Sehun tomó el sándwich que le dejó su nuevo secuestrador sobre la cama que compartían. Estaba seguro de que llevaba dos días con él, ya que le había dado las tres comidas correspondientes por cada uno. También sabía que estaban en la ciudad porque la comida era chatarra la mayoría de las veces, hasta le había llevado frituras y golosinas como merienda.
—¿Qué quieres para la cena?
Sehun levantó la cabeza. ¿Por qué le preguntaba eso cuando estaba comiendo? No le gustaba pensar un menú mientras degustaba otra cosa, era como no disfrutar lo que comía. Su estómago estaba casi lleno y no quería pensar mucho.
Sehun estaba cansado del encierro, pero por alguna razón no deseaba huir de Chanyeol. Él le había quitado esa horrible sensación que le causó Donghae en su cuello, al principio le dolió y sangró, pero con un par de vendas y curaciones todo mejoró. Aunque, lo que no lograba aceptar era la facilidad con la que Chanyeol tomaba posesión de su cuerpo sin que él pudiera resistirse, sobre todo cuando aparecía la fiebre. Sehun se desconocía cada vez más. ¿Lo mismo le hubiera pasado con Donghae? Se sacudió de los nervios ante la idea.
—Lo pensaré más tarde... —le respondió y se llevó a la boca el último trozo de pan.
Chanyeol le acercó una botella de jugo. A sus ojos Sehun era hermoso y la sola idea de perderlo le destrozaba los nervios. Su sola existencia era difícil de creer, tenía a su compañero omega a pocos metros y ahora llevaba su marca. Era el último día de su celo y las feromonas de Sehun no dejaban de llamarlo. Antes de media noche unos brillantes ojos rosa se posaban en él buscando una sola cosa, su omega estaba a flor de piel y era demandante. Chanyeol incluso sabía que su propio alfa había tomado el control más de una vez. Despertaban sudados y con imágenes borrosas de la noche anterior.
—¿Quieres algo más? —Se acercó para retirar la botella y el envoltorio de comida.
Sehun se estiró de forma dulce e ignorando que solo llevaba una camiseta oversize, saltó de la cama y caminó con prisa hasta el baño. Deseaba un momento relajante, pero solo había una ducha y lo necesario para un baño rápido. Su cuerpo aún ardía y en lugares para nada decentes, definitivamente Chanyeol le había hecho algo.
—Ahora no... —Su pene estaba erecto y se debía al líquido espeso que bajaba por sus piernas. Llevó un par de dedos hacia atrás y hurgó entre la viscosidad. Tenía que sacar cada rastro y tal vez regresaría a la normalidad—. ¡Ah!
El líquido bajó, sin embargo, ahora sentía palpitaciones fuertes en la zona. Su vientre había quedado vacío y una voz poderosa le ordenó que lo llenara de nuevo, como si necesitara cargar con algo así en su cuerpo.
Sehun no entendía cómo ya sabía qué hacer. Empezó a picarle el cuello, salió del agua y con pasos tambaleantes llegó hasta la habitación; se decepcionó al ver que Chanyeol no estaba, pero soltó un quejido cuando su cintura fue capturada desde atrás.
—¡Chanyeol!
Los brazos que lo rodeaban eran musculosos y estaban repletos de venas, el calor que emanaba de ellos competía con su fiebre. Chanyeol lo levantó en el aire y lo giró sobre su eje hasta que quedaron enfrentados. No se movieron durante unos minutos, parecían hipnotizados.
Sehun no era el único en celo.
—No me veas con esos ojos, porque voy a perder el control —le dijo Chanyeol. Liberó uno de sus brazos y acarició el rostro de Sehun. El joven omega inclinó la cabeza hacia las caricias y dejó descubierto su cuello. La marca de vínculo se asomaba y eso le daba satisfacción al alfa de Chanyeol—. Mejor... solo mírame a mí.
Chanyeol lo soltó sobre la cama y después comenzó a quitarse la ropa. Sehun estaba aturdido, solo miraba a su compañero porque era la primera vez que lo vería completamente desnudo; las veces anteriores Chanyeol no se había quitado del todo los pantalones y le molestaba ser el único expuesto.
Sehun no era tan pequeño, pero quién podía hacerle frente a la imponente contextura de Chanyeol. El alfa se irguió con todo su ser a los pies de la cama, las anchas venas de su cuello bajaban como raíces por su pecho hasta su ingle. A Sehun le asombraba el gran número de nervios que se podían juntar en un solo lugar.
—Quítate la remera, cariño.
Chanyeol quería devorarse las largas piernas del omega, los brazos, su vientre y todo lo que no llevara su marca. La piel era tan blanca que Chanyeol no podía no dejar marca, hasta sus pulgares quedaban grabados en las caderas de Sehun.
Chanyeol lamió y mordió desde los muslos hacia arriba. Sehun se retorcía y jalaba el cabello de su compañero, cuando llegó a sus labios ya no sabía dónde aferrarse. La noche anterior había desgarrado una almohada y ahora solo quedaba una.
—Ahora si puedes hacer lo que quieras con mi espalda, cariño.
Sehun parpadeó con desconfianza porque Chanyeol tenía una sonrisa extraña. Al final se mordió los labios y se dejó llevar.
—¡Ah! —Su cuerpo se sacudió con la embestida que le dio Chanyeol—. Por un demo...
Chanyeol le lamió los labios y lo atacó con ferocidad hasta que Sehun se corrió. Se excitaba viendo como la parte omega de Sehun iba madurando y aceptando el vínculo. No le hacía muchas preguntas mientras estaba en celo, pero era cuestión de tiempo.
—Chanyeol... —Sehun le palmeó el pecho varias veces para que lo liberara. Sus músculos seguían temblando por el estasis y el alfa no dejaba de penetrarlo—. ¡No! ¡No! —Chanyeol se detuvo, pero su pene se inflamó y liberó el semen caliente en sus entrañas; de forma inexplicable Sehun volvió a eyacular.
A media noche, el omega se liberaba por última vez, pero en la boca del alfa. Sehun sentía que había rastros pegajosos de esperma en lugares que no había llegado a estudiar en sus clases de biología. Su cuerpo estaba tan agotado que su mente procesaba el encuentro como un trío, aunque nunca hubiera practicado algo así y tal vez se quedaba corto. Chanyeol era muy intenso.
—¿A dónde vas? —Chanyeol atrajo a Sehun y acomodó la almohada para que no se lastimara el cuello.
—Me duele —se quejó Sehun. Aún le molestaba el moretón en su costilla; Chanyeol lo había golpeado con su palma por instinto cuando él le clavó las uñas en la espalda. El alfa le había comentado que con esas uñas, en el lugar adecuado, podrían haberlo matado—. Quiero bañarme...
—Bien, después te prepararé algo para comer. —Lo besó un par de veces y con cuidado lo levantó para llevarlo a la ducha.
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RENACER
FanfictionLas manadas de hombres lobo han desaparecido; las nuevas naciones ignoran ese pasado. Un magnate con demasiadas ideas y mucho dinero, pensó en traer al mundo humano las fuerzas de los magníficos hombres lobo. Movió influencias para utilizar las úni...