Señor Estados Unidos [Rusia x USA]

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1948, Washington D.C, Estados Unidos.

—Muévete más rápido...—

—Eso es lo que hago, ¿si? —le respondió con fastidio la OMS a su contrario. La ONU lo estaba apurando a terminar unos papeles, principalmente de la salud en estos últimos días por la Guerra Fría. No es que estuviera retrasado con sus informes, pero querían tenerlos impecables cuanto antes para demostrar su eficacia.

Aunque bueno, él y la organización de la paz querían salir un rato a disfrutar del aire fresco. Conversar animadamente mientras tomaban una refrescante agua de limón, sin tener que recordar para lo que verdaderamente estaban hechos. Los dos si amaban su trabajo, pero estaba siendo cansadísimo hasta este punto. No podían darse tantos lujos como quisieran, porque al final de cuentas, nunca iban a ser humanos de verdad.

—Bien, pero necesito que te apures por favor... — el de tez celeste respondió. Enredó sus manos en el cuello del de escudo de serpiente, viéndolo trabajar como normalmente lo hacía. Le gustaba saber que él hacía su máximo esfuerzo, siempre ha sido alguien trabajador, analizando con delicadeza todo movimiento que hiciera en su sector.

—Escuché del bloqueo de Berlín, creo que lo pidió URSS, ¿no es así? — pregunta OMS, mientras da un sorbo a su café, siguiendo con los papeles.

—Si, ese tipo ya está saliendo fuera de sí. pero tarde o temprano terminará consigo mismo y sus consecuencias las vivirán sus descendientes.—

El médico asiente, acomodando sus papeles y poniéndolos a un lado. Le daba toda la razón a su pareja, ese hombre estaba mal, sabía que no terminaría nada bien; pero preferían callarse a decir algo que por obligación se daría cuenta, así que no estaba completamente intranquilo.

¿Pero en verdad lo haría, o su orgullo le ganaría? ¿Pensará solo en él o verá por el futuro de sus hijos?

"Desestresarse"

Un buen cigarrillo en los labios de la Unión, el humo saliendo de su boca entreabierta. Ese día había sido terrible, y sin duda habría muchas más iguales o incluso peores que ese. Por eso al finalizar el día, los cigarrillos se encontraban completamente en su zona de confort. Rusia le había dicho que no lo hiciera, porque odiaba el olor. Pero no podía, simplemente le calmaba el cuerpo, lo hacía sentir como si todo estaba bien aunque no fuera así. Una pequeña parte  de él se sentía mal por no poder dejar su vicio, una pequeña parte.

...

OMS agarró todos los papeles, entregándoselos con delicadeza a ONU. Los dos salen a pasos lentos y con un semblante cómodo, no necesitaban de palabras para estar en paz, pues por origen eran bastante serenos.

Vaya charla, vaya futuro.

Sigo vivo, perdónenme el bloqueo, les daré un capítulo más largo la próxima.

Si, esto es OMS x ONU, yo y mis ships raros.

¿Dudas?