El día siete Haerin despertó con un terrible malhumor, lo cual me hizo saber que ella también había recibido la odiada visita.Digamos que ser dos chicas de mal humor era terrible, así que discutíamos por todo y nos disculpabamos de formas muy estúpidas.
En el momento era irritante. Ahora que lo recuerdo me parece gracioso.
—¡¿Por qué me miras?! —pregunté con alteración. Me parecía bastante molesto que me observara detenidamente mientras intentaba comer aquella fea papilla que nos sirvieron esa mañana.
—¡¿Acaso ya no puedo hacerlo, Minji?! —ella estaba mucho más alterada que yo.
—¡Claro que sí! ¡Pero no cuando como esta horrible papilla! ¡Me intimidas!
—¡¿Qué quieres que mire?! ¡¿Los pechos de Hanni?!
Ese había sido un golpe bajo.
—Si quieres —accedí con total seriedad —pero, en cuanto lo hagas, te olvidas de tener sexo conmigo.
Ella jugaba sucio. Yo era peor.
—¿Pueden dejar de discutir? —preguntó Hyein pacíficamente. Era la única que parecía disfrutar de aquella papilla con olor a pies y sabor a tierra. —Es incómodo.
—No te metas en esto —pidió Haerin con total seriedad.
—No le hables así a la enana —Esa fue Hanni. —O juro que te las verás con mis manos...
—A ella le encantaría vérsela con tus manos —murmuré mientras me cruzaba de brazos. Puede que suene estúpido ahora mismo, pero en ese momento estaba increíblemente enojada con ella. —Claro, cómo mis dedos son del tamaño normal...
—¿Pueden dejar de...? —de nuevo era Hyein.
—¡Cállate! —dijimos las dos.
—Te odio —recuerdo haberle dicho a Haerin.
Pero la verdad es que la amaba tanto que mi corazón amenazaba con estallar cada vez que la miraba.
—No quiero que vuelvas a hablarme —murmuró antes de levantarse junto con su plato y marcharse a la habitación vacía.
—Bien —acepté.
—Bien.
—Bien.
—Bien.
—Bien.
—¡Lárgate ya!
—¡No! —se negó mientras regresaba, dejaba su plato en el suelo y se abrazaba a mi cintura con tantas fuerzas como podía. —Perdón, Min. Te amo —susurró mientras escondía su rostro en mi vientre para luego suspirar.
—Yo también te amo —correspondí con una sonrisa mientras reacomodaba su cabello.
—Eso ha sido tan raro que le han quitado el habla a Danielle —se burló Hanni.
Puede que fuera un comentario bastante cruel, pero incluso Dani rió antes esto.
—Este desayuno es horrible —se quejó Haerin.
—Puedes dármelo si quieres —ofreció Hyein.
Yo estaba loca, pero Hyein era demente.
—¡¿Estás loca?! ¡¿No quieres que desayune?! —exclamó Haerin con indignación.
—Era solo una sugerencia —murmuró encogiéndose de hombros.
—Está bien, lo acepto. Cómete lo que queda.
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Virus Letal | Catnipz
Fanfiction"-Voy a morir -acepté con tristeza. -Ellas van a morir -continúe. y jamás había sentido peor nudo en mi garganta que aquel cuando dije -Tú vas a morir." ¡ADAPTACIÓN! Todos los derechos al autor original.