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18 septiembre, 2023

˖⸙̭❛

soy solo humana después de todo, no me eches la la culpa❞


El invierno de este año fue más salvaje que en años anteriores, al hacer el conteo de los muertos por las bajas temperaturas me di cuenta que sobrepasaba el de los últimos cinco años anteriores juntos

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El invierno de este año fue más salvaje que en años anteriores, al hacer el conteo de los muertos por las bajas temperaturas me di cuenta que sobrepasaba el de los últimos cinco años anteriores juntos. Como la comida escasea la gente ha comenzado a recurrir al canibalismo, lo cual a su vez genera pánico colectivo y más maldiciones que exorcizar.

Las murmuras tampoco son agradables, mi posición es privilegiada si, pero no significa que todo lo que se dice de "Esa zorra albina privilegiada" sea cierto. La gente nunca agradecerá lo que haces por ellos sin importar que des tu vida, no lo van a agradecer.

Es por eso que, al escuchar aquel insulto no pude contener mi furia contra aquel mercader. No es que mi paciencia fuera de mecha corta, tampoco que fuera prepotente, fue la rabia y frustración acumuladas desde hace mucho de venir cuestionándome si de verdad valía o no la pena ayudarlos.

Cuando me di cuenta la cabeza de aquel hombre estaba aplastada bajo mi puño, mis nudillos dolían un poco y estaban astillados con esquirlas de lo que fue su cráneo. Los transeúntes me miraban con horror, un horror indescriptible, la nieve se tornó carmín. El kimono que portaba se tiño de sangre. Pero yo no sentí lastima ni remordimiento, solo asombro por haberlo hecho.

"malditos no hechiceros" pensé, la gente que curioseaba al ver que volteé a verlos a todos ellos salieron corriendo y gritando despavoridos como si yo fuera un monstruo. Tal vez si lo era, pero con justa razón.

Nadie me tomo en cuenta nunca por ser mujer, nadie me permitía opinar y menos se me agradecía que les protegiera el culo. Se decía que ese era mi deber por haber nacido con un don y poder sin igual, pero al final de cuentas yo decido como usarlo.

Es por eso que yo... los mate a todos.

࿐*:・゚

El palacio de Sukuna Ryomen es inmenso y un tanto tétrico, cráneos por aquí y por allá, tonalidades carmín y negras adornan todo el lugar, los tapices narran silenciosamente las masacres que ha llevado a cabo a lo largo de su vida desde que se convirtió en la bestia que es ahora y ya ni hablar del olor a incienso de sangre de dragón que inunda el ambiente. Allá, muy profundo en el interior de este, reposa su gran maldita majestad, atiborrándose de la sangre y carne de las doncellas a las que torturo y abuso hasta que le aburrieron, a todas las devoro sin compasión. Su fiel sirviente, Uraume, es quien corta la carne finamente para poder darles una presentación digna de su tierna carne.

Se escuchaba entre la servidumbre los rumores de un genocidio en un pueblo cerca de Sendai, de aquellos donde la población esta tan escondida que ni siquiera aparecen en los mapas. Dado que estaba cerca del territorio de Sukuna no fue difícil enterarse de su existencia para Uraume, la servidumbre hablaba de una zorra albina que había llevado a cabo la masacre, que era una hechicera fuerte y un tanto obstinada. Pocos la conocían realmente.

S E V E N T E E N  ࿐*:・゚ S U K U N A   R Y O M E N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora