05- Primera traición...

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-Lisa, han pasado 3 semanas desde lo de Yeji. Sé que es difícil para ti pero no puedes dejar que eso afecte nuestra relación.- Jennie sentía que las palabras de Lisa atravesaban cada centímetro de su corazón haciéndolo miles de pedazos con cada segundo en el que su novia no decía nada.

-¿Nuestra relación?. ¿De qué estas hablado?. Llevas meses sin tocarme o besarme siquiera. Y lo peor es que no me das una explicación o al menos me dejas y ya. Entonces ¿de qué relación hablas, Jennie?- Lisa lloraba al ver qué, muy en el fondo, la Jennie que lloraba solo enfrente de ella, aún seguía ahí.

-No estás bien. Me iré. Dejaré que descanses y mañana conversamos. Sabes que te amo.- Jennie salió corriendo para no darle tiempo a Lisa de siquiera hablar. A donde iba, no sé y ciertamente Lisa se hacía la misma pregunta, con la única diferencia de que a ella le afectaba más que a nosotros.

El departamento quedó en total silencio. So se escuchaba absolutamente nada. Ni siquiera los sollozos de Lisa. Ella había dejado de llorar desde que Jennie salió evadiendolo todo. Como simpre ha hecho, según Lisa. El celular empezó a sonar. En la pantalla se reflejaba una foto de Rosé y sonaba como tono de llamada Alive de Sia.

-¿Rosie?- Lisa respondió la llamada.

-Lil, tengo que contarte algo. Me acosté con Jimin.

- Ah, sí. Qué bien, supongo.- Lisa no tenía ganas de hablar con nadie pero era su amiga. Al menos la escucharía.

-¿Qué te pasa?- Rosé le preguntó ansiosa.- No será que aún tienes lo de Yeji ¿verdad? Lisa, han pasado 3 semanas. Jisoo te ha perdonado el que te ausentes pero eso no durará para siempre y esto no es bueno para ti.

-Lo sé.

-Mañana te recojo. Iremos al trabajo juntas.

-No qui...- Rosé ya había colgado. Era un compromiso. Tenía que ir.

El resto de la noche pasó melancólica. El débil susurrar del viento en la ventana y las cortinas moviéndose a sus anchas hacían un  ambiente de tristesa y amargura increíble. Lisa durmió sola otra vez. No sería la primera sino una más de las veces que tuvo que dormir sola.

El transcurso del viaje fue... callado. Lisa no hablaba. Rosé ni siquiera la miraba. Fue incómodo. Al llegar Jisoo las esperaba con los brazos abiertos. Jimin aparecía lentamente desde la sala de Oncología.

-¡Has regresado! Que bueno. Ya se te extrañaba.-Jisoo hacía lo mejor que podía para levantar el ánimo. Claramente, no logró nada.

-Ha sido doloroso para mi, lo siento mucho, prometo trabajar duro para compensar el tiempo perdido- Aquello parecía más un discurso forzado que las palabras sinceras de alguien.

-Jimin, ¿cómo estás?- Rosé ignoró a todos y solo preguntó por Jimin quién se acercó poco a poco al lado de Jisoo.

-Y ¿ustedes se conocen?- Jisoo no podía imaginar de dónde se habían conocido.

-¡Y mucho!- Rosé se veía emocionada. Recordaba lo que había pasado la tarde anterior y sentía escalofríos.

-¿ Ah sí? ¿ Amor, de dónde conoces a la señorita Park tan bien?- Jisoo no era alguien  celosa, pero el repentino entusiasmo de Rosé hizo que se preocupara.

-Nos conocimos el primer día nada más y no creo que haya sido para tanto. Bajale 2 rayas a tu intensidad.

Las palabras de Jimin resbalaban como agua fría sobre la espalda de Rosé. Otra vez más, los hombres la decepcionaban.

-Claro- Rosé no tuvo nada más que hacer que asentir en silencio.

-Jimin y yo llevamos 3 años juntos. Empezó aquí hace unos años y ha salvado pacientes con situaciones muy complejas. Sabes que estoy orgullosa de ti- Jisoo abrazó a Jimin y este le correspondió. Guiño un ojo en dirección a Rosé. Ella sintió asco, él estaba jugando con las dos. Pero lo que aquí se hace, aquí se paga.

La conversación se puso interesante ¿verdad? Pero a que nadie se dio cuenta como Lisa se alejó de ahí desde el minuto uno. Fue directo a su sala. Tomó los papeles de los pacientes y decidió hacer un pase de visita de rutina, para conocer a quienes estaban en sus manos ahora. Justo como lo estubo Yeji alguna vez.

Cuando levantó la cabeza, vio la antigua cama de Yeji ser ocupada por un niño de unos 9 años. Cáncer de hígado. Hereditario. Fase terminal. No había nada que se pudiera hacer. Al parecer esa cama no estaba hecha para la recuperación. El resto de la mañana transcurrió tranquila. Algún que otro subidón de presión, alguna fierbre preocupante incluso un pequeño vómito por parte de una niña de 2 años con problemas estomacales. Nada que los años de estidio de Lisa no pudieran solucionar.

La cara de Rosé, a lo lejos, se veía triste pero cuando se acercó definitivamente estaba jodida. Lisa no preguntó nada. Ya tenía suficiente con sus problemas. Cargar con los de su amiga no sería sano. Al final, Rosé solo vino para ir a almorzar. Salieron a la cafetería. Desgraciadamente Rosé no quiso comer allí. Jisoo y Jimin almorzaban en una mesa, a solas, riendo y compartiendo como la parejita más feliz del mundo.¡ Jimin, hipócrita!

Salieron a la cuidad a comer. Necesitaban aire fresco. Las dos. El carro iba a una velocidad constante, ni rápido ni lento. Las caras largas eran parte del atuendo. Lisa recibió un mensaje de Jennie, diciendo que pasaría por ella al hospital para darle una sorpresa más tarde. Decidió ignorar ese mensaje, porque ya habían llegado al restaurante-cafetería y  quería disfrutar de la comida, no estar pensando en la relación necrosa que tenía.

- Aquí Lil, vamos a comer aquí.- Rosé se sentó de inmediato en una mesa casi central. Lisa fue directo a pedir el Menú. No esperaría a que se desocupara un camarero.

-Disculpe, ¿me podría dar el Menú?

Cuando recibió la carta llena de especialidades caminó hasta su mesa, y justo antes de sentarse levantó la vista hacia lo que sería la peor cosa que sus ojos ubieron contemplado jamás.

Jennie conversaba con una mujer mientras almorzaban. Espera, ella le tocó la mano a Jennie, y no la apartó, más bien, sonrió. Oh no. Lisa no pudo aguantar aquello y empezó a caminar en dirección a ellas.  Jennie la noto caminar hacia ella pero la otra mujer ni se inmutó. Cuando Lisa llegó al lugar de Jennie le dijo.

-Entonces, me estas engañando con otra. Lo sabía.  Sabía que tu cambio no era imaginación mía. Si tienes otra, ahora... ella es...

- Moonbyul, mucho gusto.

-¿ Qué carajos haces con la mama de Yeji?- Lisa quería golpear algo. No sabía  a quién o a qué,pero quería golpear sin duda.

Dejando todo atrás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora