Love me, Baby » 𝐉𝐉𝐊 | +𝟏𝟖 (STLMD)

01. Vida de marquesa

—𝐑𝐀𝐕𝐄𝐍—

Renato me da besos en la mejilla esperando que con eso pueda despertarme. Lo logra, pues me retuerzo entre sus cálidos brazos hasta voltearme y quedar cara a cara con él. Abro mis ojos lentamente y sonrío de manera mecánica cuando siento ahora sus caricias en mi cabello, rostro y brazos. Mis manos también hacen lo mismo y suben por su tonificado brazo hasta llegar al lóbulo de su oreja.

—Buenos días, mi amor —dice cariñoso.

—Buenos días —le respondo somnolienta. Renato se acerca a mí y besarme, sus brazos estrujan mi cuerpo hasta ponerme encima de él—. Te amo...

—Te amo. Te amo —musita durante el beso.

Destapa nuestros cuerpos desnudos y acaricia el mío hasta separar mis piernas y hacer que me siente en su regazo, justo como lo habíamos hecho anoche. Agarra un preservativo de nuestra mesa de noche y se lo coloca antes de introducir su miembro en mí. Aprieto mis labios al sentir todo su falo grueso en mi interior. Al principio voy lento, solo me muevo en círculos y de arriba hacia abajo, gimiendo por lo bajo mientras miro la cara de satisfacción de mi esposo.

Renato me toma de la cintura cuando se acomoda mejor en la cama. Ahora se encuentra recostado sobre la cabecera de la cama y me acerca más a su rostro para besarnos; es en ese momento en el que mis movimientos se aceleran y comienzo a saltar sobre su regazo.

Algo curioso y divertido que me he dado cuenta durante la convivencia marital con Renato es que a él le gusta el sexo que al principio sea suave y después seamos dos locos en la cama. También he descubierto fetiches suyos como el querer amarrarme las extremidades; pero eso solo lo hacemos en ocasiones especiales como en nuestros cumpleaños, aniversarios o en Año Nuevo. Además, otro fetiche suyo que me lo ha heredado es jugar a la hora del sexo; es decir, a veces jugamos con algunos juguetes sexuales y otras veces jugamos a ser otras personas para provocarnos.

Todo esto me parece gracioso debido a que fuera de la cama Renato parece ser un ángel que no tiene ideas pervertidas en el sexo. En cambio yo, soy una mujer que es madura, inteligente y demuestro elegancia frente a todos, pero de igual modo soy atrevida y coquetea frente a otros cuando estoy con mi esposo; así que mi actitud sí va de la mano con mi actitud en la cama.

Renato me detiene sin soltar mi cintura para acomodarse otra vez y empezar a penetrarme de manera rápida. Suelto un grito de placer por la sensación que me estaba dando, pierdo el equilibrio y me sostengo sobre mis manos en el fornido pecho de Renato. Ambos jadeamos como locos por varios minutos hasta que él se cansa y me cambia de posición. Ahora estoy en cuatro mientras que él está atrás de mí bebiendo todos mis fluidos antes de meterme otra vez su grande miembro.

—¡Maldita sea! —gimo a la misma vez que me muevo al compás de sus embestidas—. Ah... ¡A-Ahh! Renato —muerdo mis labios para callar mis gemidos.

—Tan jodidamente sensual cuando gimes mi nombre —arremete de manera dura. Renato saca su miembro para volverlo a meter y sacarlo otra vez, y así sucesivamente hasta volverme loca—. Mia moglie sembra una puttana che geme per il mio pene, così bisognosa di me ogni mattina... Ti farò centinaia di bambini affinché il tuo corpo sia sempre pieno di me...

Su italiano en el sexo siempre se me hace tan sexi. Renato aprovecha su segundo idioma para decirme todas las cosas sucias que no me puede decir en nuestro idioma solo porque le da vergüenza y se pone tímida. Pero mejor para mí que me hable en italiano, ya que me excito más.

—Dai a questa puttana di tua moglie tutti i bambini che vuoi... Lei ti ama così tanto —respondo. Renato se ríe de manera ronca atrás de mí.

Unos diez minutos después, Renato y yo acabamos y nos fuimos a dar un baño entre los dos antes de empezar nuestro día.