La dualidad en Amelia era clara, el conflicto interno que llevaba dentro desde hace años viene de la mano con ello y el choque cultural que recibió al trasladarse desde Latinoamérica hasta Japón, luego a su país natal de nuevo y luego nuevamente a J...
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La pasamos bastante bien la verdad, había comida por montones, sobre todo carne, ya que yo adoro la carne y de cierto modo me ayuda con mi kosei. También habían uno que otro platillo japonés, globos rojos, azules y amarillos, cintas y serpentinas de los mismos colores, unos carteles diciendo ¡Plus Ultra! Y los banderines de feliz cumpleaños.
Regalos no hubieron muchos, los amigos de mi tío me dieron algo de dinero, mamá no invitó a nadie más así que no pude conocer a sus amigos, el tío Esteban me regaló un par de zapatillas, mi mamá unos pantalones y Kacchan la camiseta que siempre le robo, una negra con el logo de calavera, similar a la del personaje de cómics "Punisher", es genial, me la puse apenas me la dió. También me dió una bolsa con mandarinas, fue la mejor parte, adoro las mandarinas a pesar de lo mucho que me molestan con ellas, dicen que mi pelo es de este color porque como muchas de esas.
En cierto punto subimos los tres a mi habitación, llevé comida y pusimos algo en la TV, nos tardamos mucho en decidir que ver porque los tres teníamos una idea diferente, yo quería un clásico, Katsuki quería ver una serie y Zuzu hablaba de una película de estreno, eventualmente terminamos viendo la serie.
Las cosas entre Izuku y Katsuki fue tan incómodo como esperaba, hablaban conmigo con normalidad, pero entre ambos casi nada, y llegué a la conclusión que tal vez hacer de mediadora no era lo mejor, tal vez si los dejaba solos se abrirían un poco, entiendo que se dejaron de hablar, y se que es incómodo, pero fueron buenos amigos y tienen muchos recuerdos en común ¿Debería ser fácil empezar otra vez, no? Así que, con la escusa de ir a ayudar al tío Esteban con la carne asada, salí de la habitación.
Los dejé solos y bajé las escaleras con rapidez y de una forma muy sonora, así sabían que me alejé, en el primer piso la música se sentía más fuerte que desde mi habitación, y no pude evitar andar al ritmo de Freakytona mientras caminaba hacia el patio trasero. Allí encontré la parrilla rodeada de los pocos invitados de mi tío, pero no lo ví a él ni a mi mamá.
━━El señor Tomoe fue al baño, y creo que tu madre está en la cocina. ━━ Me dijeron en cuanto pregunté por ellos, sin saber realmente en que perder el tiempo mientras dejaba a los chicos solos, y tampoco queriendo quedarme con un puñado de desconocidos, fui con mi madre, pensando que tal vez podría ayudar con lo que sea que esté haciendo.
