Un sueños y tristeza

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Me levanto, me baño y me visto y al dirigirme a el comedor mi padre no esta ahí. Me extraña, pero me preparo cereal y llamo a vanessa.

-Hola. ¿Estas bien?.-

-Estoy bien y tu?.-

-No muy bien que digamos. ¿Te puedo ver?-

-Claro. ¿Dónde y cuando?

- Centro comercial en media hora.-

Cuelgo y me dirijo hacia alla. En 40 minutos la veo caminando hacia mi. Me abraza y me pregunta: "¿Por que me veia tan triste?"

-Me quedan 29 días con mi padre y no se como decirle que me voy.-

-Debe ser muy duro tener que enfrentarlo, pero tienes que hacerlo.-

-No encuentro el momento indicado y no quiero destrozarlo.-

-No busques el momento, haz el momento. Pasamos toda nuestra vida buscando el momento correcto y no nos damos cuenta que estamos en el momento. Mi punto es no esperes tanto para decirle. Eso terminara doliendole más.-

Pasamos horas caminando y mirando articulos en el centro comercial me despejó mucho la mente . Luego fuimos a el cine a ver una pelicula, que por cierto estaba super buena, y cenamos juntas. A eso de las 7:00 pm me decidí a ir a casa aunque no queria por que sabía que tenía que enfrentar a mi padre.

-Ann... recuerda es mejor que se entere por ti misma a que luego lo descubre por boca ajena. Siempre ten en mente que haces lo correcto.- la abaraze fuerte y le dí las gracias me monte en el taxi y me fui a casa.

Entre a mi casa y ahí estaba mi padre sentado en el sillón callado y mirando hacia la nada. Me acerque a el y sus ojos estaban llenos de lagrimas, me vio y se levanto enfadado.

-¿Cuando pensabas decirme?- Sus ojos reflejaban un enfado que jamás habia visto en sus ojos, pero tambien un temor por la idea que no podía soportar. Estaba muda cuando de repente lanzó la carta de la universidad en la mesa.-

- Lo siento, papá. Asistiré a la universidad. Perdon por no haberlo dicho antes, pero no te queria herir.- digo muy triste.

-Pasé años protegiendote, me sacrifique por ti y lo unico que te pedí es que no te fueras de aqui. Siempre te prohibí ir a la ciudad. Solo quería tu seguridad. No quiero pasar por lo mismo. Hija te suplico no te vayas. No quiero pasar por lo mismo de antes... eres lo unico que me queda. Sin ti no tengo más motivos para vivir. Me mantengo de pie por que tengo que proteger a mi pequeña.- sus lagrimas no paraban de caer a el suelo y me parti el corazón.

- Lo siento, papá. Es mi decisión, es mi sueño... por lo que he trabajado tan duro.

     Salgo de la casa corriendo y paso horas y horas mojandome en la lluvia. De la nada sale Mateo y me obliga a montarme en su coche. Me lleva a su casa donde me baño,me visto y al salir ya esta mi habitación preparada. Me metó bajos las sabanas y Mateo se acercaba darme un beso en la frente para voltearse y retirarse. Su mirada reflejaba lastima por mi estado.

     -No te vayas, por favor.- digo con voz ronca y tristeza- No quiero dormir sola esta noche.-

     Mateo se acerco y se metió bajo las sabanas, sin preguntar tan solo un poco de mi situación, pues comprendia que no queria hablar de ello. No quería preguntas, ni reproches, solo perderme en mi propio mundo. Mateo me apreto contra su pecho, que cada vez se mojaba más debido a mis lagrimas, hasta que me quede dormida.

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