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Por la mañana, el sol se colaba por las ventanas, la hermana Irene despertó en los brazos de su amada demonio, notó algo diferente, la piel de aquellos brazos que le rodeaban era ligeramente rosada y no blancuzca, su cuerpo estaba agradablemente calentito, y cuando se dio la vuelta para mirarla se llevó una sorpresa.

—¿Te gusta la nueva Valak? —preguntó aquella demonio.

La hermana Irene se tomó unos segundos para asimilar lo que veía, Valak tenía una apariencia totalmente humana.

—Sólo funciona de día, por las noches seguiré siendo el horrible demonio que suelo ser. Aproveché la presencia de Marbas, lo busqué en cuanto te quedaste dormida, y le pedí un favor, él además de curar enfermedades, transforma a los seres en diferentes formas, yo quería ser una mujer real para ti.

—No sé que decir —expresó emocionada Irene.

—No digas nada, sólo mira debajo de las sábanas —sugirió picarescamente.

En efecto, Irene descubrió que Valak era una mujer real, con un cuerpo hermoso y simétrico.

—Es temprano aún, tu sabrás que hacer con este cuerpo nuevo —propuso Valak.

Irene comenzó por besar aquellos labios tan delicados y cálidos, le hizo a Valak sentir por todo su nuevo cuerpo la suavidad de sus manos. Dejó húmedos besos a lo largo de su abdomen marcado mientras bajaba despacio, y debajo las sábanas encontró aquello que deseaba tanto poner en su boca, y saborearla mientras sentía a su demonio tocando el cielo, vaya la ironía.

—Ahora ven aquí, que voy a poner en práctica unos truquitos que me enseñó Lilith —dijo Valak esforzándose por salir de su éxtasis cuando terminó.

—¿Lilith?

—Hablé con ella esta madrugada, entendí que si quería ser una mujer, tenía mucho que aprender de la primera de ellas.

Ahora Valak asumió el control de la situación, tomó fuertemente a Irene de ambas muñecas contra la cama.

—Sabes que me gusta jugar rudo contigo ¿Verdad?

—Me has tomado por el cuello incontables veces, grabado a filo un pentagrama en la espalda, me has prendido fuego, anoche me hiciste sangrar... Supongo que si —respondió con voz agitada.

—Abre para mí esas piernas —dijo Valak imperativamente.

Sometida, Irene obedeció las órdenes de Valak, sintiendo un contacto mutuo y tan placentero cuando el demonio se posó entre sus piernas y comenzó a frotarla despacio.

—Eso se siente muy bien —dijo Irene entre jadeos y con voz entrecortada.

Valak era incansable, en brazos de la hermana Irene se pasaban las horas, profanando un lugar sagrado, una monja y una demonio se entregaban mutuamente, descubriendo un mundo nuevo de sensaciones y sentimientos.

La hermana Debra amaneció mucho mejor, la bala fue fácil de retirar y gracias a la oportuna aparición de Marbas, no hubieron complicaciones. Después de dormir toda la noche anestesiada, se sintió desorientada, pero ahí estaba Marbas a un lado suyo velando sus sueños.

—La hermana Irene seguro vendrá pronto, puedo asegurar que está pidiendo a Dios por usted.

En verdad en esos momentos Irene estaba gritando muy fuerte el nombre de Dios, pero eso era otro asunto.

—No debería usted estará aquí, señor demonio.

—Tranquila hermana, me iré en cuanto deje de ser necesario.

En ese momento entraba el doctor para revisar a la hermana Debra y se sorprendió por la mejoría.

—Está lista para darse de alta, sólo le recomendaré reposo y le prescribiré algunos antiinflamatorios, analgésicos para el dolor, con esto seguro estará bien en unas semanas.

—Gracias.

Después de pagar, se fueron Debra y Marbas.

—Deberíamos ir a buscar a la hermana Irene, debemos llegar cuanto antes a Lombardía, con un monje chiflado que nos dio una pócima, y nos ha metido en todo este embrollo.

Mientras la hermana Debra le contaba a Marbas todo lo sucedido entre Valak y la hermana Irene, caminaban a la iglesia para encontrarse con estos y continuar el viaje.

Al caer la tarde, las tres monjas abordaban el tren despidiéndose de Marbas, así pasarían un par de días antes de llegar a la tan esperada provincia italiana de Lombardía, ahí encontrarían al monje responsable de tal confusión.

Bendito sacrilegio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora