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Al entrar a las instalaciones, Naruto fue recibido por el héroe trece. Naruto la conoció en el pasado. Pero había pasado demasiado tiempo. Se desconecto de la charla, su padre ya le había avisado de antemano lo que iban a realizar.

Avanzo un poco más, para tener una mejor visión del lugar.

"Estaré a tu lado en todo momento. Ya debes de saber la razón"-Aizawa habló repentinamente, estando detrás suya, sosteniendo su silla.

"Lo sé, mi padre lo ha estado intentando ocultar, pero es demasiado obvio para su propio bien."-Dijo con media sonrisa.- "No me molesta que me mantengan vigilado. Siéntate libre hacer lo que consideres necesario"-Habló con calma, nunca tuvo la oportunidad de tocar a Aizawa.

"Como sea"-Suspiro el héroe, pero entrecerró los ojos al ver por una fracción de segundo algo distorsionarse en la fuente.

"Lo vi"-Habló el rubio repentinamente.- "Algo viene"-Dijo con seriedad, captando la atención del profesor, el cual ya estaba buscando una manera de salir con sus alumnos.

Repentinamente un portal se abrió frente a la fuente, donde varias personas salieron. Pero tres de ellas destacaron. El primero en salir fue un hombre con varias manos adheridos a su cuerpo. Una especie de neblina púrpura y finalmente algo enorme que salió al último, siendo casi del mismo tamaño que su padre en su forma muscular.

"Profesor"-Llamó el rubio, sintiéndose algo nervioso. Esa cosa, tiene más de un Quirk.

"Lo sé, mantente alejado, ¡Trece!"-Llamó el profesor. Alertando a los estudiantes.- "Atentos, villanos"-Habló mientras se colocaba sus gafas. Este salto hacia los villanos. Dando una gran carrera hacia ellos.

"¡Vayan a las puertas!"-Naruto les gritó a sus compañeros.

"Lamento decirles que no podrán escapar"-Habló una nueva voz, el sujeto que estaba cubierto de neblina apareció cubriendo a toda su clase. Naruto solamente pudo mirar impotente como la mitad de su clase había desaparecido.-"¡Trece!"-Gritó mientras giraba sus ruedas, en un intento vago de juntarse con el héroe.

Solamente para ver como este utilizaba su Quirk, solo para que fuese usado en su contra. Absorbiendo la mitad de su traje.

"Es hora del show"-Habló la bruma, flotando por encima de ellos.

"¡Naruto!"-Uraraka logró colarse hasta la ubicación de Naruto, llevándolo hasta la puerta. Pero una neblina cubrió su camino.- "¡No!"-Habló inquieta, pudo escuchar pequeñas explosiones a la lejanía. Pero era demasiado tarde. Las ondas de choques no se hicieron esperar.

Los alumnos estaban en una batalla contra los villanos.

"Así que tú eres Naruto"-Habló el hombre, apareciendo frente al rubio. Llevando un traje oscuro y su cabeza cubierta.- "Mi maestro espera con ansias tu llegada"-Habló con lo que se escucha una sonrisa.- "Si fueras tan amable de seguirnos"-Estiró su mano, esperando a que el rubio aceptara.- "Incluso puede tratar tu enfermedad"-Añadió como toque final al verlo en la sillas de rueda.

"Uraraka"-Llamó Naruto repentinamente.

"¿Si?"-Preguntó nerviosa, observando una posible salida, podría hacer flotar a Naruto y llevarlo hasta Iida, pero el aterrizaje posiblemente le rompa sus huesos. Estaba ideando otro plan, pero por el simple hecho de que Naruto tuviera esa enfermedad la limitaba.

"Dame tu mano"-Fue lo único que dijo, estirando su mano hacia atrás, sudando mientras miraba al villano.

"No creo que..."-Intento hablar, pero al verlo que estaba temblando. Se mordió el labio, tomando su mano. Pudo sentir otra descarga eléctrica, pero esta fue mayor. Pudo sentirse debilitada por un instante pero se le pasó casi enseguida.

Amor a prueba de QuirksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora