18- Retoques...

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-¿Qué estás haciendo aquí?

Moonbyul quedó perpleja, en frente de ella,Lisa se encontraba con miles de emociones por dentro, había odio, ganas de llorar, millones de preguntas y algunos que otros cabos sueltos, y realmente quería preguntar uno por uno pero... ¿Moonbyul colaboraría? No, no había certeza de eso.

Realmente fue fácil encontrar el edificio, estaba en una esquina, de fácil acceso y con un ambiente completamente íntimo, no había lugar más perfecto para un prostíbulo. Muchos carros, negros y relucientes, entraban y salían de lo que parecía ser un antiguo estacionamiento. Sin duda era allí, era un lugar casi perfecto, y digo casi porque la seguridad era un asco, Lisa pudo entrar tan fácil como pudo salir luego. La primera planta estaba llena de hombres y mujeres bailando y consumiendo lo que parecía ser drogas. Algunos hombres, mayores de edad, rompían sus trajes elegantes y caros solo para bailar en el piso, mientras algún camarero les traía bebidas.

El lugar era grande, y pese al volumen alto de la música, desde fuera no se escuchaba nada. El aire contaminado de nicotina y drogas llegaba a ser asfixiante, por eso Lisa se apresuró a pasar entre aquellos ricos asquerosos. Una vez subió las escaleras, miró hacia abajo y la vista fue decepcionante. Habían jóvenes en tangas y ropas afeminadas, teniendo que caminar por entre todas esas personas, habían muchachas menores de edad con ropa muy reveladora, teniendo que aguantar que hombres y mujeres las tocaran. No se veían felices, les ponían dinero, cantidades absurdas de dinero, entre la ropa, y aún así no eran felices. Debió ser duro lo que vivían, a lo lejos un chico que no pasaba de los 15 años tenía que soportar una señora de unos 65 años frotarse contra él, mientras un señor, que al parecer era marido de la señora, le tocaba el culo tan descaradamente como se pudiera.

Lisa sintió asco, y de imaginarse que Jennie pudo haber estado allí las ganas de vomitar aumentaban. Siguió subiendo, la segunda planta estaba llena de más jóvenes de distintas edades, con distintas ropas y mucho maquillaje, que caminaban de un lado a otro, pero a diferencia de la primera planta, aquí llevaban máscaras. Decidió seguirlos, y se juntó con un grupo de 4 chicas que caminaban casi al final de la fila.

-¿No te da pena andar sin máscara?

- No, ¿porque lo haría?- Lisa preguntó curiosa.

-¿ Es tu primera noche verdad?

-Sí- Lisa se apresuró en contestar

- Bueno, si un día te veo, tranquila no hablaré nada de eso

Las palabras de la chica dejaron desconcertada a Lisa.

¿Qué iban a hacer?

Exacto, la tercera planta era un lugar realmente íntimo, demasiado, habían hombres masturbándose, tocándose entre ellos, y sonrieron asquerosamente cuando los jóvenes entraron. No había duda, era una orgía, aquí iba a ocurrir sexo real dentro de minutos.

Lisa se apresuró a subir a la próxima planta, y no pudo aguantar, vomitó, era demasiado, allí habían niños que no pasaban de los 16 años y ya tenían que vender sus cuerpos para sobrevivir, y todo porque Moonbyul necesitaba dinero.

Maldita perra.

-Vine a buscarte, tu y yo tenemos un asunto que tratar, cara a cara, sin policías y sin nadie que nos interrumpa.- Lisa le habló alto y claro a Moonbyul, mientras se le acercaba.

Moonbyul se notaba nerviosa, miraba de un lado a otro y se quedaba fija cuando a su derecha veía una puerta.

- Ni sueñes que llamarás a seguridad, aquí solo estamos tu y yo, y me vas a explicar porque demonios matas...

-¡Calla! Aquí no, vamos a otra parte.

Por alguna razón, Lisa decidió seguirla, y al entrar en la habitación siguiente, encontró algo que la dejó sin aliento.

-Este es mi cuarto- Moonbyul la invitó a pasar.

-Muy lindo, pero aquí no vine a ver tu parte humana, vengo a que me des explicaciones del porqué mataste a Jennie. ¿Qué no era suficiente con que la mandabas a prostituirse?

- ¿Prostitución?- Moonbyul río a carcajadas- Jennie nunca se prostituyó, siempre fue moralista, incluso para cuando descubrió el negocio era demasiado tarde, ya me había pagado la mansión, y no había vuelta atrás y aún así intentó devolver todo. Los chicos que trabajan aquí le prestaron el dinero para que te comprara la casa, y justo cuando descubrió todo, decidió meter las narices donde no debía, investigó por su cuenta y conformó todo un plan para arruinarnos la vida. Y digo "arruinarnos" porque nadie de aquí quería que se viniera abajo el negocio, incluso su amiga Nayeon, no sé si la conozcas, le dijo que se detuviera, pero ella simplemente decidió seguir estorbando.

-¡Cállate! ¡Jennie nunca estorbó!

-¿Ah no? Y los papeles que intenté buscar en la mansión, y los que ella redactó durante la cárcel... perdóname pero a mí me estorbaba. Te voy a contar todo para que me dejes en paz y desaparezcas de mi vida, antes de que algo malo te pase. Eres muy joven, y no quieres estorbar como tu novia.

- ¿Y esa fue razón suficiente para matarla?- Lisa conocía la respuesta pero aún así, decidió preguntar.

- Y con gusto, ninguno de nosotros iba a permitir que una estúpida moralista nos arruinara lo que nos costó construir años.

Lisa golpeó la cara de Moonbyul con su puño. La chica cayó en el suelo y antes de reaccionar tenía a Lisa encima de ella encajando sus uñas en la cara.

-¡Eres una maldita perra!¡ Arruinaste la única cosa buena que me había pasado en la vida! No pienso perdonarte jamás.

-¡Suéltame! ¡Estúpida!

Golpe tras golpe resonaban en la habitación. Algo de sangre empezaba a salir de los labios y nariz de Moonbyul. Lisa tenía algunos rasguños, pero la peor parte la tenía Moonbyul. Hasta cierto punto, Moonbyul solo pudo quejarse. Ya estaba lo suficientemente débil como para siquiera hablar.

- No te mueras, esto aún empieza, sentirás todo lo que yo sentí, morirás lentamente y la última cara que verás será la mía. Maldita hija de puta.




-Jisoo, voy a entrar.

-Adelante.

Ahn Bo-hyun, el prometido de Jisoo entró por aquella puerta y a medida que avanzaba, la angustia y la desesperación de Jisoo aumentaba

- Dentro de unas semanas estaremos casados...

-Si...- Jisoo no estaba para nada emocionada, Bo-Hyun al contrario contaba los minutos para firmar los papeles.

Adelantaré los capítulos de esta historia.

Chao, cuidense y besitos en el anastacio

Dejando todo atrás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora