Un momento... COMO ACABE COMO UN TIGRE?! [Aventura Felina] Isekai

Capítulo 27: Sombras de Venganza

Han pasado varios días desde el alboroto con el vizconde, y esta noche mientras los astros tejían su manto estrellado en el cielo de Eldoria, yo seguía mis propios caminos por los frondosos bosques que rodeaban el instituto. La serenidad de la naturaleza era mi refugio, un rincón de paz en medio del caos de mi vida como estudiante y reina. Pero esa noche, las sombras se alzaron con una amenaza que no pude anticipar antes.

Mis pasos resonaban suavemente sobre las hojas caídas mientras exploraba el bosque. Aunque la luna iluminaba mi camino, escuché ruidos pero no les presté atención ya que supuse que se trataba de alguna bestia o animal... grave error. De repente, un grupo de figuras encapuchadas emergió de la oscuridad, rodeándome rápidamente con una determinación fría. Intenté luchar, pero la sorpresa y el número abrumador de mis atacantes me superaron.

Ataron mis manos con cuerdas ásperas y silenciaron mi voz con una mordaza. En medio de la impotencia, mi mente trabajaba a toda velocidad, buscando una salida a esta pesadilla. No me llevarían sin pelear.

Me subieron a una carreta oculta en las profundidades del bosque, y las sombras conspiradoras comenzaron a moverse. Mis secuestradores no hablaban, lo que me dejaba con más preguntas que respuestas. A pesar de estar indefensa, mi espíritu se negaba a rendirse.

La carreta avanzaba por caminos ocultos en el bosque, alejándome cada vez más de la seguridad del instituto. Las sombras no mostraban ningún signo de ceder en su determinación de mantenerme prisionera. Mientras intentaba liberar mis manos de las cuerdas que me aprisionaban, mi mente se llenaba de preguntas: ¿Quiénes eran estos encapuchados? ¿Qué querían de mí?

La noche avanzaba, y la luna se ocultaba detrás de las nubes, sumiendo el bosque en una oscuridad aún más profunda. Mis captores continuaban en silencio, pero podía sentir su mirada fija en mí. La tensión en el aire era palpable, y sabía que esta noche sería un punto de quiebre en mi vida.

A medida que la carreta avanzaba hacia un destino desconocido, mi determinación crecía. Sabía que debía encontrar una manera de escapar y descubrir la verdad detrás de esta conspiración nocturna. Aunque mis manos estaban atadas y mi voz estaba silenciada, mi espíritu se mantuvo inquebrantable. La reina en mí se preparaba para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en mi camino.