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Se encontraban en la universidad, Chuuya noto como es que Dazai hacía lo posible para no quedarse dormido.

Durante el descanso decidió acercase a el,Dazai se negaba a que Chuuya se preocupe tanto por el pues no le veía tanta importancia a no dormir.

Chuuya lo obligó a recostarse sobre sus piernas para que este pueda dormir al menos un poco, lo que le gustaba era que Dazai con solo tener una almohada cómoda, en 2 minutos ya estaba dormido.

Lo dejó dormir un rato, no le gustaba bed a Dazai así, cansado y con un malo humor por la falta de sueño.

Minutos más tarde, Dazai despertó de golpe.

- ¡no!— se quejó el castaño, bastante sudado y alterado— no, no es mi culpa.

- ¿que pasó Dazai?

- no, maldito, déjenme en paz— se volvió a acostar en el regazo de su novio, mientras sus lágrimas salían de sus ojos—

- ¿que pasa?

- no eh podido dormir, tengo miedo de que no me dejen dormir.

- ¿quienes?

- ellos, yo, no,no puedo dormir. Odioso que me acechen y no me dejen dormir.

- pero no entiendo, ¿quienes? ¿De quienes o que estas hablando? No te entiendo

- si recuerdas que ese hombres nos advirtió que siempre al entrar a esa casa, siempre afectan más a los castaños.

- tranquiló. Hable con el hermano de tu ex, le hable feo y pues... dijo que nos arrepentiríamos, creo que te está atormentándose a ti.

- no, eso creo. Odio esto, me estoy volviendo loco, ¡ya no quiero!

- tranquiló, estoy contigo amor.

- Gracias, te amo— se abrazó al pelirrojo— gracias, pero las pesadillas me atormentan todas las noches, tengo miedo, ya no quiero tener pesadillas.

- tranquiló, estoy aquí contigo. Sabes que puedes contar conmigo, pero ¿por que te hacen esto?

- pues, es Fyodor. El y sus hermanos no puedes descansar en paz hasta que la verdad de sus muertes sea revelada y el culpable sea detenido. Piensan que el culpable soy yo.

- tranquiló, sabes que no eres el culpable de nada de eso.

- lo se, pero no puedo evitar sentirme bastante culpable, lo amaba.

- si, entiendo. Fue difícil para ti, sabes que cuentas con mi apoyo, no pasa nada.

- Gracias, me ayudas bastante.

Fyodor solo miraba a las nubes atreves de una de las ventanas rotas, si estuviera vivo en ese momento de seguro que estaría de lo más feliz al lado de al ser que hasta el día de hoy, sigue amando apesar de llevar 7 años muerto.

Su hermano mayor lo miró en la ventana, de acercó a él.

- ¿sigues pensado en el?

- obvio, no puedo dejar de pensar en el.

- claro lo que digas.

- Nikolai, hay algo que no comprendo bien. ¿Por que sigues en la casa?

- no puedo descansar en paz, si se que nuestro asesino sigue por ahí, suelto y sin remordimiento, quiero que page lo que nos hizo, todo esto fue por tu culpa.

- ¿como fue eso mi culpa?

- tu llevaste a tu novio ese a la casa, si no fuera por el, no estaríamos muerto.

- yo no puedo descansar, hasta que mi amor esté a mi lado.

- Dios si que estás loco por ese, pero esta vez no voy a contradecirte. Solo te dire, que si ese vuelve a poner un pie en nuestra casa, te juro que ahora si lo mato, si te quedas sin energía por protegerlo ya es problema tuyo.

- no me lo repitas, lo amo, mi cuerpo no puede evitar protegerlo.

— claro, eso dices pero actúas sin pensar en ti primero, ¿lo entiendes?

— no

— como esperaba, no lo puedes negar

— sabes ¿no hay otra forma para ti para descansar en paz? ¿Las hay?

— no, si no es que ese maldito pague las consecuencias de sus actos, no tengo nada que hacer.

— ¿que hay de Sigma? ¿El Por que sigue aquí? ¿Que necesita para morir en paz?

— una navidad perfecta,el solo quería eso, una navidad perfecta con nuestro padre y nosotros. Eso es todo lo que el quiere.

— no podemos darle tal cosa ¿no hay algo más que quiera?

— no, solo podemos tratar de mantenerlo aquí, no quiero que vuelvas a protegerlo, una protección más y te quemaras en el infierno.

— ¿que? Jamás me dijiste tal cosa para intimidarme

— no te quiero intimidar te pero es la verdad, la única forma en la que podíamos ir al cielo es mediante a nosotros descansando en paz, si no lo lográbamos nos iremos al infierno.

— no...tú

— se que no te lo dije antes por miedo, pero tú capricho por ese chico llegó al punto de que ya no me da miedo que lo sepas.

— ¿por que me dices esto? No lo entiendo

— ¿por que? ¿Enserio lo preguntas? Tú te encaprichaste con ese maldito

- ¡¿por que no le dejas explicarse?!

- jamas! El para mi no es nada más que nuestro asesino ¡¿que es lo que no entiendes?!

- ¡¿que no entiendes tu?!

-¡entiendo lo que tú no!

- ¡vasta! ¡El no nos asesino!

- ¡¿y tú homo lo sabes?! ¡Lo viste largarse con tus propios ojos!

- ¡el no quería largarse!

- ¡lo hizo a propósito! ¡Sabía que por el amor que le tenías, no idas a culparlo! ¡Pero yo si lo hare!

- ¡yo se quien es nuestro asesino! ¡No es Osamu!

- ¡mientes!


Continuará

Dentro de la casa de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora