Cenizas como nieve (Traducción)

Vi caer las paredes (No hizo ningún sonido).

_Sí no es mucha molestia comenten, y no sean lectores fantasma. Si no lo hacen me los madreo por weyes_

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[El rojo es el color de la habitación donde nace su hija; El rojo es el color que baña el patio el día que su hija no logra aterrizar.]

[Azula, el ascenso, la caída y las secuelas de tocar el suelo.]

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Efímero : /əˈfem(ə)rəl/

adjetivo

durando muy poco tiempo.

Su hija nace justo cuando el sol alcanza su cúspide en el cielo. Es una cosa pequeña, con la cara roja y grasa de bebé adherida a ella.

(Ursa la mira y no siente nada más que amor.)

Ella nace gritando, gimiendo, agitando pequeños puños antes de que sus ojos se hayan abierto. Una sonrisa cansada se dibuja en las comisuras de la boca de Ursa mientras observa a su bebé luchar contra la partera que intenta envolverla.

(Todas las cosas empiezan en alguna parte. La sangre nunca nace de la nada)

Finalmente, la partera lo logra, la resistencia de la mujer sobrevive a la de su hija, que está agotada por su lucha.

Le entrega al cansado recién nacido a Ursa, e inmediatamente Ursa acuna a la niña contra su pecho, deleitándose con el fuerte calor que emana de ella.

(Se dice que en el momento en que nace un maestro del fuego, su chi se activa. Cuanto más fuerte sea el maestro del fuego, más cálida será la temperatura central).

Apenas nacida y ya probando el universo, piensa Ursa con cariño, mientras levanta un dedo para trazar la mejilla roja de su hija. Sin embargo, justoantes de que el dedo de Ursa toque la piel suave, los ojos del bebé se abren.

Los brillantes ojos dorados miran inocentemente y, por un mínimo momento, el corazón de Ursa se atasca en su garganta porque esa es la mirada exacta de alguien de quien ha comenzado a cansarse.

La mirada de un hombre que quemaría el mundo hasta los cimientos, aunque sólo fuera para gobernar las cenizas.

(Un hombre astuto, resbaladizo, con un resentimiento lo suficientemente grande como para llenar el océano).