⌒ ✶ PECADOS PATERNOS 𖥨 TAEKOOK ADAPTACION.

CAPITULO IV

"No puedo creer que no permitas que me vista," siseó el omega a su esposo. Sonrió tímidamente a la beta que le estaba sirviendo la cena, luego se volvió de nuevo hacia Taehyung mientras la sirviente desaparecía tan discretamente como había llegado. El comedor en que se encontraban era enorme y espacioso, decorado en estilo español. Los pensamientos de Jungkook volvieron a centrarse en su desnudez. Éste era el tercer día que pasaba en la isla y todavía no había podido ponerse prendas de ropa. La buena disposición que había empezado a experimentar hacia el contrario la noche de bodas se había disuelto, y la irritación había ocupado su lugar. "De saber que iba a ser tratado de esta manera..."

— ¿Qué habrías hecho? murmuró el alfa, y sus ojos penetrantes se clavaron en los del omega. Sus aletas de la nariz se ensancharon.

Se habría casado con él igual y los dos lo sabían. Era eso u observar impotente como ponía en la calle a su madre y a su hermano.

"Espero que estés disfrutando..."

— Muchísimo.

"...porque no va a durar siempre." Taehyung arqueó una ceja.

— ¿No piensas cumplir tu parte del acuerdo?

El mayor acercó su vaso de Pinot Grigio a los labios.

—Qué poca deportividad por tu parte, amor.

"Encontraré la manera de recuperar Jeon Chemicals," masculló el omega. "Ya lo verás."

El silencio inundó la sala. Jungkook se preguntó inútilmente por qué había estado atacándolo todo el día. Su escasez de ropa no le había molestado tanto los dos primeros días de su luna de miel, ¿entonces por qué ahora? Frunció el ceño. Se negaba a aceptar que quizás se sintiese rechazado porque, hasta el momento, el alfa no hubiese intentado consumar el matrimonio. De hecho, no lo había tocado desde la noche en la tina del baño. Ahora se sentía absurdo por haber albergado semejantes ideas románticas sobre él después de que eso hubiera pasado. Su orgullo, reconoció, su omega resentía al tomarlo como un rechazo evidente.

Taehyung posó el vaso de vino blanco y chasqueó las yemas de los dedos.

— No tienes ninguna posibilidad de recuperar la compañía y ambos lo sabemos. Ahora quiero ver como desaparece tu enfado y te comes el pescado.

Jungkook bufó, poniendo los ojos en blanco.

" Querer es poder. Además, soy alérgico al pescado."

Juraría que sus amenazas no le habían preocupado al alfa ni lo más mínimo, sin embargo, curiosamente, el comentario sobre su alergia sí que pareció molestarle.

— Lo siento, amor. No lo sabía. Te pediré otra cosa.

Jungkook movió rápidamente una mano para posarla sobre la del mayor.

"Por favor, no toques el timbre," dijo tímidamente. "Casi prefiero comer el pescado antes de que alguien más me vea desnudo." Le pareció que su mirada se suavizaba, pero no podía estar seguro.

— ¿Tuviste algo que ver con eso?

El alfa preguntó suavemente, poniéndose en guardia. Jungkook parpadeó arrugando la frente. "¿Algo que ver con qué?"

— Con que me despidiesen hace años.

Su mandíbula se endureció. — Con robar mis ideas y fingir ante la junta que eran de Gong Yoo.

Suspiró. "Tae... me siento fatal por lo que hizo mi padre, pero..."

— Nada más responde a mi pregunta. Murmuró. Con un sí o un no será suficiente.