Me Convertí En El Villano Con El Que La Heroína Está Obsesionada

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Capítulo 40: Engaño y farol

Dicen que cuando una persona experimenta algo demasiado impactante, su cabeza se paraliza en un instante.

Así era exactamente el villano de clase A Monkey Spanner.

Por mucho que haya vivido, ha luchado contra numerosos despertares.

Nunca se ha encontrado con un héroe de clase S, pero aún así luchó con clases A unas cuantas veces.

Y pudo escapar fácilmente de ellos.

No importaba lo poderoso que fuera el oponente, ya que Monkey Spanner siempre se movía con la mayoría, no era fácil matarlo, ni siquiera para los héroes.

En particular, salvo algunas excepciones, sólo dominaban a los villanos sin dispararles, por lo que era bastante fácil escapar.

En otras palabras, Monkey Spanner puedo haber sido derrotado.

Pero él nunca ha pasado por algo así.

Nunca lo ha hecho.

Sus subordinados.

Son prácticamente colegas que pasaron con él por la misma dificultad.

Cuando les pidió que fueran a México, todos lo siguieron.

Por supuesto, perdió a mucha gente allí, pero por eso los que quedan son los mejores.

Lo son.

Ahora mismo, en un momento.

Monkey Spanner miró a su alrededor.

Los rehenes ciertamente estaban sentados y sus subordinados estaban de pie y apuntándoles con armas.

No había nadie de pie.

¿Qué había pasado?

Saltó para aplastar al enmascarado.

En el momento en que saltó, ya no estaba allí.

Y antes de que se diera cuenta, el tipo estaba sentado en la silla donde se sentó en primer lugar.

Chasqueó los dedos como si estuviera aburrido.

Al instante.

Las armas que sus hombres sostenían volaron hacia arriba.

Antes de que nadie volviera en sí.

Al mismo tiempo,

Bang, Bang, Bang, Bang.

Docenas de armas dispararon a la vez.

Los rehenes gritan.

La sangre salpica todo el lugar.

Nadie de sus subordinados...

...permaneció allí.

Los rehenes entraron en pánico por el repentino tiroteo y los terroristas que se desplomaron en su dirección.

Monkey Spanner que vio lo que pasaba en ese momento...

...también entró en pánico.

Había tantos de ellos...

Todos ellos.

¿Están todos muertos en vano como este?

¿Esto es... real?

"¡¡¡AAAAAAAAAAAH!!!"

Sólo cuando oyó los gritos de los rehenes se dio cuenta de que era real.

Con sus ojos fugaces, se quedó en blanco y miró los cuerpos de sus subordinados como si intentara negar la realidad.