Capítulo 10: El día perfecto

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Cazadora frente al lago, lo miró por un momento, después se giró para irse por donde vino, subiéndose con agilidad a la rama de un roble cercano, usando las garras blancas de sus manos para aferrarse a la corteza del árbol, colocando sus patas de cuatro dedos sobre la rama al terminar de subirse.


Después empezó la travesía a Cybersiria, saltando de una rama a otra con velocidad y una agilidad sobre saliente, donde sentía el cálido viento en el pelaje de su cara, el cual ladeaba las telas de sus ropajes rojizos, debido a lo rápido que iba los plieges del mismo se plegaban y estiraban.


El sol poco a poco descendió tras haber llegado a su punto más alto, haciendo que los colores azulinos del cielo se empezaran a apagar de forma leve, donde también se vieron los colores del atardecer.


Al empezar a bajar el astro, se escucharon las campanas de la enorme atalaya donde estaba Aurelio la academia de Union, la enorme torre fue iluminada de forma dispareja por las luces del atardecer, mientras que se notaba algunos dragones salir de las puertas principales; caminando con un pisar de sus cuatro patas , algunos al salir, extendían los cartílagos de sus alas, antes de salir volando del lugar.


Una dragona de escamas rosadas y melena de un tono morado claro con toques de blanco, extendió sus alas ; dejando ver sus cartílagos de tono azul electrico, el cual brillaba de forma espectral, suspirando humo de sus fauces al respirar: este era un humo de colores, brillantes de colores morados y rosados. Se decidió ir a toda prisa, usando sus patas traseras para impulsarse y ponerse en el aire.


Emitiendo unos gemidos adoloridos y algo deprimidos. El dragón con escamas rojas en todo su cuerpo y placas amarillentas que bajaban por su cuello, dejando ver uno de sus ojos de iris azulado, donde se distinguían las vendas que llevaba en el otro ojo. 


Debido a los golpes que recibió por parte de los demás dragones, partes de la armadura que llevaba estaban algo chamuscadas y abollada por los ataques consecutivos del entrenamiento, mientras que notaba los moretones en las extremidades de sus patas delanteras, extendiendo un poco los cartílagos amarillentos de sus alas, estos eran del mismo tono que sus espinas dorsales, haciendo ruido al arrastrar la cola por el sendero de piedras.


—Sabía que me iban a terminar moliendo en el entrenamiento, El Maestro Sota. Me dijo que si Black llegaba, iba a luchar contra cinco dragones con él, seriemos un equipo épico, pero siendo un dragón de fuego normal, ¡poco puedo hacer! —contestó Rex con un tono suave, emitiendo unos gemidos suaves, mientras que su cara de decepción era iluminada de forma leve por las luces del atardecer—. ¡¿Cómo puede Black hacerme esto?! ¡Tengo ganas de decirle lo que pienso...! —señalo con un tic nervioso en el ojo que estaba descubierto, debido a que el otro estaba vendado, dejando brotar algunas gotas de sangre de sus fauces, debido a las heridas internas que tenía en la boca, manchando de forma leve el suelo del camino, quedaba hasta el muro que delimitaba el jardín de la torre.


De repente, pudo escuchar unos pasos rápidos, estos eran de otro dragón de escamas rojo oscuro, placas de un tono apastelado de amarillo con un cuerpo más robusto en comparación a Rex, inclusó tenia espinas dorsales de gama negra y una enorme espina dorsal sobre la cabeza, justo entre sus cuernos: estos estaban curvados hacia atrás, eran dos en cada lado, dejando ver una gema en su cuello, puso una sonrisa colmilluda, donde enseñó unos dientes afilados al avanzar, este extendió sus alas por completo, dejando ver los cartílagos negros y los huesos del mismo tono rojo oscurecido, enseñando unos cuernos en la punta de estas, estos eran retorcidos, alzandó la cola en señal de superioridad.

La leyenda de Spyro: La Dimensión FronterizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora