08-Otra parte de la historia...

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Rosé salió de la casa con el estómago revuelto. Pensar en lo que había hecho con Lisa y en como Jennie confiaba en ella tan ciegamente, hacía que las lágrimas salieran sin esfuerzo alguno. Iba conduciendo cuando le sonó el celular.

Jisoo la llamaba desde el hospital. Habían algunos equipos rotos y era necesario que Rosé fuera a darle un vistazo. La chica no tenía nada más que hacer y para comer helado mientras te deprimes, mejor trabajaba y se entretenía en algo ¿no?

Llegó al hospital y allí en la puerta, la mismísima JiSoo la esperaba. La invitó a pasar. En el departamento de Rayos X habían algunos equipos rotos. En seguida empezó su trabajo. Era sencillo. Fácil pero había algo que le perturbaba. JiSoo no se iba de allí. Ella no sabía nada acerca de biomedicina, entonces ¿qué esperaba?

-¿Necesitas algo?-Rosé preguntó en un tono neutral. No quería que su jefa se molestara.

-¿Te acostaste con Jimin?- Jisoo fue directa, fría y confiada. Por la reacción de Rosé, ella supo que sí. Sonrió

-¿Te apetece vengarte?

Los ojos de Rosé se abrieron.¿ En serio su jefa le pedía ayuda para vengarse de su propio novio quien jugó con las dos?

- ¡Respóndeme, Park!

-¡Sí!- Rosé se incorporó de inmediato. Parecía una militar.

Jisoo sonrió y se acercó a los oidos de la chica.

- Este es el plan. Solo hace falta que seas alguien de mente abierta.

La tarde en el hospital se hizo larga. Por la mañana Rosé recibió las órdenes directamente de la jefa. A principio dudó, pero de alguna forma la triste historia de Jisoo y Jimin la hizo dar el paso adelante. Y cuando digo triste me refiero para Jisoo. Jimin era todo un desalmado. Un picaflor. Un Don Juan.

Ellos se conocieron mediante los padres de Jisoo. Fueron rápidamente comprometidos por cuestiones de dinero. Hasta ese punto todo estaba bien. Los problemas empezaron cuando Jimin le propuso tratar de ser una pareja normal. Y funcionó. Al menos dos semanas. Ellos se acostaron por primera vez y luego se hizo una rutina despertar y tener un mañanero. Lo típico de parejas. Desayunaban y llegaban juntos al trabajo. Jimin sentía celos de no ser él, el director del hospital. Pero era lógico. El hospital era propiedad de los Kim y por si fuera poco Jisoo sacó la carrera de medicina en tan solo 4 años cuando al resto le toma de 8 a 9 años. Ese puesto se lo tenía másque merecido.

A las dos semanas, Jimin tenía reuniones importantes y eventos a los que asistir. La jefatura del hospital demandaba mucho tiempo por lo que Jisoo no podía saber donde se encontraba su marido. Un día mientras cenaba con los proveedores de Amoxixilina, vió a Jimin salir de un coche acompañado de una chica y un chico. Decidió seguirlos y efectivamente, entraron al hotel de enfrente del restaurante. No había que pensar siquiera para saber que estaba pasando allí. Desde ese día, no han vuelto a tener sexo. Jimin no reclama porque se acuesta con cualquiera por ahí. Así que todo es perfecto.

Pero de alguna forma, Jisoo sintió lástima de Rosé y decidió juntar fuerzas con ella para vengarse de la forma más dolorosa posible. Y sí que sería dolorosa...

De lejos se veía el caminar de Jimin. Rosé estaba esperándolo en una esquina junto a el almacén.

-Jisoo quiere verte.- Pasó la mano por su pecho y sonrió de forma lasciva

-¿Y no podemos vernos nosotros antes?- Que asco de tipo. Su novia lo solicitaba y el pensaba en cojer. Sin duda alguna Jimin no era alguien bueno para ligar.

-No lo sé, igual y nos encontramos los tres.- Rosé le guiñó el ojo y se alejó lentamente moviendo la cintura de forma sensual.- Te espero en su oficina. No tardes.

"¿Qué carajos?" Pensó Jimin. Lo irónico es que ese pensamiento lo diría de nuevo solo que no con la misma intención.

-Entra- le indicó Jisoo- Te estábamos esperando.

Jimin entró con una gran sonrisa. Hasta el más estúpido se daría cuenta de que allí iba a ocurrir un trío.

Rosé lo sentó de golpe en la silla de la oficina. Jimin no tuvo tiempo ni para quejarse del dolor en las nalgas porque Jisoo se le sentó en las piernas y empezó a simular embestidas. El roce de las telas con el pene de Jimin empezaron a tener efecto y dentro de unos segundos ya tenía una erección y la respiración entrecortada.

-Wow, mira como te has puesto con solo unos toques- Rosé se burló de él- Espera a que te enseñe los juguetes que he traído hoy.

-Pero primero, hay que amarrarte a la silla para que seas más dócil- Jisoo se retiró de las piernas de Jimin y tomó las sogas que Rosé le daba. Empezó a atar a Jimin.- Eso, portate bien como un niño bueno, así tendrás tu recompensa. ¿ Te vas a portar bien?

Jimin no podía mover un músculo. De un segundo a otro estaba completamente a mereced de aquellas chicas. Pero hasta ahora esa idea no le disgustaba.

Jimin asintió como pudo a la pregunta de Jisoo. Rosé se acercó a el con una sonrisa diabólica.

-Mira, mi precioso- Rosé le mostró el anillo que traía y sí, un anillo para penes.- ¡Es doble! ¿Sabes como lo voy a usar?

Jimin negó con la cabeza aunque aún extasiado

-Ella lo pondrá en la cabeza de tu compañero y en la base, por ahí en tus bolitas.

Jimin abrió los ojos cuando escuchó lo que dijo Jisoo. Eso sonaba malo. Doloroso quizás. Sea como sea, él ya no quería seguir en esto. Pero era demasiado tarde. La venganza no había hecho más que empezar.

Rosé le colocó el anillo en la base del pene y luego en la cabeza. Todos sabemos que los anillos se ponen con el pene flácido porque de lo contrario, el dolor sería insoportable.

Rosé no fue gentil. El propósito era hacerlo sufrir y lo estaba logrando. Jisoo observaba de lejos como las lágrimas le recorrían la cara a Jimin. Por todo los corazones que has roto, sufre y paga ahora.

Hola, sjajajajssjsjsjssjsjs ¿como han estado?

Les gustó One of the Girls

A mi me encantó. Y más la parte que dice

Push me and choke me till I pass out

Oh por dios. Alto Tema. Solo eso. Cuidense
Love you

Dejando todo atrás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora