el pasar de los días, un efecto muy contrario a lo que tenía planeado.

Los entrenadores apenas volteaban a verlo y su padre, parecía que lo había eliminado por completo de su mundo.

— Deberías volver — le dijo uno de sus amigos, volteó a ver muy a lo lejos ese diminuto castillo. Sus luces encendidas expresando esa aura tan extraña que siempre poseía.

— Ellos no me quieren Xiaojun, solo quieren a mi hermano — respondió — Lo único que les interesa es seguir manteniendo feliz a la corona mientras bajan sus cabezas y cortan los lazos con sus lobos — agregó.

Después de la iniciación en la casa del fuego todo había cambiado, el ambiente en su casa era cada vez más sofocante obligándolo a huir de su habitación hace ya diez lunas llenas. Mal era una palabra bastante corta y de poco significado para lo que realmente experimentaba en estos momentos.

— Nadie puede quitarte la corona, es tuya — Minhyung sabia de sobra eso, la corona era suya y sobre todo tenía una promesa que cumplir al incorporar a cada hombre libre al reino del norte.

Ellos merecían una oportunidad que se les arrebato, eran hombres y gigantes increíbles llenos de conocimiento y con un entrenamiento espectacular. Prefería mil veces luchar con ellos que con los guardias del castillo.

— Cuando sea nombrado Rey del Norte y la corona descanse en mi cabeza ustedes vivirán sin límite alguno — declaró Minhyung.

Sus ojos se sentían diferentes, claro, la luna llena estaba bajo suyo la conexión que tenía con sus lobos se potenciaba, así como la suya. De tanto que se perdían los habitantes del norte...

Le daba una pena que esperaba remediar, volver a esos tiempos en que todos poseían un lado animal. Donde la nieve no era temida y los animales empujados hacia las profundidades de todo lo conocido para sobrevivir.

— Me gustaría viajar más allá de lo que esta explorado — reveló.

Algo en su pecho le decía que detrás de esas inmensas montañas existía algo que lo llamaba, podía sentir esa esencia tan pura e incluso camino de energía eran visibles sobre la nieve.

— Es peligroso — volteo a ver al líder de todos los hombres libres — Nadie ha llegado más allá de las montañas, el terreno es virgen por lo que es demasiado arriesgado.

Minhyung conocía los riesgos, sabía que podría jamás volver y por ende su promesa jamás seria cumplida dejando solo un vacio que con el tiempo seria contenedor de frustración y odio hacia su persona y habitantes del norte.

— Ese es el problema — suspiro dejando caer su cuerpo sobre la nieve, en sus ojos se revelaban el reflejo de las estrellas y la luna llena quien siempre los acompañaba.

— Los lobos tal vez puedan, ellos conocen aún mejor el terreno que nosotros.

— Seria increíble surcar los cielos ¿no crees? — comentó recordando las historias donde su casa con la casa del fuego, historias increíbles, dos mundos diferentes combatiendo y explorando de la mano para un desarrollo inimaginable.

— Minhyung...

— Es una lástima que esos lazos están casi extintos por culpa de reyes poco dignos de la corona.

— Sin el rey no hubieses nacido.

— O tal vez sí, pero en otra casa, se dice que un sangre pura siempre reencarnara en la alta jerarquía.

PERFIDIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora