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Dazai se sentía muy mal,cada ves más los malestares eran presentes en su cabeza. Chuuya notaba eso, le preguntaba si quería irse pero Dazai siempre decía que no, que sus malestares no debían afectarles.

Chuuya noto como Dazai miraba justamente donde había mucha madera quemada, donde posiblemente habían estado las escaleras de la casa, no comprendía por que las miraba tanto o que tenían de interesantes, pero eso le estaba preocupando.

- Osa,¿que tanto les ves?— pregunto el pelirrojo,apuntando la luz de su linterna hacia la zona quemada— es solo madera quemada, no hay nada aquí que sea interesante—

- estoy bien,Chuu, no pasa nada— decía con mentiras, se sentía mal pero no quería preocupar a Chuuya—

- está bien, iré a checar una habitación para ver que encuentro ¿te quedas?— pregunto el pelirrojo—

- mejor me quedo, solo por si acaso y encuentro algo aquí— de excusó, quería saber por qué tantos malestares en esa casa—

- está bien, mantén tu linterna prendida— el pelirrojo se acercó, dándole un corto beso en sus labios— ten cuidado, te amo—

- yo también te amo

El pelirrojo se alejó con cuidado de Dazai, Dazai una vez que vio a Chuuya entrar a unos de los cuartos, comenzó a ver cosas.

- por fin se fue, por fin puedo verte— dijo el joven ruso, dejándose ver ante el castaño—

- ¡¿q-qué?! ¡¿F-Fyodor?!— preguntó histérico,su ex novio, vivo y delante de él. Sus sentimientos por el ruso no habían cambiado tanto—

- si, soy yo— dijo con leves lágrimas en sus ojos violeta, con un brillo en sus ojos—

- no es posible, yo te vi morir, yo— el castaño no sabía que decir, tan solo ver al ruso tomar sus mejillas, aún si no podía sentir sus manos—

- por fin,mi alma a estado aquí esperando tu regreso,llevándome a cada chico castaño que entra a mi casa, buscándote y por fin te encuentro— dijo abrazando al castaño—

- no, tú moriste en el accidente del 24 de diciembre del 2005, yo...tu— no sabía que hacer i decir, miraba los brazos de Fyodor alrededor de su cuello, pero no podía sentirlos—

- morimos o ¿nos mataste?— preguntó el mayor, el mayor de los hermanos que murieron ese día—

- N-Nikolai, yo— no sabía que decir al ver a ese joven que siempre le estaba guiando bromas cuando aún estaba con vida—

- si, tu nos mataste y voy a hacerte sufrir en la misma forma que nosotros morimos por tu culpa— el mayor estaba molesto, tenía habilidades que al ser un fantasma le beneficiaban, pero Fyodor lo protegía con la protección de ángel que poseía—

- no lo escuches, no te preocupes por el. Solo preocúpate por mi y duérmete en mi regazo— el joven castaño ahora sentía el tacto, como si Fyodor estuviera vivo de nuevo, sabiendo que no lo estaba—

- Fyodor. Deja de usar la protección, no puedes proteger a nuestro asesino, no mientras mi alma siga rondando por la casa— le reclamaba, su odio por Dazai era muy grande—

- al usar la protección de ángel, puede sentir mi tacto. Quiero que sienta el calor que aún tengo aún estando en otra fase de vida, aún sin un corazón latiendo en mi, mi amor por el no cambiado en nada.

— Fyodor ¿por que? ¿Por que sigues protegiéndolo?— el mayor seguía molesto, demasiado molesto, podía tomar el alma de Osamu en ese momento pero su hermano con la protección que imponía sobre Osamu le era imposible—

— llevó años esperando su regreso, quiero que esté conmigo el mayor tiempo posible ¿que tiene eso de malo? Si fuera por ti, dejaría este sentimiento de un lado, pero yo mori amándolo, no puedo odiarlo.además que espero 7 años para verlo, quiero disfrutar el momento— el ruso seguía pegando al castaño sobre su regazo—

— esto es el colmo, todo esto estaría bien si este jamás se hubiera aparecido en la casa,esto no hubiera pasado. Todo es culpa suya, no te amo como debía— el mayor estaba tramando algo, algo que Osamu no comprendía—

— ¿que quieres decir?— preguntó el castaño, mientras sentía un cálido calor en el regazo de Fyodor—

— que fue tu culpa, si amabas a Fyodor debiste hacer lo posible por ayudarlo, no me importa si yo mori, me importa que tú como su novio debiste hacer lo posible para salvarlo. Saltarte las llamas para salvarlo, pero lo único que hiciste fue vernos morir, pensé que usando mi cuerpo como escudo para que el sugiera con vida sería suficiente, pero la madera cayó encima de nosotros y no intentaste levantar la madera para salvar a Fyodor— se quejaba el mayor con el menor—

— Nikolai, ya basta. Lo estás lastimando, lo haces sentir culpable de algo que no fue su culpa— el ruso se negaba, abrazando con un poco de fuerza al castaño—

— no, "ya basta" Nada eso es lo que debe sentir y peor—

— por favor, ¡ya basta! ¡No es mi culpa!— el castaño se separó del regazo y los brazos del ruso, con desesperación y crueldad— ¡Yo no quise que esto pasara!—

— ¿hm?— Fyodor noto una linterna acercándose a ellos rápidamente, haciéndole una señal a Nikolai para terminar con aquella reunión, volviendo a ser inviables para el ojo humano—

(— ¡osamu! ¡¿Estas bien?! ¡¿Que tienes?!—el pelirrojo por fin había aparecido—

— tranquilo Chuuya— el castaño camino entre la madera quemada, abrazando con fuerza al pelirrojo— tranquilo, no me pasa nada. Que bueno que estás aquí, te amo tanto—

— yo también te amo, tranquilo. Yo estoy aquí para lo que necesites— el pelirrojo correspondió el abrazó del castaño—

— eso quiero, que te quedes a mi lado.

— y eso es lo que voy a hacer,me quédate contigo.)

— te lo dije,tus sentimientos por el no cambian pero los suyos por ti si, acéptalo, el ya no te ama— dijo el mayor hacia su hermano, mirando a la pareja de joven es universitarios abrazándose y dándose un beso en los labios—

— pero tiene sentido, el es lindo, es joven, y lo más importante; su corazón late, el está vivo y yo estoy muerto— dijo el joven ruso, mientras unas gotas pequeñas y transparentes aparecían sobre sus ojos—

— ¿estás llorando?— preguntó el mayor—

— si, el, el. Pensé que me amaría por siempre— que mentira—

— te lo advertí, sigue amándolo como quieras, solo matara más tu alma y— miró al ruso, como si cuerpo parpadeaba como si prendieran y apagaran la luz propia de su cuerpo—

— Niko, no me queda mucho tiempo— dijo el ruso, mirando a su hermano con lágrimas—

— no, esto— el joven peliblanco se miró a sí mismo, su cuerpo también— tenemos poco tiempo, si sigues protegiéndolo, solo vas a gastar la energía que tenemos y desapareceremos. Nos llevarás al infierno.

- yo...

Continuará

Dentro de la casa de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora