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Capítulo 167: Ataque sorpresa

"¡Hah, retorciéndote como una pequeña rata y tratando de escapar!"

Metel, la heroína de clase S de los Estados Unidos.

Actualmente se encontraba en un país oriental distante de su tierra natal, atrapando villanos.

En una calle ancha y vacía.

Al fondo, edificios derruidos se extendían como un paisaje. Se esforzaba por atrapar a Egostic volando en el cielo.

Su pelo ceniciento ondeaba al viento, y sus manos se movían en sincronía con él.

En el cielo lejano, seguían apareciendo varios fragmentos de roca afilados.

Todos se precipitaron hacia el cielo cuando apareció un hombre con sombrero, máscara y capa negros.

Los fragmentos de roca se precipitaban hacia él con un estampido sónico causado por el viento.

Se generaban exactamente en el lugar al que se había teletransportado y le presionaban con fuerza.

"¡Oh, Dios mío! ¡Sálvame!"

Incluso cuando sólo huía, maldecía furiosamente y huía.

Observándole desde la distancia, Metel se rió amargamente.

Sí. Aunque aquí se le considere algo fuerte, no es rival para ella, una heroína de clase S que se paseaba por Estados Unidos, un santuario para los usuarios de Habilidad.

Enfrentarse a él era pan comido.

"¡Eek!"

Gritó mientras esquivaba su ataque por los pelos.

Sin embargo, por mucho que se teletransportara, no había ningún lugar al que huir.

Incontables fragmentos de roca flotaban en el amplio cielo.

Ella se esforzó mucho en esparcirlos para poder perseguirlo sin importar a dónde se teletransportara.

Aunque utilizó mucho poder, el resultado fue suficiente, como lo demostraba el hecho de que Egostic huía desesperadamente.

Así que Metel se quedó en el suelo, agitando las manos como un director de orquesta y lanzando constantemente fragmentos de roca hacia Egostic.

Y ella, sin darse cuenta, se estaba riendo a carcajadas con emoción reprimida.

"...Sí. Ya está".

Metel, que había derrotado al villano que una vez había causado problemas en Corea con sólo unos cuantos golpes como si fuera una mera molestia, se sentía eufórica. Aunque no pudo usar su movimiento definitivo, la gigantesca caída de rocas, en medio de la ciudad. Ser capaz de presionar a su oponente de esta manera era realmente una prueba de su verdadero poder.

Cuánto había luchado en Estados Unidos, sintiéndose inferior a sí misma por ser sólo una herramienta de meteoritos, diciéndole siempre que sólo era una heroína de apoyo y que nunca podría actuar sola... En esta situación en la que podía estar sola, con la oportunidad de acabar con un villano que antaño había controlado todo un país, Metel estaba disfrutando sin saberlo de la sensación de tomar el control.

Si lograba capturar aquí a Egostic, su reputación se dispararía aún más.

Con la firme determinación de capturar a Egostic en su mente, Metel, sin saberlo, estaba volcando toda su energía en él.

...Y como había sacrificado rehenes, si esta vez no lograba capturarlo, probablemente tendría que enfrentarse a más dificultades. Aunque sacrificar a otros le dejaba mal sabor de boca, no tenía elección si quería capturar al villano. Nunca pensó que estuviera bien tener los mismos pensamientos basura que aquellos que no eran sus compatriotas.

Me Convertí En El Villano Con El Que La Heroína Está ObsesionadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora