Jimin tuvo un accidente que lo dejó en coma durante un año, cuando despertó no recordaba los últimos seis meses de su vida, antes del accidente, ahora tiene una vida feliz ajeno a todo lo que sucedió en el pasado, pero para Kim Namjoon el pasado no...
—¡¿Quién eres?! —le gritó Namjoon al hombre que se acercaba a paso lento a ellos al tiempo que se colocaba delante de Jimin para peotegerlo.
—Eso no importa señor Kim, aquí lo importante es para qué estoy aquí. El asunto no es con usted, entregueme al chico y usted podrá irse.
—¿Quién te mandó? ¿Cuánto te pagaron? Yo puedo darte el doble.
El hombre rió de forma grotesca, pero siguió acercándose haciendo que tanto el moreno como Jimin dieran dos pasos hacia atrás, la escena era demasiado familiar para el rubio, tanto que su cabeza dolió aún más fuerte de lo que ya lo hacía.
—No se trata de dinero señor Kim, es por lealtad, mi jefe quiere al chico y yo pienso llevarselo, así que no haga las cosas difíciles, créame que no me gustaría matarlo, eso no le gustaría a mi jefe.
El detective Min, ya había desenfundado su arma y estaba esperando el momento justo para actuar, no podía adelantarse o el hombre podría disparar, ambos estaban demasiado cerca del acantilado y no quería provocar un accidente mayor, su mirada estaba enfocada en el tipo con el arma, dio un par de pasos al frente procurando no hacer ruido para que no llamar la atención del asesino. Namjoon logró verlo y busco seguir manteniendo la atención del hombre en él.
—Sabes que no voy a dejar que te lo lleves ¿verdad? Así que mejor dime quién es tu jefe y qué busca de Jimin.
—Ese chico sabe cosas que no debe, cosas que no le conviene a mi jefe que diga, él no se cree ese cuento de que no tiene memoria, así que es más fácil silenciarlo. Créame usted estará mejor sin conocer lo que la cabeza de ese chico sabe.
Jimin no entendía nada, pero no sentía miedo por las palabras de ese hombre, ahora más que nunca sabía que debía recuperar su memoria, entender qué había pasado, y también tenía que hablar con su padre y Taehyung, que le explicarán que había pasado con ese hijo que iba a tener, y porque nunca le dijeron nada.
También debía decirle a Namjoon lo que le dijo Jungkook, y si como ese hombre decía él sabía cosas, eso quería decir que sabía quién o quiénes habían asesinado a su novio y por qué.
—Ya le dije señor Kim no me obligué a dispararle, eso no me beneficiaria.
—Aquí el único que va a disparar si te mueves un milímetro soy yo —dijo el detective Min mientras apuntaba su arma a la cabeza del hombre que se congeló al instante en que escuchó el arma cargarse y la punta apretar en su nuca.
Namjoon suspiró aliviado, cuando Min desarmó al tipo, instintivamente sostuvo a Jimin entre sus brazos tomándolo por la cintura, una sensación extraña recorrió su cuerpo cuando vio los ojos de Jimin brillantes por el llanto, su pequeña nariz roja al igual que sus mejillas, sumando al tierno puchero que sus labios formaban, era la imagen más bella que había visto nunca.
Jimin se sintió intimidado por la fuerte mirada del moreno, pero también con una sensación cálida en el pecho, y no dudó en recargar su cabeza sobre el duro cuerpo que lo sostenía, en parte para sentirse protegido y otra para dejar de sentir lo que verlo a los ojos le provocaba.
—Eres una maldita rata, pero a mí sí tendrás que responderme lo que te negaste a decirle a tu jefe, ¿me oyes imbécil? —le dijo Yoongi al criminal que ahora tenía esposado —. Ustedes dos deberán de ir a dar su declaración a la central y también quiero hablar con usted Jimin, hay cosas que debemos aclarar.
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