Alison:
Al día siguiente, no ví por ningún lado a Marcos, me empeze a preocupar, aunque me sentía confundida ¿Que le estaba pasando a Marcos? Era raro, ayer se preocupo por mi y después me empujó, no es para tanto, pero si es raro.
Intente sacarlo de mi cabeza, como siempre lo hacía, pero no podía, algo lo impedía, eran sus ojos azules que me volvían loca, su pelo negro sedoso, sus manos frías que me hacían dar escalofríos cada que me rozaba, su personalidad confusa, la forma en la que me hablaba, él, simplemente él.
Por la tarde, ya apunto de salir, sentí que alguien me empujó haciéndome caer, me voltee para ver a Mary, solo suspiré intentando calmarme, agarré mis cosas y me levanté, Mary se estaba riendo con sus amigas, que no eran muchas, pero gracias al cielo tenía, solo me dirigí a mi carro y me fui.
De camino a mi casa ví a Marcos, se veía raro, decidí no prestarle atención, hasta que ví que se dirigía a mi casa.
Cuando me baje del carro, se detuvo, solo se quedó mirándome fijamente, note que el brillo de sus ojos volvía, ese brillo me volvía loca, la manera en la que me miraba era una mezcla de dulzura pero a la vez de tristeza, como si quisiera decirme algo. Camino hacia mi y mi corazón empezó a latir con rapidez cuando sentí sus brazos rodearme en un abrazo cálido, su cabeza reposó en mi hombro, sentí que mi corazón se iba a salir por la boca, latía a mil por hora, me quedé quieta. Cuando reaccione de lo que estaba pasando le devolví el abrazo, podía escuchar sollozos de su parte, decidí no hablar y dejar a qué se desahogue por completo.
— ¿Estás bien?— fue lo único que pude pronunciar en aquel momento.
Sentí como negó con su cabeza lentamente, acaricié su espalda para intentar consolarlo. No sabía que hacer, nunca nadie se había desahogado conmigo, ni siquiera mi hermano.
Cuando acaricié su cabeza para consolarlo, él tensó todo su cuerpo, me alarme pensando que le había hecho daño.
— ¿Que te paso? ¿Te hice daño?— fue lo único que pude preguntar, el dejo de abrazarme para mirarme fijamente, sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas.
— No,no, no me hiciste daño...Solo que...— no pudo decir más, supe que él tenía un nudo en la garganta.
Lo mire con atención. Él se tapó la cara con las manos, sus lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, me acerqué a él para abrazarlo pero dió un paso atrás.
— Esta bien... Si no te sientes bien como para contarlo lo entenderé... Solo— trague en seco, me sentía nerviosa, no sabia el por que, pero lo sentía.
— Déjame ver tu cabeza...— dije con tono de voz suplicante, queria saber que le pasaba, si se había hecho daño o alguien le había hecho daño.
Vi cómo se acerco a mi y agacho la cabeza para dejarme verla, vi una herida ni tan grande ni tan pequeña, quedé helada al verla ¿Como alguien le haría eso? Vi con más detalle, parecía reciente.
Lo era .
— ¿Como?— no pude terminar de hablar.
— ¿Quien te lo hizo?— me esperaba cualquier cosa menos aquella respuesta.
— Mi padre — dijo inseguro, quede helada de nuevo ¿Como alguien que se supone que te protege te haría eso? Yo tampoco tenia buena relacion con mi padre, pero esto no se trataba de mí, se trataba de Marcos. Lo único que pude hacer fue dar un paso atrás sorprendida.
— Tu... ¿Tu padre? — dije todavía en shock, no lo podía entender. Todavía no podía procesar todo cuando detrás de Marcos vi a Mary.
¿Esto no podía ser peor?
Marcos volteo hacia su hermana, supe que su cuerpo se tensó por completo, él se volvió hacia mí y soltó un ¿Golpe? ¿Me acababa de golpear después de que haya venido a mi por consuelo? El golpe fue directo en el estómago, sentí que me faltaba el aire, tenía mi boca entreabierta, Marcos ni siquiera estaba dispuesto a verme, se veía asustado, pero no le tome importancia ya que me acababa de golpear. Me agarre el estomago todavia intentando respirar, voltee para ver a Marcos, pero este no estaba, se había ido con su hermana, a veces volteaba a verme disimuladamente.