La Era De Los Reyes. || FushiKugi.

Capitulo 5.

Yūji entra en acción, fue caminando lentamente hacia ellos, serio esta vez.

-Con que ahí estaban... ¿Qué tal? ¿Disfrutando el espectáculo?

-Ah, eres tú. Ahora sí.

-Pues sí, es más divertido que solamente esperar a que nos digan "vamos a exorcizar".

-Chicos, lo que están haciendo no es lo correcto, créanme...

-Ajá, ¿Cómo le vamos a creer al mejor hechicero de nuestro equipo? ¿De NUESTRO año?

-...

Finalmente llegaron Nanami y Gojo, detrás de Nobara y Megumi. Para luego, los agarraran demasiado fuerte, atrapándolos finalmente.

-Al fin los tenemos. Ahora, hay que hablar. Y en serio. Están en muchos problemas.

-No lo creo.

Respondió Megumi, mirando a Nobara para darle la señal y que ambos le pasaran los pies a los profesores, para poder escapar.

-¡Adiós, torpes! -Despidió Nobara, sonriente.

-¡Nue!

Megumi invocó al pájaro y distrajo completamente al trío que los estaba persiguiendo.

-Ay señor... Esto debe ser una broma... ¡Ya estoy cansado!

-Pues así es, niño. Así es la vida de un hechicero. Ser hechicero, es una mierda.

-Concuerdo... -Suspiró, pesado.

-Rayos... ¿Se pueden callar? ¡Se están escapando! -Exclamó Gojo.

[...]

Nobara y Megumi finalmente fueron a la habitación de este y buscaron el libro que estaba muy bien guardado.

-Uff, eso estuvo cerca...

-La verdad, es que sí...

-Tendremos que buscar otro escondite. ¿Alguna sugerencia?

-Mmmm... No.

-¿En serio?

-En serio.

-Como sea, hay que escaparnos de aquí y buscar el dedo.

-Claro.

Lo que no se imaginaban ellos, era que había una persona al lado de su habitación escuchándolo todo. Debido a que las paredes eran delgadas y se podía escuchar absolutamente todo.

-¡Ya estoy harta de este uniforme de hechicero!

Se comenzó a quitar la chaqueta, dejando solamente su camiseta blanca.

-Ehm... ¿No se supone que deberías hacer eso en tu habitación? -Recalcó el "tú" con un leve sonrojo en sus mejillas, un poco avergonzado.

-Pero yo no tengo ropa negra y tú sí.

-Pero simplemente pide que me voltee, ¿No te molesta? Busca lo que quieras en mi armario, aunque creo que te va a quedar muy grande mi ropa.

-Yo la arreglaré. -Sonrió la castaña clara orgullosamente-. ¿Tienes aguja e hilo?

-Sí, ¿Por qué?

-Ya luego verás. -Volvió a sonreír de la misma manera que la vez anterior.

-Bien, entonces le quitaremos el dedo a Gojo-Sensei antes de que Itadori se lo coma, ¿No?

-Así es. Nadie lo verá venir. -Siguió sonriendo.

-Bueno, tú ve a cambiarte, mientras le quito el dedo a Gojo-Sensei.