S U K U N A R Y O M E N X O C
Seventeen es un fanfic que trata sobre Helly Steiner y Ryomen Sukuna.
Helly era una hechicera fuerte y poderosa para su época, era curiosa y disfrutaba de sumergirse en las ramas más oscuras de la hechicería, es...
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No sé donde me encuentro, ni tampoco si es de noche o de día pues he perdido la noción del tiempo. Podría estar en un lugar escondido en lo más profundo de una cueva y no saberlo.
Hace frio, mucho frio.
Lo único que tengo en claro es que mis manos están sueltas, libres para hacer cualquier cosa. Lo primero que me viene a la mente es usar mi técnica para escapar, pero no puedo hacer tal cosa ya que desconozco donde estoy y cuantos son mis enemigos. Además, ese hombre dijo que Sukuna estaba implicado, lo que significa que haga lo que haga moriré.
Escucho la madera del suelo rechinar con cada paso que doy a ciegas, palpo cuidadosamente la pared en búsqueda de una entrada, pero lo único que consigo es embadurnar mis dedos de una sustancia viscosa y asquerosa cuyo olor es asquerosamente pútrido.
Asumo que debe ser la sangre de una maldición que recién fue exorcizada o que está recuperándose por ahí... ya que puedo sentirlas escondidas por ahí, hay una presencia brumadora ahí afuera que las ha hecho esconderse.
Me detuve decepcionada de no encontrar nada que pudiera sacarme de aquel lugar, sin embargo, la madera del suelo sigue rechinando por el peso de alguien alla afuera. Aquella presencia abrumadora de la cual las maldiciones se estaban escondiendo está ahí fuera, a medida se acerca mi instinto de supervivencia me grita más fuerte que debo salir corriendo de aquí.
Dos pares de ojos me observan en la oscuridad, brillan en un rojo intenso como si fueran dos carbones encendidos. Por la distancia calculo que son unos dos metros o dos metros y medio, mi cuerpo no me responde, estoy tan aterrada que el corazón me late a una rapidez que nunca antes había sentido y dudo que eso sea saludable.
Tengo miedo, su energía es tan espeluznante. No es para nada parecido a las maldiciones que me he enfrentado antes.
-. ¿Qué sucede? ¿Te has cagado de miedo con tan solo verme? Supongo que entonces tu fama no te precede - su voz suena burlona, se acerca a mi, esos ojos no dejan de verme y las piernas no me paran de temblar. Hay un nudo en mi garganta que no me deja hablar.
Las antorchas en las paredes se encendieron todas al mimo tiempo a medida se acercaba a mi, pude notar que estoy en lo que parece ser un cuarto de entrenamiento ritual. Hay muchos esqueletos aquí, supongo que es de los que han traicionado a Sukuna en algún momento. Mire por instinto mi mano, no es algo que pertenezca a una maldición de lo que me embarre, son fluidos de un cuerpo en descomposición, de ahí el olor putrefacto.
Siempre he dicho que tengo un estomago de acero, pero esto es asqueroso y sumado a la presión que siento por el miedo se me hizo imposible no vomitar.
