Señor Estados Unidos [Rusia x USA]

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"Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley por la ley serán juzgados".

Romanos 2:12

Rebeldía.

Eso era lo que veía la Unión Soviética al húngaro, quien a pesar de formar parte del Pacto de Varsovia, había estado teniendo protestas contra el gobierno estalinista. Según él, amenazaba la naturaleza del régimen prosoviético de partido único. Estaba siendo un gran dolor de cabeza para el de parche, y esos tipos de comportamientos no los permitía en su bloque. Haría lo que estuviera en sus manos para que Hungría se "concientizara" de sus acciones y palabras.

Sin duda el húngaro recibiría un castigo.

...

La tarde era increíblemente tranquila. La brisa del frío aire le hacía sentir leves escalofríos, pero nada nuevo para él al saber que el territorio que dirigía siempre estaba teniendo ausencia del calor. Justamente ese día había decidido seguir con su papeleo reciente, así que estaría pasándola al menos un rato en familia con sus hijos.  El de parche se levantó de su silla, acomodando su ushanka color marrón para ir a ver cómo se encontraban estos.

Caminaba lentamente por todo el pasillo, viendo si se encontraban dormidos o haciendo alguna otra actividad.  Ninguna daba indicio de querer levantarse, pues aún seguían durmiendo plácidamente, cobijados y acurrucados. Vaya que si tenían el sueño pesado, cada día se parecían un poquito, demasiado a él. Con la diferencia de que la Unión tomaba café como si fuera agua para no quedarse dormido.

¿Y qué mejor con empezar el día, alimentándoles la barriga?

Simplemente era lo más tentador del universo, y sus hijos sí que estarían contentos ante la presencia de su padre, porque, no solo sería tenerlo de vista como generalmente lo tenían. Ahora podrían disfrutar un poco más que eso y sin duda eso lo ponía extremadamente feliz.

Pero también resaltaba algo que no dejo pasar, cuando las manos del pequeño ruso acababan desechas. Pues era él quien se encargaba de alimentarlos cuando no se encontraba en casa, ya que no quería que ninguno de sus hermanos pasara hambre. Eso sin duda le mostraba lo buen hermano que era, pero también que necesitaba divertirse y jugar como un niño de su edad.

Se encaminó a la cocina, sacando todos los ingredientes para comenzar a preparar ese platillo que tanto les gustaba a sus hijos. Haría una buen cantidad, y no porque estaban en crecimiento, sino porque Rusia y Bielorrusia eran fieles amantes de este, comiendo una mayor cantidad que los demás. Se pondría manos a la obra cuanto antes, y sobre todo hacer el menos ruido posible para no despertar a sus niños.

La Unión lo preparaba con delicadeza, fijándose de que contuviera todos los ingredientes en cantidad exacta para que no quedara con algo de más. Solo bastó una hora para que el platillo estuviera impecable, de un rico aroma y gustoso para la vista. Esperaba que a sus niños les gustara.