EXTRA

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Dos años después…

La multitud de alumnos gritaba eufórica, por fin después de tres largos años por fin se graduaban, ahora ya eran abogados en toda regla, algunos ya tenían su puesto asegurado en alguna firma importante, o como abogados en empresas familiares, etc...

Y después estaban los que habían decidido ejercer libremente, comenzar desde cero arriesgándose a quizá terminar corriendo a buscar empleo en alguna firma de abogados en un par de años. Entre estos últimos estaba Jimin, al ser de los primeros de su clase una de las firmas de abogados más prestigiosa de Estados Unidos le había ofrecido un lugar como abogado Junior.

Cualquiera con medio gramo de cerebro estaría emocionado y aceptado si  chistar, pero él no, el sabía que su talento se desperdiciaría entre los muchos otros abogados que terminaban encerrados en una oficina veinticuatro siete solo para que el dueño del bufete fuera el beneficiado, y muchas veces a costa de ir contra sus propios principios.

Su padre lo miraba orgulloso, desde las gradas, y aplaudió con fuerza cuando su nombre fue dicho y él pasó a recibir su diploma, a su lado está un sonriente Taehyung abrazado de Hoseok, la pareja había viajado desde Corea solo para estar con él en su graduación.

Al verlos Jimin sonrió con nostalgia, si bien ahora estaba más tranquilo y las pesadillas había terminado, su corazón no podía ser cien por ciento feliz.

Ya había aceptado la muerte de Jungkook como algo que tal vez se pudo haber evitado, si las circunstancias hubieran sido otras. Ya no lo recordaba con dolor, ni con culpa, ya lo había dejado descansar en paz. Sabía que en su corazón siempre lo amaría por el hecho de que fue su primer amor y atesoraria los momentos a su lado con cariño.

Había tenido la oportunidad de volver a Corea, pero la rechazó, ya no tenía nada que hacer en ese lugar, y tampoco quería volver a revivir dolorosos momentos, prefería enfocar su vida y su energía en el futuro.

Después de recibir su documentación bajó del estrado y caminó hasta su padre, quien lo recibió con un abrazo y un beso.

—Felicidades mi niño, me siento tan orgulloso de tí, haz cumplido uno de tus sueños.

—Gracias papá.

—Mimi, felicidades —le gritó su amigo emocionado mientras lo abrazaba.

—Gracias Tae, me da mucho gusto que pudieran venir.

—No me lo perdería por nada del mundo, además me sirvió como vacaciones para este tipo que se la vive encerrado en la oficina. Si sigue así te contrataré como abogado para mí divorcio —se quejó su amigo haciendo un puchero.

—Para poder divorciarnos, primero debemos casarnos mi amor y deja de ser tan dramático, por dios —respondió Hoseok besando la mejilla de su novio antes de abrazar al recién graduado—. Felicidades Jimin.

—Gracias Hobi, me alegra que hayas podido venir —agradeció con una sonrisa que no llegó por completo a sus ojos.

—¿Y a mi no me vas a agradecer?

La fuerte voz a su espalda lo hizo sonreír por completo, ahí frente a él, después de tres meses sin verlo está el hombre que amaba y saltó a sus brazos emocionado.

—Llegaste —le dijo antes de besarlo.

—Te prometí que haría todo lo posible por llegar y lo cumplí. ¿De verdad pensaste que me perdería tu graduación?

Namjoon lo abrazaba fuertemente por la cintura sin despegar su cuerpo del suyo. Así como hizo el primer día que lo volvió a ver.

Habían pasado casi ocho meses desde su regreso, y su corazón le dolía al pensar en él, más de una vez estuvo tentado a tomar el teléfono y llamarlo, pero no podía, no cuando él había sido el que había puesto tierra de por medio

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Habían pasado casi ocho meses desde su regreso, y su corazón le dolía al pensar en él, más de una vez estuvo tentado a tomar el teléfono y llamarlo, pero no podía, no cuando él había sido el que había puesto tierra de por medio.

Él había querido dejar a Namjoon y ahora no tenía derecho a buscarlo y meterse en la nueva vida que el moreno estuviera formando. Caminaba con la cabeza agachada hacia la facultad, había tenido que recursar algunas materias y presentar varios exámenes pendientes en tiempo récord, pero había logrado pasar al siguiente semestre, aunque ya no se graduaría con su generación, si podría terminar sin más contratiempos y eso era en lo que debía concentrarse.

Tan ensimismado iba que no se percató de la persona parada frente a él y que sonreía ante su presencia. Cuando su frente golpeó contra el sólido pecho del hombre Jimin levantó la vista, y abrió la boca para disculparse pero las palabras se atoraron en su garganta.

Ahí frente a él estaba Kim Namjoon, tan apuesto como siempre, con una playera negra de cuello alto y manga larga, que aunque debía de quedarle floja, se adhería a su piel resaltando sus músculos. Su colonia inundando sus fosas nasales y su rostro sonriente mostrando esos hermosos hoyuelos que poseía y que en ese momento moría por besar.

—¿Que haces aquí? —le preguntó con la voz ahogada con las lágrimas de felicidad.

—Kim Namjoon, es un placer conocerte. ¿Cuál es tu nombre?

—¿Que dices? ¿Nam que es esto?

—Vine aquí a empezar de cero, tendré que viajar constantemente de aquí a Corea, pero quiero que me des una oportunidad, dejemos el pasado atrás, empecemos de nuevo, sin pasado, sin sombras entre nosotros. Lo que pasó nadie lo puede cambiar, pero yo te amo Jimin, al inicio pensé como tú qué tal vez todo fue por lo vivido y la cercanía forzada, pero no es así, cada día que pase lejos de ti me dolía.

—Nam yo…

—Por favor no me digas que no. No te pido una relación, conozcamos, salgamos a citas, formemos recuerdos juntos que nos permitan bloquear el pasado.

Los suplicantes ojos oscuros del moreno y su corazón desbocado le impedían hablar, pero su cuerpo lo hizo por él, se abrazó fuertemente a Namjoon para después pararse de puntas y besarlo.

Después de eso durante medio año estuvieron saliendo solamente como amigos, conociendo cada aspecto del otro, hasta que por fin Namjoon le pidió ser su novio y él aceptó. Cada día disfrutaban el estar juntos, consientes de que la vida trae muchas vueltas y que nada es eterno.

Namjoon viajaba constantemente a Corea por negocios aunque la mayoría ya estaban en América, había respetado la decisión de Jimin de no volver a su país y lo entendía, los dos ya habían  hecho las paces con su pasado y solo pensaban en el futuro que tendrían juntos.

Se amaban y ya sabían que no era prohibido.





Se amaban y ya sabían que no era prohibido

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Que dijeron está vieja ya nos dió un final tan feo jejeje

Pues no, jejeje

Ahora sí este es el cierre de esta historia, espero que le haya gustado.
Gracias por el amor que le dieron y esperar las actualizaciones que se que tardaron mucho.

Las quiero mucho mis bellezas.

Nos leemos en la próxima...
            Besitos 😘😘😘

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