La Era De Los Reyes. || FushiKugi.

Capitulo 2.

[Tú solo sígueme la corriente.]

Eso era lo que había dicho Nobara Kugisaki hacia Megumi Fushiguro, antes de ir hacia la biblioteca, pero vieron que la biblioteca estaba cerrada con candado.

-¡Dios!

-¿Ves? Creo que esto no es buena idea... -Desvía la mirada.

-Tú solo confía en la experta.

-Bueno, "experta", ¿Qué hacemos?

-Mmmm... Las llaves las debe tener Gojo-Sensei.

-Sí, él las tiene.

-¡¿Y por qué no me lo dijiste?! ¡Tonto!

-Pues, no me preguntaste.

-Ah... Ok.

Nobara suspiró pesadamente y Megumi sonrió levemente, y comenzó a pensar.

-Tengo un plan, "experta".

-¿Cuál es?

-Podemos ir con Gojo-Sensei.

-Claro, ¿Pero cómo le quitaremos las llaves?

-"Tú solo sígueme la corriente."

-Ok, "Experto".

Megumi se rió suavemente y ambos fueron hacia la oficina de Gojo-Sensei.

-Ok entonces, tu distraes a Gojo-Sensei y yo tomo las llaves.

-Sip... Pero... Trata de no reírte ¿ok?

-Ok, trataré de no burlarme. Pero no prometo nada.

Los chicos tocaron la puerta y el albino abrió.

-¡Kugisaki, Megumi! ¿Qué hacen aquí? ¿Para qué me necesitan?

-Yo lo necesito a usted, Megumi solo me acompañó...

-¿Qué ocurre, Kugisaki?

-Venga, venga... Lo que le tengo que decir es algo importante... Y es sobre Itadori Yūji.

-Mmmm... Curioso. Está bien, vamos.

Nobara tomó la mano del profesor y lo llevó hacia afuera, al patio. Mientras que ellos dos se olvidaron de Megumi completamente. Lo cual era perfecto para este.

Megumi suspiró profundamente y fue a buscar las llaves, al hacerlo, simplemente vuelve a suspirar; esta vez pesado y dice:

-Lo siento, Gojo-Sensei... Pero ya no quiero ser un hechicero.

Megumi guardó las llaves y cerró la puerta.

5 minutos después, Megumi se encontró con Nobara en la entrada de la biblioteca.

-¿Y bien? ¿Funcionó?

-Sí, ¿Qué hay de ti? ¿Qué le contaste de Itadori?

-... Algo estúpido y sin sentido, algo que sí sería de él.

-¿Y qué es?

-Que lo encontré mirando cosas prohibidas y por suerte, Gojo-Sensei se lo creyó y se fue con él. Me imagino que es para regañarlo.

-Gracias, Kugisaki. -Le sonríe levemente.

-Gracias a ti, Fushiguro... Por no dejarme sola. -Le devuelve la sonrisa.

Ambos se sonrojaron un poco por la sonrisa del otro.

-B-Bueno, vamos a darnos prisa... No quiero que nos encuentren.