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Miraba con una pequeña sonrisa como Izumi daba un increíble esfuerzo para limpiar la playa. Había logrado convencer a su padre adoptivo de que ella era la persona indicada. Dio un ligero suspiro al ver como daba todo de sí para intentar levantar un refrigerador.

Revelarle que su padre en todo menos sangre era su ídolo, fue un tanto gracioso. Verla balbucear por un par de minutos, pero finalmente comprendió su situación, su padre quedó encantada con ella al primer instante. Viendo lo que él vio en ella para volverse su sucesor.

Entonces se miró a sí mismo, no pudo evitar fruncir el ceño, lo había aceptado hacía bastante tiempo, incluso antes de conocerlo. No sería capaz de ser un héroe, no de esta forma. Pero si hacía algo así... Miro nuevamente como su padre alentaba a Izumi.

"AFO está en buenas manos"-Murmuró.- "Tal Vez si...No"-Despejó sus idea, no eran las correctas. Su habilidad era bastante peligrosa en manos equivocadas, el mismo evitaba ser aquellas manos. Las que se desviaran y tomaran el poder.- "Simplemente, no puedo evitar relacionarme con él en muchos aspectos, Toshinori"-Habló para sí mismo, mirando la silueta musculosa de su padre adoptivo. Sus sospechas dejaban de ser sospechas y se volvían preocupación. La preocupación llevará al miedo y del miedo a la locura.

No podía moverse, no sin temor a romperse los huesos. Su enfermedad lo limitó en muchos aspectos. Por eso mismo divagaba más de la cuenta. Así que tuvo que distraerse de alguna manera. Sacó su libreta junto un bolígrafo, cambiaría el régimen de entrenamiento de Izumi, lo que harían en seis meses lo reducirán a cuatro, dándole tiempo suficiente para adaptarse a su Quirk. Su padre puede ser un gran héroe, pero era un pésimo profesor.

Una vez escrito el borrador inicial. Tomó su bastón y se encaminó hacia ellos. Sus pies descalzos, llenos de cicatrices pisaban la arena, la sensación de su piel le reconfortaba en gran medida, olvidaba por breves instantes que podía romperse en cualquier paso que realizaba.

Los saludo con una enorme sonrisa, después de todo eran una pequeña minoría que lograba sacarlo de su inminente caída.

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"Los avances de la joven Midoriya están mostrando grandes resultados"-Toshinori le informo a su hijo, ambos estaban compartiendo la mesa mientras almorzaban.- "Puede que la siguiente semana esté lista para recibir el One For All"-Habló con duda en su voz, mirando a su hijo en todo menos en sangre, cabiendo una pequeña esperanza en que aceptara su Quirk. Recovery Girl mencionó que había una mínima posibilidad de que su Quirk lo haga mejorar físicamente. Pero siempre fueron aplastadas por la realidad.

Naruto no tenía el cuerpo para soportarlo, incluso solo dárselo lo podría romper. Por más mínima que fuera la posibilidad de ayudarlo, el riesgo era incluso mayor. Uno que no estaba dispuesto a tomar.

"Lo sé, la conozco, es demasiado terca y muy empeñada en hacer las cosas. Tu régimen de entrenamiento solamente la hubiera retrasado y hacerla que se rompa algunas huesos en el intento. Creeme, romperse los huesos es más doloroso de lo que suena"-Bromeó un poco, pero la fina linea que tenia el rostro de su padre cortó su broma.- "Bien, podrías ayudarla para que aprenda a usarlo, ella te tomará como ejemplo en todo lo que haga. Ella creerá que el Quirk es tuyo y no de ella. Eso misma la retrasara durante mucho tiempo, quiero que le hagas saber que el Quirk le pertenece a ella y solo a ella, Sólo así mejorará."-Le instruyó con calma, su padre era algo lento en estas cosas. Pero pareció entenderlo bien.

"La conoces bastante bien, ¿No?"-Preguntó con media sonrisa, queriendo bromear un poco con su hijo. Pero solamente hizo una mueca por lo siguiente que dijo.

"Es mi mejor amiga, se como piensa ella, es como leer un libro abierto. Además Katsuki es igual que ella en muchas cosas. Realmente ambas son demasiadas densas la una con la otra"-Dijo con una sonrisa. Sin captar el rostro que su padre le estaba dando.

Amor a prueba de QuirksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora